Crónica OIT.- La OIT saca 'tarjeta roja' al trabajo infantil que continúa afectando a más de 218 millones de niños

Actualizado: domingo, 11 junio 2006 17:13

La campaña forma parte del programa de actividades con motivo de la celebración de este Día Mundial bajo el lema ¡Juntos podemos hacerlo!

MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

Coincidiendo con la Copa Mundial de Fútbol, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha decidido sacar una 'tarjeta roja' al trabajo infantil --que a día de hoy continúa afectando a más de 218 millones de niños-- como parte de una serie de actividades contempladas para conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo infantil que se celebra mañana lunes.

El pasado mes de mayo, la OIT publicó su último informe acerca de esta lacra social bajo el esperanzador título 'La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a nuestro alcance' en el que señala una reducción del 11% en el trabajo infantil entre 2000 y 2004, especialmente en América Latina y el Caribe.

El conocido ex jugador de fútbol camerunés Roger Milla, así como personalidades vinculadas al mundo del deporte y laboral estarán presentes en las actividades organizadas en Ginebra --sede de la OIT-- para pedir la eliminación del trabajo infantil en el marco de la campaña de la 'tarjeta roja', que bajo el patrocinio de la FIFA, ha sido difundida a millones de personas desde su lanzamiento en 2002.

PRODUCCION DE BALONES EN PAKISTAN

En Sialkot, Pakistán, donde el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC) ha estado trabajando para erradicar el trabajo infantil en la industria de elaboración de los balones de fútbol con el apoyo de socios como FIFA, este año se conmemora el Día Mundial y su cercanía al Mundial con el primer juego de fútbol enmarcado en un programa de la OIT y la FIFA para defender los derechos de los niños

En 1996 los sindicatos contribuyeron a dar a conocer la incidencia del trabajo infantil en el sector de la producción de balones de fútbol en Pakistán. Desde 1997, la OIT ha colaborado con el Gobierno de Pakistán, la FIFA, la Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos (WESG), los sindicatos, los fabricantes, la organización Save de Children y ONG para poner fin a la situación de más de 7.000 niños que trabajaban cosiendo balones.

En este sentido y una vez que los supervisores del IPEC no encontraron más casos de trabajo infantil en los centros de cosido, en mayo de 2002 se creó una asociación independiente de vigilancia y seguimiento del trabajo infantil (IMAC), que comenzó a funcionar en marzo de 2003.

Actualmente, el Gobierno del distrito dedica cerca del 70% de su presupuesto a la educación y ha aprobado una resolución para convertir a Sialkot en una zona libre de trabajo infantil. Según la OIT, "las lecciones aprendidas a partir de esta iniciativa, entre las cuales figura la elaboración por la FIFA de un módulo sobre balones de fútbol que forma parte de los esfuerzos de rehabilitación, se repetirán dentro del propio Pakistán, en el resto de la región y en todo el mundo".

"Muchos creen que el trabajo infantil siempre estará con nosotros", dijo el director general de la OIT, Juan Somavia. "Pero la movilización mundial contra esta práctica ha demostrado que están equivocados. Ese es el significado de sacarle simbólicamente la tarjeta roja al trabajo infantil, no es sólo un gesto, es una manera de resaltar esta lucha por el derecho de cada niño a vivir su infancia".

REDUCCIÓN DEL 11%

Según informó el director de la Oficina de la OIT en España, Juan Hunt, el número de niños trabajadores de entre 5 y 17 años pasó de 246 millones en 2000 a 218 millones en 2004, lo que representa un descenso del 11%. En el caso de los niños de esta edad atrapados en las formas más peligrosas de trabajo, se pasó de 171 a 126 millones, lo que equivale a una disminución del 26, siendo ésta más acusada si se contempla la franja de edad de entre 5 y 14 años, llegándose así a una caída del 33%, explicó Hunt.

Por sexos, el problema del trabajo infantil afecta a ambos por igual, aunque quizá en mayor medida a los varones. Así, según los datos de la OIT, se calcula que hay unos 53 millones de niñas de 12 años que trabajan en el mundo, 20 de ellas en puestos muy peligrosos. Cuanto menores son las niñas, mayor es la tasa de trabajo entre ellas ya que "empiezan a trabajar antes porque no van a la escuela" pero, a medida que crecen "se quedan ejerciendo las tareas del hogar en la propia casa", añadió.

Por sectores, la agricultura emplea a siete de cada diez niños que trabajan en el mundo, mientras que el 22% están empleados en el sector servicios (venta, restaurantes, hoteles, transportes...) y sólo el 9% en el industrial, en el que se incluye la minería, la manufactura, la construcción y los servicios públicos (electricidad, agua y gas), según datos del IPEC.

En su informe 'La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a nuestro alcance', la OIT destaca que en la región de América Latina y el Caribe es en la que se ha producido un "descenso más significativo". Aquí, se ha producido un descenso notable de casi dos tercios pasando de 17,4 a 5,7 millones de niños trabajadores de entre 5 y 14 años en el periodo estudiado, lo que sitúa la tasa actual en el 5,1% del total de la población infantil de la región, según datos de la organización.

Asimismo, en la región de Asia-Pacífico, donde se encuentran la mayoría de los menores de edad que trabajan, también se ha registrado un leve descenso y se ha pasado de 127,3 a 122,3 millones, lo que representa aún el 18,8 del total de población de entre 5 y 14 años de esta región.

Por otro lado, la cruz del informe la representa la región del Africa Subsahariana donde el aumento de la población infantil en el periodo 2000-2004 ha venido acompañada de un leve aumento de niños que trabajan (de 48 a 49,3 millones) si bien estos representan ahora un porcentaje menor (26,4 frente al 28,8%). Esta tasa supone la más elevada a nivel mundial y en este caso concreto una de las razones que explican esta situación es la alta incidencia del sida en la región, que deja a millones de niños huérfanos, empujándoles inevitablemente a trabajar para subsistir.