Crónica Irak.- Al Sadr ordena a su milicia del Ejército de Mahdi suspender sus actividades seis meses

Actualizado: miércoles, 29 agosto 2007 20:25

Un miembro del ayuntamiento de Kerbala, del movimiento Sadr, responsabiliza a "grupos proiraníes" de la violencia

BAGDAD, 29 Ago. (EP/AP) -

El clérigo radical chií Muqtada al Sadr ha ordenado a su milicia del Ejército de Mahdi que suspenda sus actividades durante seis meses para proceder a reorganizar la fuerza, lo que pasa por no atacar a las fuerzas estadounidenses y sus aliados. Entretanto, los enfrentamientos continuaron en la ciudad santa chií de Kerbala, a donde se ha desplazado el primer ministro, Nuri al Maliki, y donde hay ya más de 50 fallecidos.

Al Sadr organizó el Ejército de Mahdi poco después de la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos en marzo de 2003. Desde entonces, la milicia se ha convertido en uno de los grupos chiíes armados más activos. El Ejército de Madhi lanzó dos grandes levantamientos contra las fuerzas norteamericanas y de la coalición en 2004.

Según anunció hoy uno de los ayudantes de Al Sadr, el jeque Hazim al Araji, en declaraciones a la televisión iraquí, el objetivo de la decisión es "rehabilitar", dijo, la organización, que presuntamente se ha dividido en facciones, algunas de las cuales según Estados Unidos son entrenadas y mantenidas por Irán.

"Declaramos la congelación del Ejército de Mahdi sin excepción para rehabilitarlo de modo que salvaguarde su imagen ideológica durante un periodo máximo de seis meses a partir del día en que se está emitiendo esta declaración", indicó Al Araji, leyendo un mensaje de Al Sadr.

La orden fue emitida tras dos días de sangrientos enfrentamientos en la ciudad santa chií de Kerbala, en los que han muerto más de 50 personas. Las autoridades iraquíes han acusado a los milicianos de Al Sadr de atacar a los guardias de una mezquita, algunos de los cuales están relacionados con la milicia rival de la Brigada Badr.

Un portavoz de Al Sadr, Ahmed al Shaibani, negó que el Ejército de Mahdi esté implicado en los enfrentamientos en Kerbala. Al Sadr ha pedido una investigación independiente sobre los incidentes e instado a sus partidarios para que cooperen con las autoridades a "calmar la situación", indicó Al Shaibani.

Mientras, otro miembro del movimiento de Al Sadr en el Consejo de la Ciudad de Kerbala (Ayuntamiento), Ahmed al Husseini, responsabilizó de la violencia a grupos proiraníes integrados en las fuerzas de seguridad que vigilaban los santuarios de la ciudad en plena festividad.

SUSPENSIÓN DE LAS CELEBRACIONES

Los enfrentamientos entre varias milicias chiíes de un bando y otro han provocado la suspensión de las actividades conmemorativas por la festividad de Shabaniya en Kerbala que marca el nacimiento para la comunidad chií del undécimo imán, que permanece oculto desde el siglo IX y que debe regresar a la tierra para devolver la armonía al mundo reencarnado en la figura de Mohamed el Mahdi.

Los actos de celebración debía culminar con los últimos festejos, originalmente previstos para esta mañana, a los que alrededor de un millón de peregrinos chiíes de todo el mundo han acudido a celebrar.

A pesar de una orden para evacuar el centro de Kerbala, la cadena de televisión 'Al Arabiya' informó de que todavía permanece "un despliegue importante" de milicianos del Ejército del Mahdi, con sus armas empuñadas al aire.

Un parlamentario 'saderista' identificado como Hamed Kanoush fue detenido por las fuerzas de seguridad iraquíes, algo que hizo que los leales al clérigo disidente amenazaran con impulsar nuevos ataques contra la oficina del gobernador de la ciudad si su miembro no era puesto en libertad, según informó un vocal del Consejo Provincial de Kerbala que apeló al anonimato.

El Ejército estadounidense informó hoy de la detención el pasado lunes de un presunto comandante del Ejército del Mahdi por parte de unidades especiales estadounidenses e iraquíes, acusado de impulsar ataques, secuestros y asesinatos contra ciudadanos iraquíes.

En la actualidad, facciones rivales chiíes pujan por el control de los recursos petrolíferos del sur del país, especialmente los que alberga la ciudad de Basora, donde se concentran junto con los del norte de Kirkuk, los mayores de todo Irak.

VISITA A KERBALA DE AL MALIKI

Hasta Kerbala se desplazó hoy el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de confesión chií, en el sur del país, después de que los enfrentamientos de los últimos dos días en la ciudad santa chií ubicada en el sur del país hayan dejado más de 50 muertos y hayan obligado a las autoridades a cerrar el acceso a la ciudad, donde hoy concluye la festividad chií.

Al Maliki se trasladó a Kerbala para reunirse con las autoridades locales que están intentando restaurar el orden y sacar de la ciudad a las decenas de miles de peregrinos que han llegado hasta ella con motivo de la festividad religiosa. Las autoridades también impusieron un toque de queda en la ciudad de Hilla, de mayoría chií, y sellaron varios barrios de la capital.

Entre los edificios atacados durante los disturbios figura la oficina del partido del primer ministro, Dawa, que fue alcanzada por artefactos incendiarios.

Hoy se registraron tiroteos esporádicos en dos templos protegidos por la Brigada Badr, brazo armado del Consejo Supremo Islámico Iraquí, aunque la violencia parece estar remitiendo. Los enfrentamientos empezaron a última hora del lunes y ayer alcanzaron su punto álgido cuando hombres del Ejército de Mahdi dispararon contra las fuerzas de la Brigada Badr.

Al menos 52 personas murieron y otras 300 resultaron heridas en los enfrentamientos, según el director general del departamento de salud de la cercana Nayaf, que pidió el anonimato. Unos 60 heridos fueron trasladados a un hospital en Nayaf, que se encuentra a unos 60 kilómetros de Kerbala, ya que los hospitales de la ciudad no podían hacer frente al volumen de heridos, precisó. Sin embargo, un responsable del consejo municipal de Kerbala cifró en 38 los muertos y en 231 los heridos.

Por otra parte, el Ministerio de Defensa anunció que Al Maliki ha ordenado la destitución del principal comandante del Ejército en la zona, general Salih Khazaal al Maliki, y que se investigue su conducta. Según la oficina del primer ministro, las fuerzas de seguridad han sellado la ciudad, permitiendo que sólo los residentes puedan entrar, en un intento por restaurar el orden.