Crónica Líbano/Israel (2).- El conflicto de Líbano ya ha causado 900 muertos y un millón de desplazados

Actualizado: jueves, 3 agosto 2006 20:35

Los cohetes de Hezbolá causan siete muertos en el norte de Israel mientras prosigue la ofensiva aérea y terrestre israelí

BEIRUT/JERUSALÉN, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 900 libaneses han muerto y 3.000 han resultado heridos desde que comenzó la ofensiva israelí, el pasado 12 de julio, según informó hoy el primer ministro libanés, Fuad Siniora. Por su parte, la milicia chií de Hezbolá anunció que no aceptará ningún alto el fuego en tanto no se retiren todos los soldados israelíes.

La aviación israelí bombardeó esta mañana, por primera vez en una semana, los suburbios de Beirut, mientras que un misil israelí causó la muerte de tres miembros de una misma familia en Taibeh. Aparte, siete personas murieron en el norte Israel por el impacto de cohetes de Hezbolá, que hoy disparó hasta un centenar de proyectiles en el espacio de una hora, y tres soldados israelíes murieron en combate en el sur de Líbano, donde Tel Aviv ha desplegado 10.000 soldados.

"Alrededor de 900 personas han muerto y 3.000 han resultado heridas hasta la fecha, y una tercera parte de las víctimas eran niños menores de 12 años", afirmó Siniora en un mensaje por videoconferencia transmitido a los asistentes a la cumbre de Organización de la Conferencia Islámica en Malasia.

Según Siniora, la ofensiva israelí "está generando un enorme balance en vidas humanas e infraestructuras, ha arrasado totalmente nuestro país y ha hecho añicos nuestra economía". Aparte, prosiguió, un millón de personas --la cuarta parte de la población-- están desplazadas a causa del conflicto.

Por su parte, fuentes de seguridad libanesas citadas por la cadena de televisión qatarí Al Yazira indicaron que cerca de 80 milicianos de Hezbolá han muerto desde que comenzaron las operaciones. Israel ha elevado esta cifra a 300.

ATAQUES AÉREOS Y COHETES

Mientras tanto, la aviación israelí reanudó hoy sus ataques y Hezbolá continuó con sus descargas de cohetes contra territorio hebreo, un día después de que la milicia chií lanzara entre 210 (según fuentes oficiales israelíes) y 300 (según la propia Hezbolá) cohetes contra Israel, uno de los cuales cayó en la localidad de Beit Shean, a 70 kilómetros, la más lejana alcanzada hasta la fecha.

Hezbolá efectuó esta tarde, en el espacio de una hora, un centenar de disparos contra Israel, según informaron fuentes oficiales israelíes. Tres árabes israelíes murieron en la localidad de Maalot por el impacto de un cohete junto al vehículo en que viajaban, y otras tres fallecieron durante un ataque contra la localidad de Acre. Una séptima persona falleció, pero no se ha informado del lugar exacto.

Por su parte, los aviones de combate israelíes atacaron la pasada madrugada los emplazamientos de Hezbolá en los suburbios de Beirut. La televisión libanesa señaló que los ataques sobre la capital, los primeros en aproximadamente una semana, fueron dirigidos contra varias viviendas de Hezbolá en la vecindad de Al-Ruweis, en Dahieh. Este ha sido el primer ataque aéreo contra este suburbio del sur de la capital libanesa en casi una semana.

Además, los aviones bombardearon varios objetivos civiles, como caminos y puentes, cerca de la frontera con Siria, y varios testigos presenciales informaron del impacto de dos misiles en el Valle de Bekaa, a unos 75 kilómetros al este de Beirut. Aparte, un misil israelí impactó contra una casa próxima a la localidad de Taibeh, a unos cinco kilómetros de la frontera con Israel, matando en el acto a tres personas, un matrimonio y su hijo.

Mientras, las tropas israelíes prosiguieron con sus combates sobre el terreno con Hezbolá en cinco puntos distintos del sur de Líbano, en los que el Ejército hebreo ha desplegado hasta 10.000 soldados. Durante los enfrentamientos, tres militares israelíes murieron por el impacto de un cohete anticarro cerca de la localidad de Farajin, según informó el Ejército.

Por su parte, y en vista de las víctimas israelíes causadas hoy por la milicia libanesa, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz ordenó esta tarde a los altos mandos del Ejército que comiencen a preparar la siguiente etapa de la operación militar hebrea en Líbano, por la que se tratará de extender el control israelí hasta el río Litani (a 30 kilómetros de la frontera israelí), según informaron fuentes militares.

La siguiente fase de la operación, que incluiría el control de la localidad portuaria de Tiro, requerirá previamente la aprobación del Gabinete de Seguridad israelí. El Ejército hebreo aseguró hoy haber tomado posiciones hasta siete kilómetros en el interior de Líbano.

HEZBOLÁ Y OLMERT

En estas circunstancias, la paz parece cuanto menos tan lejana como el alcance de tiro de los cohetes de Hezbolá o la profundidad de las incursiones israelíes. El movimiento chií aseguró hoy que no aceptará ningún alto el fuego hasta que todos los soldados israelíes hayan abandonado Líbano, según declaró hoy el portavoz de la milicia, Hussein Rahal, a Al Yazira.

"Declarar un alto el fuego no es lo que preocupa al pueblo de Líbano mientras haya un soldado israelí en suelo libanés, incluso un solo metro", señaló Rahal. "No aceptaremos que ningún soldado israelí permanezca en territorio libanés y es derecho de cualquier libanés luchar hasta la liberación", añadió.

En la misma línea se expresó también el líder de Hezbolá, Hassan Nashralá que declaró en un mensaje de televisión que los combates por tierra entre Israel y le guerrilla chií libanesa son cada vez más y más violentos, y que los milicianos están "luchando hasta el último aliento y la última bala".

El dirigente calificó de "milagrosa" la capacidad de los milicianos de contener la ofensiva terrestre del Ejército israelí y aseguró que están teniendo éxito en su objetivo de provocar "las máximas víctimas" entre las tropas israelíes. Además amenazó con lanzar misiles que pueden alcanzar Tel Aviv.

Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, insistió en una entrevista a 'The Times' en que la posible fuerza internacional de interposición en el sur de Líbano deberá "solaparse" temporalmente con las tropas israelíes con el fin de evitar un "vacío" que permita a Hezbolá recuperar posiciones. "No nos retiraremos y no dejaremos de disparar hasta que haya una fuerza internacional que controle efectivamente la zona", precisó.

Dicha fuerza, según el jefe de Gobierno israelí, debe estar compuesta por "soldados reales, no pensionistas que viven a pasar unos meses de recreo en el sur de Líbano". En cuanto al número de efectivos, opinó que debería contar con unos 15.000 hombres.

Olmert subrayó también que la fuerza debe ser "efectiva" y criticó con dureza el papel de la actual fuerza de la ONU en el sur de Líbano, la FINUL. "A nosotros no nos gustaba mucho la FINUL porque no era útil ni ayudaba" ni impidió el ataque de Hezbolá contra los soldados israelíes que desencadenó la actual ofensiva, prosiguió.

Según el primer ministro, "la guerra empezó no sólo por la muerte de ocho soldados israelíes y el secuestro de dos, sino también por el disparo de Katiushas y otros cohetes contra las ciudades israelíes esa misma mañana, indiscriminadamente". "Ahora sabemos que durante años Hezbolá, con ayuda de Irán, construyó una infraestructura de un volumen significativo en el sur de Líbano para usarla contra el pueblo israelí", añadió.