Crónica Nepal.- El futuro de la monarquía y el desarme maoísta, principales escollos del proceso de paz nepalí

Actualizado: domingo, 15 octubre 2006 21:32

KATMANDÚ, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

A pesar de las expectativas que todos tenían de llegar a un acuerdo, o por lo menos avanzar en las negociaciones de paz, entre el Gobierno nepalí y los rebeldes maoístas, el encuentro de máximo nivel entre el primer ministro y el líder comunista celebrado ha sido un fracaso total. La expectación levantada por la llegada a la capital de Prachanda, el máximo dirigente de los maoístas, no ha servido para alentar las conversaciones y ambas partes afirmaron que "aún queda mucho trabajo interno que hacer".

El coordinador la delegación maoísta, Krishna Bahadur Mahara, afirmó que las conversaciones se han aplazado por ahora y no se ha establecido ninguna fecha para una futura reunión. Otro representante maoísta, Dev Gurung, declaró que los siete partidos que forman el Gobierno no han podido "librarse de las presiones ejercidas desde palacio y desde el extranjero", informaron los medios de comunicación nepalíes. Además, Gurung les acusó de fracasar en el intento de construir una república democrática y atribuyó el fracaso del encuentro a actitud del Gobierno, empeñado en "arrodillarse" ante las fuerzas extranjeras.

Los principales escollos en las negociaciones entre el Gobierno de unidad nacional, formado por siete partidos, y los rebeldes maoístas del Partido Comunista de Nepal continúan siendo la configuración monárquica o republicana del Estado y el desarme del Ejército Maoísta.

La sesión de hoy es la cuarta de la segunda ronda de negociaciones de paz y reunía de nuevo a los máximos representantes de ambas partes, al primer ministro Girija Prasad Koirala y al líder maoísta Prachanda. Estas cuatro reuniones, celebradas en una sola semana, suponen la reanudación de un proceso de paz estancado desde el pasado mes de junio, y han despertado grandes expectativas en la sociedad nepalí, que por fin vislumbra la salida a un largo y sangriento conflicto. En la reunión de hoy, a diferencia de las tres anteriores mantenidas el pasado domingo, el martes y el jueves, no se ha establecido ninguna fecha para volver a la mesa de diálogo.

"Ambas partes coincidieron en que aún queda mucho trabajo interno que hacer y acordaron concertar una reunión en poco tiempo", informó un representante del Partido del Congreso Nepalí, Arjun Narsingh Koirala.

Pushpa Kamal Dahal 'Prachanda' llegó a la residencia oficial del primer ministro en Katmandú con una escolta propia y una hora y cuarto más tarde de la hora anunciada para el encuentro. Muchos curiosos presenciaron el momento de la llegada del líder maoísta, aunque también había centenares de manifestantes con pancartas que pedían el fin de la insurgencia comunista y militantes de organizaciones maoístas que pedían la convocatoria inmediata de una asamblea constituyente.

Militantes maoístas con cintas rojas en la cabeza contenían a la multitud, mientras la Policía se encargaba de vigilar la entrada a la residencia de Baluwatar.

REUNIÓN MAOÍSTA

La reunión del Comité Central del Partido Comunista Nepali (PCN), celebrada ayer sábado, se perfiló desde un principio como clave, ya que definiría la posición de los maoístas de cara a la reunión de hoy. En ella, el PCN decidió proponer cinco opciones. La primera sería la proclamación inmediata de una república y la deposición del rey Gyanendra, responsable de importantes crímenes durante el periodo que ejerció el poder absoluto en el país gracias a un auto-golpe de Estado.

La segunda opción prevé suspender la monarquía hasta que un referéndum o la nueva Asamblea Constituyente decida sobre su futuro. En tercer lugar los maoístas proponían alcanzar un amplio consenso para alcanzar una república democrática a través de la Asamblea Constituyente. Como cuarta opción prevén la nacionalización de las propiedades del monarca; y como quinta y ultima opción proponen que, si los siete partidos del Gobierno no aceptan ninguna de las cuatro anteriores, los maoístas no entrarán en el Gobierno interino y exigirán la convocatoria inmediata de elecciones constituyentes.

Con respecto al otro tema de debate, el desarme del Ejército Maoísta, el Comité Central apostó por un desarme según lo establecido por la carta de la ONU: tanto el Ejército Nepalí como el Ejército Maoísta permanecerían confinados en sus cuarteles, con las armas bajo llave.

13.000 MUERTOS

Los partidos políticos acordaron en junio permitir a los maoístas unirse a un Gobierno interino a cambio de su rendición, pero las negociaciones finalmente se estancaron. Ambos bandos se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego.

Gobierno y rebeldes declararon un alto el fuego y comenzaron las negociaciones de paz en abril, tras semanas de manifestaciones pro-democráticas que obligaron al rey Gyanendra a ceder el poder absoluto que había tomado tras un auto-golpe de Estado.

En el conflicto entre el Estado nepalí y los rebeldes maoístas han muerto más de 13.000 personas desde que en 1996 tuviera lugar la insurrección.