Crónica Israel.- El Kadima pierde terreno ante unas elecciones que serán decisivas para las futuras fronteras israelíes

Actualizado: lunes, 27 marzo 2006 21:03

Livni, desalojada de un mercado donde fue increpada por activistas de derecha, mientras se prepara un despliegue de 22.000 agentes

JERUSALEN, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los últimos sondeos publicados hoy por los diarios israelíes, en víspera de las elecciones generales de mañana, dan la victoria al Kadima del primer ministro en funciones Ehud Olmert con entre 33 y 36 escaños, por debajo de los 40 que el propio partido esperaba obtener, mientras que la escasa diferencia que separa a laboristas y Likud hace augurar que los indecisos jugarán un papel clave a la hora de configurar el futuro gobierno israelí.

Más de 5 millones de israelíes están llamados a las urnas en unas elecciones para las que se teme una abstención mayor de lo habitual y marcadas por una situación especialmente compleja: el anterior primer ministro electo, Ariel Sharon, permanece en coma y sin indicios de recuperación; ningún gobierno se declara dispuesto a retomar las negociaciones de paz con los palestinos tras la victoria de Hamás, a menos que el grupo renuncie al terrorismo; y el jefe del Gobierno en funciones ha puesto sobre la mesa la propuesta de fijar en cuatro años las fronteras definitivas de Israel, retirándose de parte de Cisjordania. La composición del futuro gobierno será clave para este proyecto.

En el sondeo del 'Haaretz', el Kadima se haría con 36 escaños, mientras que 'Maariv' y 'Yediot Aharonot', le otorgan 34 escaños, y el 'Jerusalem Post' entre 33 y 34. Mientras, este último sondeo sitúa a los laboristas, con 20-21 escaños, como segunda fuerza, por delante del Likud con 15 escaños. Pero otros sondeos colocan a los laboristas por debajo de esta cifra: el 'Maariv' con 17, el 'Haaretz' con 18, mientras que el 'Post' llega hasta los 21.

Según el 'Yediot Aharonot', el Likud de Benjamin Netanyahu obtendría trece escaños, mientras que tanto 'Haaretz' como 'Maariv' le dan 14 escaños en sus encuestas, lo que contrasta con los 12 que obtendría según el sondeo realizado por el Canal Dos de la televisión israelí.

Pero el mayor contraste en cuanto a la diferencia de resultados lo presenta el partido Israel Beiteinu de Avigdor Lieberman, al que el Canal Dos le otorga hasta quince escaños --situándole como tercera fuerza por delante del Likud--, mientras que el 'Haaretz' le da siete escaños, dos menos que con respecto a encuestas anteriores. En otros diarios, el partido, que tiene su base en los inmigrantes rusos, obtendría doce escaños.

22% DE INDECISOS

Según el sondeo realizado por 'Haaretz', todavía hay 28 escaños en juego puesto que un 22% del electorado aún no ha decidido a qué fuerza política votar, y sólo un 65% está cien por cien seguro de que acudirá a las urnas. Los laboristas esperan que los indecisos les lleven a lograr un mejor resultado que el que le otorgan los sondeos. Por su parte, el Kadima teme que el 'voto táctico' de los electores para garantizar que los laboristas sean su socio de coalición podría hacerles perder algún escaño.

Para controlar la Knesset, el Parlamento unicameral de 120 escaños, el partido que aspire a gobernar necesita el apoyo de la mitad más uno de los diputados, 61. Así las cosas, es posible que Olmert no tenga suficiente con el apoyo del laborismo y el partido de izquierda Meretz, de Yossi Beilin que, según la encuesta del 'Haaretz' --la más favorable al Kadima--, obtendrá seis escaños. Kadima tendría que optar entonces por una coalición más amplia que incluya a la ultraderecha, o bien atraerse a los partidos menores y dejar fuera tanto al Likud como al laborismo.

En los últimos días responsables del partido han admitido que tal vez fue un error dar las elecciones por ganadas, una actitud que ha podido empujar a algunos votantes a buscar el voto útil en otros partidos.

El Kadima es el legado del primer ministro Ariel Sharon, en coma desde que el pasado 4 de enero sufrió un grave infarto cerebral, y Olmert ha dejado claro que seguirá su senda. De hecho, las elecciones tendrán un tinte plebiscitario respecto al primer gran proyecto de Olmert: retirarse de manera unilateral de parte de Cisjordania y definir las fronteras definitivas con los palestinos.

Al igual que antes de cada evento de envergadura, las fuerzas de seguridad israelíes están ya en alerta, especialmente en Jerusalén, donde más de 22.000 efectivos uniformados y de paisano se desplegarán en lugares sensibles. La Explanada de las Mezquitas --el Monte del Templo para los israelíes-- estará cerrado mañana a los visitantes. Israel teme especialmente ataques a cargo de Yihad Islámica y de Al Fatá desde Cisjordania.

LIVNI, EVACUADA DE UN MERCADO

Sin embargo, tampoco pueden descartarse altercados menores. La ministra de Exteriores, Tzipi Livni, candidata del Kadima, tuvo que ser evacuada hoy por las fuerzas de seguridad de un mercado de Jerusalén donde planeaba poner el punto final a su campaña. El mercado de Yehuda Mahan es un feudo de la derecha, y Livni fue recibida con gritos de activistas de la derecha.

"Livni fue mal recibida porque el Kadima es un partido establecido por refugiados del Laborismo y del Likud que asumió el mando de forma ilegal", resumía un comerciante del mercado en declaraciones a la edición digital del 'Yediot Aharonot'.

Una idea similar es la que quiso también transmitir el Likud de Benjamin Netanyahu en sus spots televisivos finales. El Comité de Relaciones públicas del Partido se reunió el sábado para preparar un mensaje que anima a los electores a 'volver a casa', argumentando que un voto al Kadima es un voto a los laboristas como Simon Peres.

Netanyahu puso hoy fin a su campaña con rezos en el Muro de las Lamentaciones, y Amir Peretz, el líder laborista, repartió claveles rojos en Tel Aviv.