Crónica Israel.- Olmert buscará un gobierno de coalición amplia, tras lograr menos escaños de lo previsto

Actualizado: miércoles, 29 marzo 2006 23:05

El Likud cae hasta convertirse en la quinta fuerza política, pero Netanyahu promete trabajar para rehabilitarlo

JERUSALEN, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Kadima de Ariel Sharon ya ha entrado en la historia de Israel tras convertirse en el primer partido que gana las primeras elecciones a las que se presenta, pero el resultado final es peor de lo que auguraban las encuestas, de modo que a su candidato y previsible próximo primer ministro le aguardan arduas negociaciones para formar un gobierno que pueda contar con el apoyo de la mitad más uno de los 120 parlamentarios de la 'Knesset'.

Una vez terminado el 99,67% del recuento de los votos depositados en las elecciones de ayer, el Kadima cuenta con 28 escaños, seguido por el Partido Laborista, con 20 escaños, y el ultraortodoxo sefardí Shas con 13. Por detrás se sitúa la gran sorpresa de estos comicios, el partido Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar) de Avigdor Lieberman, con 12 escaños, mientras que el hasta ahora partido gobernante, el Likud, sólo ha logrado 11, convirtiéndose en el gran derrotado.

Fuentes de la Comisión Electoral, citadas hoy por la prensa israelí, indicaron que los resultados definitivos podrían no conocerse hasta el viernes por la mañana, ya que aún no se ha procedido al recuento de los votos de los soldados, los miembros del cuerpo diplomático y los funcionarios gubernamentales en el extranjero así como algunas urnas procedentes de distritos de Cisjordania.

Sin embargo, los medios israelíes dan por sentado que ya en la noche del martes comenzaron, de manera oficial, las negociaciones entre el Kadima y el Partido Laborista. Se espera que Olmert recurra también al Partido del Judaísmo Unido y la Torah (ultraortodoxo, con 6 escaños) y al Partido de los Pensionistas (7 escaño), y todas las opciones están abiertas respecto al Shas, Israel Beitenu y el izquierdista Meretz (4 escaños).

Olmert ha dicho que quiere un gobierno de coalición amplia, no dependiente de un solo socio parlamentario, respondiendo así al hecho de que Kadima ha obtenido menos escaños de lo previsto, y Shas y Israel Beitenu, más.

El actual primer ministro insistió hoy en que Kadima no cederá ninguno de los tres Ministerios clave --Exteriores, Defensa y Finanzas-- pero con la composición parlamentaria que se avecina, es posible que el candidato laborista, Amir Peretz, reclame para él la cartera de Finanzas.

También, apunta el diario 'Haaretz', podría aceptar la de Defensa, si Kadima se compromete a seguir un programa de reformas socioeconómicas, incluyendo un aumento del salario mínimo y de las pensiones, y si se le da derecho de veto sobre los próximos presupuestos.

El ministro del Kadima Meir Sheetrit sugirió hoy que su partido podría tener que ceder una de las tres carteras principales, pero también advirtió de que su formación puede gobernar sin los laboristas, recurriendo al Likud y a Israel Beitenu. Eso sí, estos dos partidos se oponen a la retirada parcial de Cisjordania que Olmert quiere llevar a cabo durante su próximo mandato, con el objetivo declarado de fijar las fronteras del Estado de Israel en 2010.

Entre tanto, responsables laboristas han iniciado ya contactos con el Shas y los Pensionistas, con el objetivo de presentar ante las negociaciones con Kadima un 'frente social' unido y con un peso de 40 escaños.

Los laboristas están más que satisfechos del éxito obtenido, ya que finalmente han logrado más escaños de los que preveían las encuestas. Sus responsables destacan que pese a que su carismático líder Simon Peres abandonó la formación para entrar en el Kadima, llevándose a parte de su base de apoyo, el partido consiguió un buen resultado. En este sentido, su secretario general, Eitan Cabel, destacó que su nuevo presidente, Amir Peretz, fue "el primer líder que no provoca una pérdida de escaños en las elecciones desde (el asesinado primer ministro Isaac) Rabin".

"DURO GOLPE" PARA EL LIKUD

El gran perdedor fue el Likud de Benjamin Netanyahu. El primer ministro Ariel Sharon, en coma desde que sufrió el 4 de enero un infarto cerebral, ayudó el partido y lo abandonó en 2005, tras perder su apoyo por la evacuación de las colonias israelíes de Gaza. Sharon dejó el partido y fundó el Kadima, y éste ha cosechado los frutos de la política llevada a cabo por Sharon y Olmert, y sus aliados en el gobierno en los últimos meses, los laboristas.

A Netanyahu no le quedó más remedio que reconocer que el partido ha sufrido un "duro golpe", pero se comprometió a trabajar "para rehabilitarlo", por el "mismo camino" por el que acaba de empezar a andar, "para asegurar que el partido ocupa el lugar que le corresponde en el liderazgo de la nación".

Uno de sus diputados, Natan Sharansky, consideró que ahora el partido de derecha necesita analizar lo ocurrido y cambiar su imagen. "Tenemos que examinar cuidadosamente el modo de rehabilitar a nuestro movimiento y de recuperar su fuerza", aseveró Sharansky.

Por su parte, el líder de Israel Beitenu, cuya base principal son los inmigrantes rusos, consideró que los doce escaños logrados por la formación le auguran un futuro muy prometedor. Según Avigdor Lieberman, el éxito de su partido se debe a que a logrado unir "a los nuevos inmigrantes y los israelíes, a los judíos seculares y religiosos, a colonos y personas que viven en el corazón de Israel". Por ello, se mostró convencido de que "la próxima vez" serán "el partido gobernante".