Además pidió que el Consejo de DDHH evite acusaciones parciales en el conflicto palestino-israelí y lamentó que no preste atención a otras regiones como Darfur GINEBRA, 21 Nov. (EP/AP) -
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se despidió hoy de los periodistas en la sede de la organización internacional en Ginebra antes de abandonar su cargo el próximo diciembre. En su última rueda de prensa, Annan dedicó palabras a la situación en Irak, asegurando que Siria e Irán "forman parte de la solución" y considerando que Estados Unidos "está atrapado" en el país. Además, pidió al Consejo de Derechos Humanos que evite acusaciones parciales en el conflicto palestino-israelí y lamentó que no preste atención a la situación en otras regiones, como Darfur, Corea del Norte o Birmania.
Annan, señaló hoy que Estados Unidos está "atrapado en Irak" y pidió a Washington que considere de manera cuidadosa el mejor momento para abandonar el país, para que esta retirada no resulte en un mayor deterioro de la seguridad.
"Estados Unidos, de alguna manera, está atrapado en Irak", consideró Annan. "No puede permanecer y no puede irse. Hay quien mantiene que su presencia es el problema y hay quien dice que si se van de manera precipitada, la situación empeorará", agregó.
Asimismo, señaló que la salida de las tropas estadounidenses de Irak "no debería llevar a un mayor deterioro de la situación". Según el secretario general, el objetivo debería ser marcharse cuando las autoridades iraquíes puedan asegurar un "entorno razonable y seguro".
Annan, cuyo mandato al frente de la Secretaría General de Naciones Unidas termina el próximo 1 de enero, dijo que la guerra en Irak y la incapacidad del Consejo de Seguridad de impedir la invasión del país por las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos son los mayores pesares de sus diez años como secretario general. "Creo firmemente que la guerra debería haber sido impedida", afirmó ante los periodistas en la sede de la ONU en Ginebra.
IMPARCIALIDAD EN EL CONSEJO DE DDHH
Por otra parte, consideró que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería ampliar su enfoque hacia el conflicto palestino-israelí para evitar acusaciones parciales.
En sus últimas declaraciones a los periodistas en Ginebra antes de abandonar su cargo a finales de este año, también lamentó que las preocupaciones del Consejo con las acciones de Israel en Líbano y en los Territorios Palestinos y su pasividad ante la situación en la región sudanesa de Darfur ha provocado que algunos se pregunten si tiene "un sentido del juego limpio".
"Ellos (por los miembros del Consejo) han tendido a centrarse en el asunto palestino, y por su puesto si te centras en el asunto palestino-israelí sin ni siquiera discutir Darfur y otros asuntos, algunos se preguntan '¿Qué está haciendo el Consejo?'", señaló.
Los 47 miembros del Consejo, que a principios de este año sustituyó a la desacreditada Comisión de Derechos Humanos, han sido muy criticados por algunos países, incluyendo Estados Unidos, por movilizarse en cuatro ocasiones para condenar a Israel, e ignorar las violaciones de los Derechos Humanos en Birmania, Corea del Norte o Sudán.
Las palabras de Annan coinciden con la publicación hoy de una investigación del Consejo sobre las acciones de Israel durante el conflicto en Líbano este verano con la milicia chií Hezbolá, que acusa al Estado hebreo de "una significativa pauta de excesivo, indiscriminado y desproporcionado uso de la fuerza contra los civiles libaneses".
La investigación, solicitada por miembros de la Organización de la Conferencia Islámica, no tenía el mandato de estudiar la conducta del grupo miliciano libanés durante la guerra. Aunque la investigación subraya que "cualquier investigación independiente, imparcial y objetiva sobre una conducta particular durante el desarrollo de hostilidades debe necesariamente hacer referencia a todas las partes beligerantes implicadas", el informe concluye que examinar las acciones de Hezbolá en territorio israelí hubiera excedido sus poderes.
DARFUR
Asimismo Annan explicó que espera que el Gobierno de Sudán responda entre hoy y mañana al acuerdo de paz firmado la pasada semana, y que permitiría el envío de soldados de pacificación de Naciones Unidas en la región de Darfur. Consideró que el acuerdo, anunciado el pasado jueves en Addis Abeba, Etiopía, podría significar "un punto de inflexión" en el conflicto, que en tres años se ha saldado con la muerte de unas 200.000 personas y obligado a 2,5 millones de personas a abandonar sus hogares.
Los 'cascos azules' --a cuyo envío se ha opuesto hasta ahora el Gobierno sudanés, sosteniendo que violaría su soberanía-- formarán parte de una fuerza mixta junto a tropas de la Unión Africana, que actualmente tiene desplegados a unos 7.000 hombres en la región sudanesa, pero cuyo mandato expira este año.
Annan explicó que la nueva fuerza incluiría a unos 17.000 soldados y unos 3.000 policías. Según el secretario general, Sudán ha aceptado el acuerdo, aunque todavía quiere estudiar el tamaño de la fuerza y cómo sería designado su mando. Además, Jartum quiere discutir el papel que tendría un nuevo representante especial conjunto de la ONU y la UA.
"Estos eran los únicos asuntos pendientes que iban a consultar y responder lo más rápido posible", explicó Annan a los periodistas en la sede la ONU en Ginebra. "Esperamos que vengan con una respuesta hoy, o, como muy tarde, mañana", agregó.
Al mismo tiempo, Annan aseguró que la organización internacional presionará para la puesta en marcha del tratado, para evitar el vacío de soldados de pacificación a finales de este año.
Ayer, el presidente sudanés, Omar al Bashir, alabó el acuerdo, aunque indicó que continuaban existiendo serias diferencias sobre estas cuestiones, después de que la semana pasada, Sudán ya enviara señales contradictorias sobre la aceptación del acuerdo.
