El Gobierno israelí acusa a la milicia chií de "escupir" a la cara a la comunidad internacional
BEIRUT, 22 Sep. (EP/AP) -
El líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, Hasan Nasralá, aseguró hoy que sus miembros abandonarán las armas solamente cuando terminen las "amenazas" de Israel y el Gobierno libanés sea lo bastante fuerte como para proteger el país. Por su parte, el Ejecutivo israelí acusó a la organización chií de "escupir" a la cara a la comunidad internacional.
Nasralá participó esta tarde en una gran manifestación convocada en Beirut, en su primera aparición en público desde el inicio de la guerra con Israel el pasado 12 de julio, que se prolongó durante 33 días.
En su discurso ante la multitud, varios cientos de miles de personas, el jefe de Hezbolá dio además las gracias a Dios por lo que consideró una "victoria divina, historia y estratégica" ante el Estado judío.
Por otra parte, el clérigo adelantó que la milicia no pondrá en libertad a los dos soldados israelíes capturados si no hay un intercambio con presos libaneses en manos de Israel. El rapto de ambos militares desencadenó el conflicto que acabó con la resolución 1701 de la ONU.
Asimismo, aseguró que Hezbolá tiene más de 20.000 cohetes y que la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) reforzada no dañará el arsenal de la guerrilla.
Nasralá explicó que decidió aparecer en público a pesar de las amenazas de muerte a las que se enfrenta. "Ellos (los israelíes) dijeron que esta plaza sería bombardeada y esta plataforma sería destruida para atemorizar a la gente y mantenerla alejada", sostuvo.
El líder de la milicia dijo que había discutido su aparición con sus allegados hasta 30 minutos antes del acto. "Pero mi corazón, mi mente y mi alma, no me permitieron dirigirme a ustedes desde la distancia. Ustedes están demostrando al asistir a esta celebración de la victoria que tienen más valor que entre el 12 de julio y el 14 de agosto", expresó, refiriéndose al comienzo y a la finalización de la guerra con Israel.
Las medidas de seguridad fueron reforzadas antes de la llegada de Nasralá. La celebración tuvo lugar en un edificio situado a poco menos de dos kilómetros de la sede de Hezbolá, destruida en la guerra. Aunque Israel había amenazado con matarle durante su ofensiva, actualmente se considera improbable un intento de asesinato porque podría desencadenar nuevos conflictos en la región.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, no dejó claro ayer si Nasralá seguía siendo un posible blanco. "No existen razones para notificar a Nasralá a través de los medios de prensa cómo actuaremos. No lo notificaremos por adelantado. El está realizando una marcha de la victoria porque ha perdido", declaró Olmert al diario israelí 'Maariv'.
"ESCUPIR" A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Mientras, el Gobierno israelí acusó hoy a la milicia chií de "escupir" a la cara a la comunidad internacional después de que su líder compareciera hoy públicamente en Beirut.
"Nasralá está retando no sólo al Gobierno de Líbano, sino a toda la comunidad internacional", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Mark Regev. "La comunidad internacional no puede permitirse tener a este extremista financiado por Irán escupiendo a la cara de la comunidad organizada de naciones", añadió. Regev subrayó que en virtud de la resolución de la ONU que permitió el alto el fuego Hezbolá "no debería tener ningún cohete".
FINUL
El comandante de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), el general francés Alain Pellegrini, aseguró hoy que las tropas internacionales no abrirán fuego contra milicianos de Hezbolá incluso cuando éstos se dirijan a atacar a Israel porque no forma parte de su mandato, al tiempo que denunció que Israel viola a diario el acuerdo de alto el fuego al sobrevolar el territorio libanés.
En una entrevista concedida al diario israelí 'Jerusalem Post', Pellegrini explicó que aunque las nuevas normas de compromiso que fija la resolución 1701 para la FINUL permiten abrir fuego, él no daría la orden a sus hombres de disparar contra milicianos de Hezbolá si estos fueran localizados de camino a la Línea Azul y se dirigieran a atacar a Israel, ya que la labor de la fuerza de la ONU, dijo, no es desarmar a Hezbolá.
La FINUL está en Líbano para "asistir al Ejército libanés" y para "informarles y aconsejarles sobre cómo pueden hacer su trabajo", explicó el militar francés. "Primero observaremos y luego informaremos al Ejército libanés", indicó. "Si vemos algo peligroso informaremos al Ejército libanés y este decidirá si actúa de forma independiente o considera reaccionar de forma conjunta con nosotros", añadió.
