Crónica O.Próximo.- Abbas rechaza que haya un paso de Gaza a Cisjordania dentro de un acuerdo de intercambio de tierras

Actualizado: jueves, 23 agosto 2007 22:16

El jefe negociador de la OLP rechaza que Abbas acepte la creación de un Estado palestino en base a fronteras provisionales

JERUSALÉN, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, rechazó hoy que se haya negociado la existencia de un paso que una los Territorios Palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania, tal y como informó ayer el diario israelí 'Haaretz' y que se incluiría dentro de un acuerdo de intercambio de tierras entre palestinos e israelíes. Mientras, el enviado especial de la ONU en Oriente Próximo incidió en la necesidad de que Israel conceda más libertad de movimiento a los palestinos de Cisjordania y abra más zonas de paso en la frontera con la Franja de Gaza.

Israel propuso la creación de un paso para que los palestinos pudieran desplazarse de forma segura entre Cisjordania y la Franja de Gaza, como parte de un intercambio de tierras y un acuerdo de principios a consensuar en vistas de la conferencia de paz, auspiciada por Estados Unidos el próximo otoño.

Sin embargo, la oficina de Abbas aseguró hoy en un comunicado "que no existe un canal secreto y que lo que fue publicado sobre escenarios y expectaciones en algunos medios israelíes no es verdad", entre ellos, el diario israelí 'Haaretz'.

Asimismo, insistió en que la postura de Abbas quedó bien clara en las reuniones que mantuvo con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y reiteradas a los medios. "Estas conversaciones no han alcanzado el nivel de negociaciones respecto a detalles, tal y como han informado varios diarios israelíes", aclara el comunicado.

Según informó el rotativo 'Haaretz', los palestinos recibirían el control de la ruta, uno de los puntos principales de la propuesta, aunque Israel mantendría su soberanía sobre ese territorio y sólo comenzaría a funcionar si la ANP recupera el control de la Franja de Gaza. Tel Aviv cree que este movimiento ayudará al presidente palestino, Mahmud Abbas y al primer ministro, Salam Fayad, a ganar un mayor apoyo popular en Gaza.

Uno de los negociadores involucrados en las conversaciones con los palestinos indicó que el acuerdo de principios no incluirá detalles sobre las tierras que serán transferidas a la ANP a cambio de los terrenos donde existen asentamientos de israelíes, pero reflejará con la máxima amplitud posible un consenso sobre los puntos más importantes y esos detalles se negociarán tras la cumbre.

El punto de partida de estas negociaciones se centra en la delimitación que marca el muro de separación con Cisjordania construido por Israel, sin contar con los territorios anexionados, que fueron duramente criticados por haber sido presuntamente añadidos para ampliar los asentamientos. Esto dejaría el 92 por ciento del territorio cisjordano en manos de los palestinos, y el nuevo Estado sería más grande que el área que tiene ahora al este del muro, aunque sería menor que el propuesto en los Acuerdos de Ginebra.

Por otro lado, fuentes cercanas a Abbas sugirieron que el presidente palestino podría haber abandonado sus objeciones previas sobre la creación de un Estado palestino con fronteras temporales tras la firma del acuerdo de principios, pero sólo bajo la condición de que la comunidad internacional asegure el establecimiento de un calendario para la finalización de las negociaciones sobre las fronteras definitivas.

NO AL ESTADO CON FRONTERAS PROVISIONALES

Sin embargo, el jefe de la negociación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y asesor cercano de Abbas, Saeb Erekat, rechazó hoy que el presidente palestino aceptara declarar un Estado palestino en base a fronteras provisionales.

Por su lado, los israelíes han comenzado a pensar en distintas propuestas de ley para la compensación de los evacuados de los asentamientos de Cisjordania. De hecho, varias propuestas han sido elaboradas en este sentido por la laborista Colette Avital, Avshalom Vilan, del partido Meretz, y otra por parte de los laboristas Amir Peretz y Yuli Tamir.

Israel podría estar dispuesto a transferir además un cierto número de vecindarios árabes de Jerusalén y varios campos de refugiados que se encuentran fuera del muro y en el área fronteriza, y según se fueran cumpliendo los acuerdos seguirían transfiriendo más vecindarios.

El principio que guía esta repartición es similar al del plan propuesto por el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, las áreas judías para los judíos, y las árabes para los árabes. Los sitios sagrados serían administrados conjuntamente por representantes de las tres religiones predominantes, cada cual responsable de sus propias zonas.

Israel reconocería además el sufrimiento de los refugiados palestinos y aceptaría indirectamente algo de su responsabilidad sobre los refugiados desde la guerra de 1948. El Gobierno podría también tomar parte en un proyecto internacional para rehabilitar a los refugiados en los territorios palestinos en las áreas que Israel transferiría a la ANP y en los países en donde se encuentran viviendo ahora.

En este sentido, Israel basaría su postura en una cláusula contenida en la iniciativa de paz árabe, impulsada por Arabia Saudí en 2002 y ratificada por la Liga Árabe, que incide en que la "solución justa" al problema de los refugiados palestinos debe contar con el consentimiento del Ejecutivo de Tel Aviv.

LIBERTAD DE MOVIMIENTO PARA LOS PALESTINOS

Por otra parte, el enviado de Naciones Unidas en Oriente Próximo, Michael Williams, incidió hoy en la necesidad de que Israel proporcione más libertad de movimiento a los palestinos de Cisjordania y abra más zonas de paso en la frontera con la Franja de Gaza para evitar llevar a más palestinos a la pobreza tras la toma de esta región por parte de Hamás hace ahora dos meses.

"Un componente elemental del desarrollo económico es la libertad de movimiento, y en gran medida ésta no existe en Cisjordania", explicó Williams en una entrevista concedida a la agencia AP.

Asimismo, consideró que la decisión de Tel Aviv de cerrar las fronteras de la Franja de Gaza, excepto para cooperantes humanitarios, para debilitar al Gobierno de Hamás está amenazando gravemente la ya de por sí debilitada economía. "No sabemos cómo puede cambiar esta situación salvo abriendo más zonas de cruce, particularmente el de Karni", explicó refiriéndose al puesto fronterizo más importante.

A principios de este mes, Naciones Unidas alertó de que Gaza pronto llegará a depender únicamente de las ayudas extranjeras, por lo que se enfrentará a "consecuencias desastrosas" si el territorio continúa cerrado. Un grupo empresarial palestino advirtió además de que al menos 120.000 palestinos de Gaza más podrían perder su empleo.