Crónica Irak.-Talabani y Al Maliki forjan una nueva alianza de chiíes y kurdos a la que los suníes no han querido unirse

Actualizado: jueves, 16 agosto 2007 21:21

El Ejecutivo del Kurdistán iraquí ordena enviar tiendas de campaña, alimentos y medicinas a los damnificados y compromete 800.000 dólares

BAGDAD, 16 Ago. (EP/AP) -

El presidente iraquí, Yalal Talabani, y el primer ministro, Nuri al Maliki, anunciaron hoy una nueva alianza de chiíes y kurdos para la formación de un nuevo Gobierno y a la que los suníes moderados no se han querido unir, aunque tienen las puertas abiertas, ya que precisamente la salida de éstos últimos del Ejecutivo precipitó la crisis política que vive el país. Mientras, las autoridades han elevado el balance oficial de víctimas por los cuatro atentados simultáneos contra la etnia minoritaria yazadí en el Kurdistán iraquí (norte del país) el pasado martes a 400 fallecidos, según informó hoy el Ministerio del Interior.

Según afirmó Al Maliki, de confesión chií, este acuerdo para forjar un Gobierno de moderados es el "primer paso" para desbloquear el estancamiento por el que atraviesa la política iraquí y, más concretamente, el Gobierno que lidera desde mayo de 2006. "No es un acuerdo final y la puerta está todavía abierta para todos aquellos que estén de acuerdo con nosotros sobre la necesidad de dar un impulso hacia adelante al proceso político", insistió el primer ministro.

El anuncio de la nueva alianza se produce tres días después de intensas negociaciones en la capital, Bagdad, pero resulta decepcionante, ya que no incluye al todavía vicepresidente Tariq al Hashemi, de confesión suní, y su moderado Partido Islámico Iraquí.

Durante el anuncio del acuerdo, Talabani y Al Maliki estuvieron flanqueados por el líder de la región semiautónoma del Kurdistán (en el norte del país), Masud Barzani, y por el vicepresidente chií, Adel Abdul Mahdi.

Los cuatro firmaron un documento de tres páginas con el que, según indicaron, se aseguran la mayoría de los 275 miembros del Parlamento para permitir que esta alianza salga adelante.

Sus partidos, el Consejo Supremo Islámico Iraquí y el Partido Dawa --ambos chiíes--, y la Unión Patriótica del Kurdistán y el Partido Democrático del Kurdistán --ambos kurdos--, suman juntos un total de 181 escaños.

"Hemos relegado nuestros esfuerzos para disolver el Gobierno al pasado. Ahora estamos en una nueva fase", explicó el asesor de Al Maliki, Yassin Majeed. "Trabajaremos para que regrese el Frente para el Acuerdo Iraquí, pero si insisten, traeremos una mayoría al Parlamento y nuevos ministros", advirtió.

Talabani, de confesión kurda, informó que el suní Al Hashemi rechazó la invitación a formar parte de la nueva agrupación, pero recordó que "la puerta todavía está abierta para ellos y son bienvenidos en cualquier momento".

El jefe del Ejecutivo también mencionó al Frente Suní para el Acuerdo, coalición que incorpora a la formación política de Al Hashemi, para que vuelva al Gobierno y así cerrar la herida que dejó la salida del gabinete de sus cinco ministros en el Gobierno. El Frente Suní para el Acuerdo es además el mayor bloque parlamentario de esta confesión con 44 escaños.

Al Hashemi, como miembro del Consejo de la Presidencia --formado por el presidente y los dos vicepresidentes iraquíes--, ha sido capaz de bloquear la aprobación de propuestas legislativas --entre ellas el proyecto de ley del petróleo--, impidiendo su votación en el Parlamento, ya que la Constitución iraquí estipula que es necesario el voto unánime del Consejo de la Presidencia antes de que iniciativas de ley importantes lleguen al Pleno del Parlamento para someterlas a votación.

