Crónica Irak(2).- Cuatro años de guerra marcados por la violencia y la incapacidad para alcanzar una solución política

Actualizado: domingo, 18 marzo 2007 20:11

Manifestaciones en todo el mundo recuerdan a las víctimas mientras el debate político sobre Irak marca la actualidad en EEUU

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

A la espera de celebrar los 1.440 días del inicio del conflicto en Irak, múltiples manifestaciones en las principales ciudades del mundo han conmemorado el cuarto aniversario de la Guerra, un punto en el que Estados Unidos está inmerso en su propia batalla bipartisana y el presidente George W. Bush contempla cómo el apoyo internacional sigue descendiendo, mientras en el país árabe siguen aumentando el número de víctimas en una escalada de violencia que ni siquiera el nuevo plan de seguridad en Bagdad parece controlar.

Uno de los actos de protesta más multitudinarios fue la marcha convocada en Washington, que reunió a unas 30.000 personas. La noche del viernes ya fueron detenidos más de 200 pacifistas cristianos que se concentraron ante la Casa Blanca.

Fuera de Estados Unidos, Madrid se convirtió en una de las ciudades del mundo que más manifestantes acumuló, 440.000 personas, según los organizadores. Las autoridades no dieron datos precisos al respecto. A estos hay que sumar otras protestas, como en Estambul donde 3.000 personas se congregaron en dos marchas distintas.

En Atenas, unas 1.000 personas recorrieron las principales calles de la capital griega, al mismo tiempo que en en Sídney (Australia), donde unas 300 personas se reunieron para pedir el fin del conflicto. Hoy, Tokio también se unió al cuadro global: los convocantes aseguran que más de 2.000 personas participaron en la manifestación, mientras que la Policía asegura que fueron unas 1.500.

CIFRAS CONFUSAS

Naciones Unidas asegura que 34.452 civiles han sido asesinados en 2006, según cifras aportadas por el Ministerio de Sanidad iraquí y el Instituto Médico-Legal de Bagdad. Cifras conjuntas de los ministerios del Interior y de Sanidad iraquíes estiman estas muertes en 12.357, 13.986 si se suman las muertes de miembros de las fuerzas de seguridad. El Gobierno iraquí cifra entre 100.000 y 150.000 los muertos totales desde 2003.

Estudios independientes como Iraq Body Count aumentan estos datos. Según la web, que contabiliza aquellas muertes confirmadas por al menos dos fuentes --en particular, agencias de prensa y medios reconocidos--, entre 60.000 y 65.000 civiles iraquíes han perdido la vida desde el inicio del conflicto.

Los últimos meses han sido testigos de cierta polémica con la revista médica 'Lancet', que en su número del pasado octubre, va mucho más allá, y data en 650.000 los muertos totales, una cifra criticada por IBC, que afirma ha sido extraída a partir de datos "no representativos" recopilados por la universidad Johns Hopkins.

Por su parte, la agencia de noticias AP ha citado en 3.218 los soldados estadounidenses fallecidos desde el principio de la invasión. En lo que se refiere a cifras totales, CNN estima 3.457 soldados muertos, 11 de ellos españoles. El departamento de Defensa estadounidense ha confirmado la cifra de 3.204 soldados muertos, 134 de ellos británicos, 124 de otros miembros de la fuerza internacional y un total de 23.417 heridos en combate, según datos recogidos en la página web Icasualties.org.

Además, cerca de 2 millones de iraquíes se han visto obligados a desplazarse desde 2003, con destino a Siria y Jordania. En lo que a Europa se refiere, Suecia es el lugar de recepción más habitual, un país seguido de Países Bajos, Alemania, Grecia, Reino Unido y Bélgica.

