Crónica Irán/China.- ICG especula con que China no arriesgará su relación con EEUU por culpa de Irán

Actualizado: domingo, 21 febrero 2010 17:33

La ventajosa relación económica con Washington podría llevar a Pekín a respaldar cualquier sanción contra Irán por su programa nuclear

MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La actitud de China respecto a los últimos acontecimientos relacionados con el programa nuclear de Irán da a entender al International Crisis Group (ICG) que Pekín no está precisamente acuciada por la sensación de urgencia que parece dominar el comportamiento del resto de la comunidad internacional a la hora de amenazar con sanciones a la República Islámica, pero esta línea de acción podría cambiar si termina amenazando su relación comercial con Estados Unidos.

Para el grupo de analistas internacional, China no es de la opinión de que las sanciones sean capaces de resolver el problema nuclear de Irán. Su influencia como país con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas será sin duda un obstáculo para hallar una resolución unánime que castigue al país persa. En el escenario actual, los intereses económicos de China en Irán son tan importantes que difícilmente se puede permitir la aprobación de una sanción en su contra.

Pero es en este escenario donde ICG opina que si Irán sigue forzando la situación, China se va a encontrar con una decisión a cara o cruz: proteger su influencia regional a costa de poner en peligro su relación económica privilegiada con Estados Unidos. Llegados a este punto, el grupo de analistas asegura que Pekín se inclinará por la segunda opción y que finalmente podría terminar cediendo a un consenso internacional, como está a punto de hacer Rusia, para sancionar las intenciones nucleares de la República Islámica.

LA INFLUENCIA CHINA

Irán es el tercer exportador del crudo a China, un país enormemente dependiente del petróleo exterior que emplea sus vastos recursos económicos para desarrollar la industria petrolera de aquellos países con los que mantiene relaciones en la compra del "oro negro". Para el ICG, la buena relación entre ambos países es una expresión del malestar que ambos comparten ante lo que consideran que es una excesiva influencia de Washington en la política internacional.

"China considera útil la influencia de Irán en Oriente Próximo y Asia Central para progresar en su estrategia política, social y económica en la región", considera el grupo. Prueba de su reticencia a sancionar a la República Islámica tuvo lugar en enero, cuando Pekín envió a un emisario sin capacidad negociadora a una reunión en Nueva York, prueba de su escasa voluntad para seguir el consenso internacional.

El desaire de China a la reunión ha causado consternación entre potencias del grupo, que esperaban usar el encuentro para alcanzar un acuerdo y comenzar a redactar una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU con la cuarta ronda de sanciones del organismo contra Irán.

Diplomáticos aseguraron desconocer los motivos que han llevado a China a mostrar esta actitud, pero especularon que podría ilustrar la reticencia de Pekín a castigar con más sanciones a la república islámica. También sugirieron que la decisión podría reflejar ciertos disgusto por las ventas de armas de Estados Unidos a Taiwán, que los chinos consideran como una provincia rebelde.

LA RELACIÓN CON RUSIA

En este entramado hay que tener en cuenta también a Moscú, que de un tiempo a esta parte se ha distanciado de China y cada vez parece adscribirse más y más al consenso del resto de potencias del Consejo de Seguridad. Precisamente ayer viernes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, afirmó que Moscú está muy alarmada por la falta de cooperación de Irán con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) de la ONU, según recoge la agencia Itar-Tass. "Estamos muy alarmados y no podemos aceptar esto, el hecho de que Irán rechaza cooperar con la AIEA", aseguró.

Anteriormente, el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Andrei Nesterenko, había afirmado que Irán debe cooperar de forma más activa con la AIEA para convencer a la comunidad internacional de que su programa nuclear es pacífico, e insinuó que el Kremlin puede respaldar las sanciones contra el régimen iraní.

La AIEA sugirió esta semana por primera vez que Irán podría estar trabajando en generar combustible para alimentar un misil nuclear. Por su parte, el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, repitió este viernes que las sospechas sobre el programa nuclear no tienen base.

"Las acusaciones occidentales no tienen base alguna, porque nuestras creencias religiosas nos impiden utilizar este tipo de armamento", afirmó Jamenei, recogido por medios de comunicación iraníes. "No creemos en el armamento atómico y no lo perseguimos", añadió.

Rusia también subrayó que las conversaciones sobre una resolución podrían empezar pronto. "En la actualidad no hay en marcha ningún trabajo en el Consejo de Seguridad para preparar unas posibles sanciones, sin embargo, dadas las circunstancias actuales, no podemos descartar por completo la posibilidad de comenzar este trabajo", afirmó Nesterenko citado por Interfax.

A pesar de que Rusia y China comparten una relación provechosa en muchos ámbitos, han discrepado en numerosos temas durante los últimos años, en particular durante la guerra entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur, cuando China se abstuvo en una votación del Consejo de Seguridad en la que Rusia expresó su veto contundente. Con esto, ICG indica que China se expone a una posibilidad real de aislamiento internacional si mantiene su enconada defensa del programa nuclear iraní. El grupo de expertos duda que de Pekín quiera verse expuesta a esta posibilidad.

"Pekín apostará insistentemente por la paciencia diplomática, pero al final no va a alinaese con Irán a expensas de su relación con Estados Unidos", indican las conclusiones el informe del ICG. "Todavía valora sus relaciones con Washington más que las que mantiene con Teherán, y si se encuentra con un apoyo unánime a favor de las sanciones por parte del resto de miembros del Consejo de Seguridad, es muy posible que decida centrar sus esfuerzos en sugerir las mínimas represalias posibles contra la República Islámica".