MÁS DE 400 MUERTOS

Mientras, los equipos de rescate continúan desenterrando de los escombros a decenas de personas que quedaron atrapadas entre los amasijos, en el peor atentado que sufre Irak desde la caída del régimen de Sadam Husein. Las autoridades hablan ya de al menos 400 muertos, según informó hoy el Ministerio del Interior.

El general Abdul Karim Khalaf, portavoz del Ministerio de Interior iraquí, señaló que en el ataque fueron utilizadas dos toneladas de explosivos que provocaron el derrumbe de edificios y familias enteras atrapadas bajo ladrillos de barro y otros restos, mientras que numerosos vecindarios de Qataniya fueron totalmente aplastados cerca de la frontera con Siria.

Hasta ahora, las autoridades no sabían muy bien a qué cifra de muertos se enfrentaban, pero estimaban que estaría entre 250 y 500 fallecidos. A medida que se han ido retirando escombros, cientos de nuevos cadáveres han ido apareciendo y centenares de heridos han sido evacuados a hospitales cercanos.

Muchas de las familias se componen de hasta 30 parientes por lo que el número de víctimas asciende desproporcionadamente en cuestión de horas. El funcionario local Abdul Rahman al Shimri informó hoy de que al menos 250 familias se han quedado sin hogar, mientras los equipos de rescate se afanan por distribuir a los damnificados tiendas de campaña, paquetes de alimentos, agua potable y medicinas.

El viceprimer ministro del Kurdistán iraquí, Barham Saleh, se desplazó a la zona y ordenó a sus ministros de Salud y Defensa enviar de forma urgente tales artículos como tiendas de campaña, medicinas y alimentos. Asimismo, comprometió una partida de 1.000 millones de dinares iraquíes, equivalentes a unos 800.000 dólares, para que las autoridades provinciales las distribuyan a los heridos, damnificados y parientes de las víctimas.

Por su parte, el gobernador de Sinjar, localidad cercana a los atentados, Dakhil Qassim elevó a 500 las víctimas de los atentados sincronizados. "El número de víctimas denunciadas como desaparecidas por sus parientes y las figuras que tenemos de cadáveres recuperados por los hospitales son relativamente similares, aunque continuaremos buscando en la zona", aseguró Qassim.

ATAQUE DE AL QAEDA

El portavoz del Ejército estadounidense, el general de brigada Kevin Bergner, aseguró a los periodistas desde la fortificada Zona Verde de Bagdad que "los coches bomba empleados presentaba todos la marca consistente violenta de Al Qaeda en Irak", mientras que Al Maliki, atribuyó los ataques, en un comunicado, "a poderes terroristas que buscan alimentar el conflicto sectario y dañar la unidad nacional de nuestra gente".

De hecho, el Estado Islámico en Irak, la red terrorista que incluye a Al Qaeda en Irak, distribuyó panfletos la semana pasada en los que advertía a los habitantes de la zona de que era inminente un ataque porque los yazadíes son "anti-islámicos".

Precisamente hoy se reunieron en Ramadi, capital provincial de Al Anbar, una decena de líderes tribales que se comprometieron a "trabajar juntos contra el terrorismo, milicias y Al Qaeda hasta que sean erradicados del país", al tiempo que instaron a todos los bloques políticos a anteponer la nación a sus propios intereses.

Por otra parte, un atentado con coche bomba perpetrado esta mañana en un mercado del centro de Bagdad se ha cobrado la vida de nueve personas y herido a otras 17, según informó la Policía, a partir de un nuevo balance.

El coche estaba aparcado junto a una gran cantidad de tiendas en las que se vendía ropa y zapatos, cerca de una concurrida plaza, cuando fue detonado sobre las 09:00 hora local, indicó una fuente policial anónima. Un edificio de siete plantas se incendió y una enorme columna de humo se extendía en el cielo.

De momento nadie ha reclamado la autoría del ataque, pero el Ejército estadounidense ha advertido de que espera que los insurgentes suníes intenten tomar protagonismo en vísperas de la presentación de un informe sobre Irak por parte del general David Petraeus y el embajador Ryan Crocker, ante el Congreso en Washington, el próximo 15 de septiembre.