PRECEDENTES

El inicio de la invasión militar, conocida en un primer momento como "Operación Libertad Iraquí" fue la culminación de la crisis de desarme en Irak iniciada a principios de los 90, y que estalló de forma oficial en 2002, cuando el presidente estadounidense George W. Bush, delante del pleno de Naciones Unidas y un día después del primer aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, advirtió de que Estados Unidos tomaría las medidas pertinentes para actuar militarmente contra Irak si su entonces presidente, Sadam Husein, no aceptaba el desmantelamiento de su presunto arsenal de armas de destrucción masiva bajo la supervisión de los inspectores de la ONU.

Menos de dos meses después, Naciones Unidas aprobó la resolución 1441, que ofrecía al Gobierno iraquí una "última oportunidad para cumplir con sus obligaciones de desarme". El principal valedor de la invasión, Estados Unidos, esgrimió dicha causa junto con la voluntad de, según Bush, "luchar contra el terrorismo y proteger al pueblo iraquí", al dar comienzo de forma oficial el 20 de marzo, a las 03:30 h. de la madrugada (hora española), la invasión de Irak por parte de más de 315.000 soldados de una fuerza multinacional de intervención, conocida popularmente como la Coalición, y conformada en un principio por más de 40 países. La invasión preveía derrocar el Gobierno de Husein y la sustitución, tras de un período de transición bajo un Gobierno provisional, por un Ejecutivo elegido democráticamente.

En abril de 2003, Bagdad había sido conquistada. El día 9, la caída de la estatua de Sadam Husein, que sería encontrado, juzgado y posteriormente ejecutado en un polémico juicio, prometía ser un momento para la Historia, y un anuncio de paz, y no lo que realmente fue: el inicio de brotes de violencia por todo el país que han sumido a Irak, en una espiral de violencia sectaria, que inició su auge después del ataque contra la mezquita de Samarra en 2006 y que ha resultado en un ligero cambio de postura en el Gobierno estadounidense incapaz de demostrar la presencia de armas de destrucción masiva en el país y que, acosado por el peso de la memoria de las víctimas, junto con la pérdida de credibilidad y la reciente derrota en las elecciones legislativas a manos de los demócratas opuestos al conflicto, ha tenido que dar un giro hacia una nueva estrategia cuyos resultados todavía quedan por decidir.

CONFLICTO BIPARTIDISTA EN ESTADOS UNIDOS

A estas alturas, el enfrentamiento entre demócratas y republicanos, tras la victoria de los primeros en las elecciones legislativas es ya toda una realidad. Un intento de conciliación, por parte de la administración Bush, ha sido el desarrollo de un nuevo plan de seguridad que plantea una solución mucho menos agresiva, basada en el diálogo directo con miembros representativos de la insurgencia iraquí, como el clérigo Muqtada al Sadr.

Este plan, por el momento, ha logrado reducir el número de víctimas en febrero, en comparación con 2006 y ha permitido que la entrada de fuerzas iraquíes y estadounidenses en el bastión chií de Ciudad Sadr se haya producido con menos violencia de lo esperado.

Sin embargo, lo que los demócratas no están dispuestos a admitir es un incremento de tropas en 26.000 efectivos como el que el presidente Bush se ha encargado de organizar, amenazando con vetar cualquier tipo de iniciativa en contra. Esta semana se debatirá en el Congreso la propuesta demócrata para establecer un calendario de salida para las tropas, algo que Bush calificó ayer, en su discurso semanal como un "movimiento desestabilizador", que se encargaría de anular, llegado el caso, empleando su poder de veto presidencial.

El objetivo final de Bush, según la administración, es abandonar Irak con la esperanza de que las fuerzas iraquíes adquieran la preparación suficiente para contener la insurgencia. Dada la inefectividad del Gobierno del primer ministro Al Maliki, tal resultado no parece posible a corto plazo.

También hay conflicto en Reino Unido, el principal aliado de EEUU. El primer ministro británico, Tony Blair, afirmó que el conflicto iraquí le ha podido pasar factura a su partido, pero cree que, "en cierto modo", al irse del Gobierno, este asunto se va con él.