Dos cohetes presuntamente lanzados por Hezbolá alcanzan Haifa sin causar heridos
JERUSALEN, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 50 civiles han muerto en el sur de Líbano como consecuencia de la ofensiva militar lanzada por Israel, la de mayor envergadura contra este país desde hacía décadas, en respuesta al ataque efectuado el martes por Hezbolá en la frontera con Israel, en el que murieron ocho soldados y fueron secuestrados otros dos. Entre los objetivos atacados por la fuerza aérea israelí figuran puentes e infraestructuras civiles, incluido el aeropuerto internacional de Beirut, pero también bases militares del Ejército libanés. Hezbolá respondió a los ataques lanzando decenas de cohetes contra el norte de Israel, terminando con la vida de dos civiles israelíes y llegando incluso a Haifa, la tercera ciudad más poblada del país.
El día comenzó con un ataque del Ejército israelí contra las pistas del aeropuerto internacional de la capital libanesa. El bombardeo obligó al cierre de las instalaciones y dos aviones tuvieron que desviar su itinerario hacia el aeropuerto de Larnaca (Chipre), pero no se registró ninguna víctima. Ya por la noche, otro helicóptero israelí atacó por segunda vez el aeropuerto internacional, incendiando los almacenes de combustible.
Otros ataques de la fuerza aérea israelí por la noche alcanzaron al menos 40 objetivos a lo largo de todo Líbano, incluyendo puentes e infraestructuras en los ríos Litani y Wazzani, así como una sede de la cadena de televisión de Hezbolá, Al Manar TV, que siguió emitiendo después.
Como respuesta a los ataques, los milicianos de Hezbolá lanzaron varios cohetes Katyusha hacia la ciudad de Nahariya, a 15 kilómetros de la frontera, provocando la muerte de una mujer israelí, de 40 años de edad y causando heridas a varias personas. Asimismo, provocaron daños en una base de la fuerza aérea y alcanzaron un pequeño aeródromo civil. A última hora del hoy, se conoció el fallecimiento de un segundo israelí por las heridas que le causó un misil lanzado desde el sur de Líbano contra el norte de Israel.
Acto seguido, el Ejército israelí confirmó que había impuesto el bloqueo por mar y aire sobre Líbano con el fin de cortar las vías de suministro de Hezbolá. Asimismo, el ministro de Defensa, Amir Peretz, aseguró que no permitirá a la milicia chií recuperar sus posiciones en la frontera.
El Ejército explicó que la actual operación en Líbano, bautizada 'Operación Recompensa Justa', será "larga" y podría durar incluso algunos meses, "lo que tarde en destruirse la capacidad de Hezbolá de lanzar ataques contra Israel".
Un alto oficial indicó que el barrio de Dahiya en Beirut, bastión de Hezbolá, será atacado si continúan los ataques con cohetes contra las ciudades israelíes. En respuesta, Hezbolá amenazó con atacar con cohetes la ciudad portuaria israelí de Haifa y sus alrededores.
ATAQUE A HAIFA
De hecho, dos cohetes lanzados desde Líbano por presuntos milicianos de Hezbolá cayeron sobre Haifa por la tarde, sin que ninguna persona resultase herida, según informaron las autoridades hebreas.
Se trata de la primera vez que cohetes lanzados desde el país vecino llegan tan al interior de Israel. Haifa, bañada por el mar Mediterráneo, es la tercera ciudad más poblada de Israel con unos 300.000 habitantes. El ataque alcanzó el barrio de Stella Maris, una popular zona entre los turistas cristianos que está repleta de restaurantes, un monasterio y una iglesia.
Hezbolá negó tener cualquier implicación en los cohetes caídos en esta ciudad portuaria. Uno de los líderes de la milicia, Seik Naim Kassem, negó en una entrevista telefónica con Al Jazira que su grupo disparase cohetes contra Haifa, reiterando que esto sólo ocurrirá si "Beirut o sus suburbios del sur resultan atacados".
En total, Israel ha conseguido alcanzar cientos de objetivos en Líbano. En declaraciones a la prensa, el comandante en jefe de la Comandancia Norte, el general Udi Adam, señaló que los ataques de Israel se dirigen contra la infraestructura en Líbano que mantiene cohetes y otros arsenales bélicos pertenecientes a Hezbolá.
Por otra parte, advirtió de que el Ejército israelí no excluye la posibilidad de enviar tropas terrestres a Líbano, pero que no planeaba una llamada masiva de reservistas. Asimismo, tampoco descartó convertir en objetivo al líder de Hezbolá, el jeque Hasan Nasralá. "Todas las operaciones son legítimas para terminar con el terror", apostilló.
Por la tarde, la aviación israelí atacó una importante base aérea del Ejército en el este de Líbano, cerca de la frontera con Siria, en el que supuso el primer ataque contra un objetivo militar libanés desde que comenzara ayer la ofensiva contra Hezbolá, según informó la Policía libanesa.
Sin embargo, aún no se tiene ninguna información fiable sobre la suerte de los dos soldados capturados ayer. Israel tiene informaciones según las cuales Hezbolá estaría intentando trasladarles a Irán, según declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mark Regev, quien no citó fuentes.
MEDIACION DE LA ONU
En un intento por tratar de suavizar la tensión, el Gobierno libanés solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que ordene un alto el fuego en la frontera entre Líbano e Israel y levante el asedio que sufre Líbano, señaló el ministro de Información, Ghazi Aridi, después de una reunión de urgencia del gabinete libanés.
Sin embargo, la petición de Beirut no tiene visos de salir adelante, después de que Estados Unidos vetara esta noche un borrador de resolución introducido por Qatar en nombre de los países árabes en el Consejo de Seguridad que condenaba los ataques israelíes sobre la franja palestina de Gaza. El borrador acusaba a Israel de "uso desproporcionado de la fuerza" que pone en peligro la vida de los civiles palestinos y pedía a Israel que retire sus tropas de Gaza.
Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, acordó el envío urgente de un equipo de tres personas que visitarán Oriente Próximo y mantendrán en El Cairo una reunión con responsables de la Liga Arabe con la intención de frenar la escalada bélica en la región.
Según un comunicado emitido por el portavoz de Annan, el equipo estará formado por el enviado especial del secretario general para Oriente Próximo, Alvaro de Soto; su asesor especial, Vijay Nambiar, y su representante, Terje Roed Larsen.
