Crónica Nigeria.- Obasanjo deja mañana la presidencia de Nigeria en manos de su 'delfín', Yaradua

Actualizado: lunes, 28 mayo 2007 18:11

Violencia y desigualdad social serán los mayores retos del sucesor del presidente nigeriano

ABUJA, 28 May. (EUROPA PRESS) -

Mañana terminan oficialmente los ocho años de mandato del presidente Olusegun Obasanjo en Nigeria, un país que quedará en manos de su sucesor, Umaru Musa Yaradua, del Partido Democrático del Pueblo (PDP). Obasanjo, un dirigente que despertó importantes esperanzas y expectativas de cambio cuando llegó al poder, deja un país acuciado por la incertidumbre de la violencia y la desigualdad social, pero que conserva intactas sus aspiraciones de crecimiento económico.

"Mi mayor logro ha sido asegurar que cada nigeriano tenga esperanza", afirmó Obasanjo en un discurso pronunciado este fin de semana. También aprovechó para elogiar la victoria de su partido en las últimas presidenciales, ya que "es necesaria una continuidad en las políticas de desarrollo".

El mayor reto de Yaradua será conseguir una distribución justa de la riqueza entre los 140 millones de habitantes de un país extraordinariamente rico en recursos naturales. Nigeria es el mayor productor de petróleo de África. Precisamente uno de los puntos más negros de la administración de Obasanjo ha sido el incremento de la violencia en el estado del Delta del Níger, donde proliferan los grupos armados, alimentados por la frustración de una juventud que no ve cómo la explotación de los hidrocarburos por las empresas extranjeras podría beneficiarles.

La administración de Obasanjo ha tratado este conflicto como un mero problema de orden público y respondió en consecuencia, pero muchos apuntan que no se podrá alcanzar la estabilidad si no se abordan con seriedad cuestiones como el control de los recursos, los Derechos Humanos, el reparto de poder y el buen gobierno. Diversas organizaciones internacionales denuncian también el centralismo excesivo y la politización étnica.

Desde el punto de vista internacional, Obasanjo ha sido visto por occidente como un 'policía' regional, dispuesto siempre a intervenir para promover la estabilidad en la región del África occidental, pero Nigeria tiene un gran potencial político como actor de la región que podría salir a relucir si consigue resolver sus problemas internos.

TRES MANDATOS

Obasanjo cederá el mando a su sucesor, Yaradua, ya que la ley nigeriana le impide optar a un cuarto mandato a pesar de que intentó reformar esta norma. El presidente saliente accedió al poder en 1999, tras ganar por abrumadora mayoría unas elecciones, pero no era la primera vez que ejercía la jefatura del Estado.

Como comandante militar ejerció como presidente del país entre 1976 y 1979, fecha en la que se convirtió en el primer dirigente militar africano que entregaba voluntariamente el poder a un Gobierno civil electo democráticamente. En 1998 fundó el Foro para el Liderazgo Africano (ALF, por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro destinada a mejorar la capacidad y competencias de los dirigentes africanos para que afrontaran los retos del desarrollo.

Durante los años posteriores se convirtió en una de las figuras más relevantes de la oposición, denunciando los abusos contra los Derechos Humanos de la dictadura de Sani Abacha (1993-1998), lo que le llevó incluso a ser condenado a cadena perpetua, aunque fue liberado posteriormente por el sucesor de Abacha, Abdulsalami Abubakar.

Obasanjo, de 70 años de edad, asegura que una vez abandone la presidencia se dedicará a dirigir su granja cercana a Lagos, pero muchos analistas esperan que continúe siendo una figura política relevante y con influencia a través de su delfín, Yaradua. Además, el clan Obasanjo seguirá gozando de relevancia pública gracias a su hija, Iyabo Obasanjo-Bello, elegida senadora por el PDP en las elecciones de abril.

ELECCIÓN DUDOSA

El grupo de observación electoral más importante en Nigeria, el Grupo de Observadores de la Transición (TMG por sus siglas en inglés), afirmó que las presidenciales del 21 de abril "fueron tan fraudulentas que deberían ser descartadas y realizadas de nuevo". Según la organización, que asegura contar con 50.000 observadores nigerianos, los comicios no se celebraron en muchos de los 36 estados del país y en otros comenzaron tarde. "Por eso es por lo que pedimos la anulación de toda la votación", indicó su presidente, Innocent Chukwuma.

Por su parte, el equipo de observadores de la UE en las elecciones aseguró que los comicios no respetaron los criterios mínimos internacionales y, por ello, "no pueden considerarse totalmente creíbles". "Estas elecciones no han respetado las expectativas del pueblo nigeriano y el proceso electoral no puede considerarse totalmente creíble", escribía el jefe de la misión, Max Van den Berg en un comunicado.

Según la misión de la UE, "al menos 200 personas, entre ellas policías y candidatos, fueron asesinadas en los enfrentamientos por motivos electorales" que se registraron los días 14 y 21 de abril.

Asimismo, los 59 observadores del Instituto Republicano Internacional, con sede en Estados Unidos, aseguraron que en las elecciones se produjeron muchas irregularidades y que no cumplieron con los "estándares internacionales". En un comunicado, el IRI afirmó que el proceso electoral estuvo "muy por debajo del estándar fijado por las elecciones previas en Nigeria y los estándares internacionales atestiguados por el IRI en todo el mundo".

El IRI, un reputado centro de observación electoral, señaló que durante las elecciones observaron "voto por debajo de la edad mínima, errores en el censo electoral, 'pucherazo', voto en grupo, a observadores de partido y policías dando instrucciones a la gente sobre a quién tenía que votar, falta de privacidad para votar, falta de material electoral y cierre prematuro" en algunos colegios electorales.

Poco antes de que se conocieran los resultados electorales del 21 de abril, el todavía presidente se dirigió a los nigerianos en un discurso inesperado en el que acusó a la oposición de "avivar las brasas del odio" y dedicarse a "actividades subversivas al margen de la ley".

Obasanjo admitió que las elecciones no fueron perfectas, pero confió que las próximas serán mejores. "Es mi ferviente deseo que los nigerianos consideren esta experiencia como un paso en nuestro viaje como un pueblo hacia la consolidación de nuestra democracia", dijo.

A pesar de las irregularidades y las denuncias, esta será la primera transferencia de poder entre dos líderes elegidos en las urnas no procedentes del cuerpo militar desde que Nigeria obtuviera la independencia de Reino Unido en 1960.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Obasanjo llegó al poder en 1999 con promesas de reconciliación nacional y lucha contra la corrupción, pero los opositores y grupos de defensa de los Derechos Humanos tienen sus dudas.

"Cuando Obasanjo llegó al poder, Nigeria estaba completamente dividida por años de mal gobierno militar. Han pasado ocho años sin que se haya sanado ninguna herida", apuntó Emma Ezeazu, directora de la Alianza por unas Elecciones Creíbles, un grupo de ONG y organizaciones civiles.

"La gente ha sido traicionada a muchos niveles, podemos afirmar que en su corazón (Obasanjo) es un dictador", afirmó el premio Nobel de Literatura Wole Soyinka. Soyinka firmó un documento junto con otros 48 premios Nobel en el que se pide la convocatoria de nuevas elecciones.

Otras voces, como la de Olisa Agbakoba, reconocido defensor de los Derechos Humanos y presidente del Colegio de Abogados de Nigeria, quien quiso diferenciar entre los fracasos políticos y los logros económicos de Obasanjo. "Su política le derribó. En el frente económico, creo que ha habido avances", apunto.