Crónica Líbano.- Annan reclama a Hezbolá que libere a los soldados y a Israel que levante el bloqueo sobre Líbano

Actualizado: lunes, 28 agosto 2006 22:23

El secretario general, abucheado en su visita a los suburbios de Beirut, estima que la resolución 1.701 no es un "menú a la carta"

BEIRUT, 28 Ago. (EP/AP) -

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, vertió hoy duras críticas tanto contra Israel como contra la milicia chií libanesa Hezbolá, argumentando que no podían "elegir" partes de la resolución de alto el fuego que estableció el Consejo de Seguridad de la ONU, porque no es un "menú a la carta", y exigió a Hezbolá que libere a los dos soldados israelíes secuestrados y a Israel que levante el bloqueo sobre Líbano.

En una escala en Beirut en el marco de una gira de 11 días por Oriente Próximo, Annan calificó la resolución 1.701 de la ONU como "un menú fijo". "(La resolución) no es un bufet. No es un menú a la carta donde eliges y tomas. Tenemos que implementar la resolución 1.701 íntegramente y espero que todas las partes presten atención y actúen con este espíritu", afirmó. "Sin la plena puesta en práctica de la resolución 1.701, me temo que el riesgo es grande para la vuelta a las hostilidades", agregó.

Después de hacer estas declaraciones en rueda de prensa, Annan visitó, acompañado por el primer ministro libanés, Fuad Siniora, los suburbios del sur de Beirut, una zona que quedó devastada por los bombardeos del Ejército israelí durante su ofensiva de 34 días en Líbano. Cientos de libaneses entonaron lemas de Hezbolá y abuchearon al secretario general de la ONU cuando pasaba por unas calles repletas de escombros.

Muchos libaneses llevaban pósters del líder de Hezbolá, Hassan Nasralá. También se podía ver a un hombre portando un gran retrato de la secretario de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, con dentadura de vampiro.

En la comparecencia ante la prensa junto a Siniora, Annan explicó que renovaba su llamamiento a la liberación de los dos soldados israelíes secuestrados por milicianos de Hezbolá. En este sentido, instó a la guerrilla a que los entregue al Gobierno libanés "o a una tercera parte" bajo los auspicios del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Nosotras, las Naciones Unidas, estaremos listas para jugar un papel si somos requeridas para tomarlo. Y yo ofrezco nuestros servicios", dejó claro.

Asimismo, Annan urgió a Israel a poner fin a su bloqueo aéreo y marítimo sobre Líbano. "Estoy trabajando con ellos y con varios socios internacionales para procurar que esto se haga", adelantó.

El secretario general de la ONU también reiteró el llamamiento de la ONU al desarme de Hezbolá. "En Líbano, tal como hemos convenido, debería haber una ley, una autoridad, un arma", afirmó.

Finalmente, Annan saludó el cumplimiento generalizado del alto el fuego. "Estoy impresionado con el respeto que Líbano ha demostrado de la 'Línea Azul' desde el cese de las hostilidades, y de la disciplina que ha mostrado en todas partes", señaló Annan en referencia a la frontera delineada por la ONU entre Israel y Líbano.

Antes de la rueda de prensa, Annan aseguró que había recibido del Gobierno libanés la promesa de aplicar "fielmente" la resolución 1.701 y estimó que hay una oportunidad de paz duradera en el país.

El secretario general se entrevistó en Beirut por separado con el primer ministro; con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, que actúa como el negociador de facto de Hezbolá, y con un ministro de Hezbolá en el Gobierno libanés, Mohammed Fneish.

Annan viaja acompañado por el jefe de operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Jean-Marie Ghuehenno, y por el enviado especial de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Terje Roed Larsen. Además de Líbano, el secretario general tiene previsto visitar Israel, Qatar, Turquía, Arabia Saudí, Egipto, Jordania y, probablemente, Siria e Irán, según fuentes de la organización mundial.

OLMERT

Mientras, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, defendió hoy su decisión de iniciar una guerra con Hezbolá, incluida la ofensiva terrestre de los últimos días en la que murieron 33 soldados israelíes, y rechazó la apertura de una investigación estatal sobre la gestión de las operaciones, dejando claro que sólo permitirá una investigación de menor envergadura.

"La decisión (de ir a la guerra) fue enteramente mía", dijo en un discurso pronunciado en Haifa ante las autoridades de esta ciudad y otras comunidades del norte, que fueron objetivo de los misiles 'katyusha' de Hezbolá.

Además, Olmert calificó de "inevitable" la ofensiva terrestre que decidió en los últimos días de la guerra, cuando en el seno de la ONU la comunidad internacional estaba a punto de acordar una resolución para imponer el alto el fuego.

A su juicio, el ataque por tierra presionó a los líderes internacionales y en realidad ayudó a que se acordara la resolución. En esta fase de la guerra murieron 33 soldados israelíes, por lo que la decisión fue objeto de muchas críticas.

En cuanto a la comisión de investigación que revisará la gestión gubernamental de la guerra, el primer ministro hizo caso omiso a los llamamientos a una investigación amplia e independiente --a cargo de una comisión estatal que hubiera tenido competencias incluso para destituir a altos cargos-- y autorizó sólo una de rango menor, que estará dirigida por un ex jefe de los servicios secretos (Mosad).

Por otro lado, en su discurso Olmert reafirmó su compromiso de rescatar a los dos soldados que fueron secuestrados por Hezbolá --acción que desencadenó la guerra--. "Agotaremos todos los esfuerzos para traerlos a casa, insistió. El aceptar un alto el fuego con la milicia sin haber recuperado a los soldados es otro de los motivos por los que Olmert está siendo criticado en Israel.

Al respecto, la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, afirmó que cualquier solución del conflicto en Líbano debe incluir la puesta en libertad de dos soldados israelíes secuestrados por Hezbolá.

El secuestro de los militares el pasado 12 de julio "fue el comienzo de todo el asunto", señaló Livni después de reunirse en Berlín con su homólogo alemán, Frank Walter Steinmeier. "Desde nuestro lado, mientras el tema de los dos soldados no se resuelva, todo el asunto es de escasa importancia. Nuestra soberanía fue violada y si esa resolución" no incluye la libertad de los soldados, "entonces, seguimos teniendo este problema", aclaró.

FINUL

Finalmente, la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) recibió hoy dos buenas noticias y una mala. El Gobierno turco se pronunció a favor del envío de tropas de mantenimiento de la paz a la fuerza internacional, a pesar de que en los últimos días había afirmado reiteradamente que no lo haría, según informó el portavoz del Ejecutivo, Cemil Cicek, quien precisó que el tamaño y la composición de la fuerza lo decidirán los militares, "que ya han estado trabajando en estos detalles".

Además, el Consejo de ministros italiano aprobó por unanimidad un decreto ley para enviar mañana mismo a Líbano cinco buques con 2.500 soldados para formar parte de la nueva FINUL. Finalmente, el Consejo Supremo de Defensa de Rumanía decidió finalmente no enviar tropas a la FINUL, según confirmó el presidente rumano, Traian Basescu.