Siniora promete que "su sangre no se derramará en vano" mientras el padre de Gemayel pide la calma y evitar actos de venganza
MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El prominente ministro de Industria libanés de tendencias antisirias y líder de los cristianos, Pierre Gemayel murió hoy asesinado de un tiro a quemarropa en un suburbio de Beirut, según informaron fuentes oficiales del propio partido Falanges Libanesas, que lideraba el fallecido. Este acto no hace más que añadir más leña al fuego en la tensa vida política libanesa, en la que las disputas entre la mayoría parlamentaria antisiria y el grupo chií Hezbolá, amenazan con acabar con la estabilidad democrática en el país de los cedros.
Con este último asesinato la tensión política continúa aumentando en Líbano, y se renuevan los recuerdos del asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, también antisirio, el pasado 14 de febrero de 2005.
Según los testimonios de los presentes en el momento del asesinato, Gemayel recibió un disparo cuando viajaba en su vehículo por Jdeideh, vecindario cristiano situado en el extremo norte de Beirut. Los mismos testigos afirmaron que un vehículo embistió al coche en el que viajaba Gemayel, tras lo que un hombre armado salió y le disparó a quemarropa.
Gemayel fue trasladado rápidamente a un hospital local, según informaron la televisión libanesa y portavoces de Falanges Libanesas, que aseguraron que entró con vida en el centro. La radio del partido fue la encargada de confirmar minutos más tarde su muerte.
Por su parte, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, hizo un llamamiento a la unidad del país, durante una comparecencia en la televisión nacional y vinculó el asesinato de Gemayel con la formación de un tribunal internacional para juzgar a los sospechosos del asesinato de Hariri, hecho que provocó la actual crisis con Hezbolá, que abandonó recientemente el Ejecutivo en protesta por la formación de esta corte.
"Os prometo que vuestra sangre no se habrá derramado en vano", afirmó Siniora, elogiando a Gemayel. "No dejaremos a los asesinos controlar la suerte de Líbano y el futuro de sus hijos", aseguró. "Ha llegado el momento para que todos los libaneses se unan en torno al tribunal internacional", añadió.
Gemayel, quien además era hijo del ex presidente libanés Amin Gemayel, es la quinta personalidad antisiria asesinada en Líbano en los dos últimos años y el primer miembro del Ejecutivo de Siniora en ser asesinado.
En este sentido, el llamamiento a la calma lo protagonizó el propio padre del fallecido, que apareció horas después de la muerte de su hijo para pedir a los partidarios de éste que eviten la venganza. "Tengo un deseo, que esta noche sea una noche de oración para contemplar el significado de este martirio y cómo proteger a este país", aseveró Amin Gemayel.
"Llamo a todos aquellos que aprecian el martirio de Pierre a preservar su causa y a todos nosotros que sigamos al servicio de Líbano", aseveró. "No queremos reacciones y venganza", añadió.
Tras conocer el asesinato, el hijo de Rafik Hariri, Saad Hariri, líder de la mayoría parlamentaria antisiria, interrumpió una conferencia de prensa televisada en la que participaba. Posteriormente declaró a la CNN que el ministro fallecido era "un amigo y un hermano para todos nosotros" y prometió "llevar ante la justicia a aquellos que le asesinaron".
Por el momento, Siria no ha reaccionado oficialmente al asesinato aunque, a través de una fuente oficial anónima citada en la agencia oficial de noticias Sana condenó el acto calificándolo de "crimen despreciable". "Este crimen despreciable pretende destruir la credibilidad y la paz en Líbano", señaló dicha fuente, que manifestó el deseo de Siria de que haya unidad, seguridad y estabilidad en Líbano.
LÍBANO PAGA "UN ALTO PRECIO"
En Occidente tampoco se hizo esperar la cadena de condenas y reacciones a este nuevo asesinato, con el que ya son cinco los altos cargos y políticos libaneses asesinados en los dos últimos años.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común (PESC), Javier Solana, trasladó el pésame a su familia y amigos y lamentó que Líbano pague una vez más un "alto precio" por querer vivir en paz.
Además, asegura que será necesario encontrar y juzgar a los responsables de ese "vil asesinato" que recuerda "otros tiempos". "Líbano paga una vez más un duro precio por su voluntad de vivir en paz y de manera independiente. En mi nombre y en el de toda la Unión Europea, rindo homenaje al valor y la determinación de todos los que quieren ver un Líbano independiente, soberano y unido", agrega el alto representante europeo.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, denunció el asesinato del ministro y fue un poco más allá al sugerir que Siria e Irán están tratando de minar al Gobierno democráticamente elegido del primer ministro Siniora.
"Apoyamos al Gobierno de Siniora y su democracia, y apoyamos al pueblo libanés en su deseo de vivir en paz", dijo Bush, que resaltó el apoyo a "sus esfuerzos por defender su democracia contra los intentos de Siria, Irán y sus aliados de fomentar la inestabilidad y la violencia en este importante país".
Asimismo, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, calificó el asesinato como un "nuevo intento de desestabilización de Líbano", según declaró en la Asamblea Nacional. "Francia desea decirle al pueblo libanés cuánto deseamos luchar junto a él para que conserve su soberanía y su independencia", manifestó Philippe Douste-Blazy. Ante la prensa, el ministro aseguró que París es consciente de que "el Gobierno de Fuad Siniora es atacado por fuerzas que intentan desestabilizarlo". "Lo sabemos todos, pero Francia está junto al pueblo libanés", añadió.
Por su parte, el Gobierno español manifestó esta tarde en un comunicado su "más enérgica condena" por el atentado terrorista y pidió que se castigue a todos los culpables. "El Gobierno español exige que las circunstancias del atentado sean debidamente investigadas, se depuren las responsabilidades y se castigue a todos los culpables", aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Asimismo, el primer ministro británico, Tony Blair, se unió a la cadena de reacciones internacionales y afirmó que este acto "no tiene justificación alguna". "Condenamos completamente este asesinato", afirmó Blair que al mismo tiempo señaló que "es necesario hacer todo para proteger al democracia en Líbano y el puesto del primer ministro Fuad Siniora".
Por su parte, el aún secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien se despidió hoy de los periodistas durante la mañana, se vio obligado a aparecer de nuevo en escena para condenar el atentado y reiteró que tales actos de terrorismo que perjudican la estabilidad de Líbano son "inaceptables" y "no tienen cabida en una sociedad democrática y abierta". Por ello, insistió en que los autores e instigadores de este asesinato deben ser llevados ante la Justicia para poner fin así a la impunidad de estos crímenes.
