Crónica O.Próximo.- La ayuda a los territorios palestinos creció en 2006 pese al boicot occidental

Actualizado: miércoles, 21 marzo 2007 20:34

En 2006 hubo más ayuda pero peor utilizada RAMALA (CISJORNIA), 21 Mar. (EP/AP) -

Un año después del comienzo del boicot a la ayuda destinada al Gobierno palestino de Hamás por parte principalmente de Estados Unidos y los países de la UE, la cuantía de esta continuó creciendo y pasó de los 750 millones de euros recibidos en 2005 a los 900 millones que recibió en 2006, fundamentalmente en concepto de ayuda de emergencia europea, de la ONU y del mundo árabe, que fue entregada por cauces distintos a los gubernamentales para evitar que cayera en manos de Hamás.

La ayuda recibida puede desglosare de la siguiente forma: 556 millones de euros en concepto de apoyo presupuestario además de 150 millones de euros en ayuda al desarrollo y al menos 263 millones en asistencia humanitaria directa, informaron fuentes oficiales.

Por su parte el jefe de la institución europea de ayuda de emergencia, Mario Mariani, constató que la ayuda europea llegó a unos 700 millones de euros en 2006, lo que supone un incremento de más del 30 por ciento en relación al año anterior.

La ayuda europea de emergencia, concedida a través del Mecanismo Internacional Temporal (TIM), fue establecida en junio del pasado año. El fondo ha entregado hasta febrero de 2007 millones de euros que han servido para mantener los hospitales en funcionamiento, comprar combustible de emergencia tras los bombardeos israelíes en Gaza y el pago de los salarios a 77.000 funcionarios. TIM consiguió con su ayuda beneficiar a un millón de palestinos, informaron fuentes del fondo.

Fuentes palestinas consideraron que estas son estimaciones aproximadas porque no está claro qué cantidad de fondos han llegado del mundo árabe, especialmente de Irán, o qué cantidades fueron introducidas en Gaza en efectivo a través de maletines por funcionarios de Hamás.

La ayuda enviada sin embargo ha sido menos efectiva en este último año ya que, en un intento de saltarse al Ejecutivo de Hamás, se ha bifurcado hacia diversos canales, incluida la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas, cuentas personales bancarias de ciudadanos palestinos, y otras fuentes, más que a las arcas del tesoro palestino.

"Se ha gastado más dinero de una forma menos coordinada", constató el vicedirector de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en los Territorios Palestinos, Pierre Bessuges.

Además, muchos critican que esta forma descoordinada de enviar los fondos ha contribuido a desmantelar la cuenta del Tesoro palestino, que había sido una de las mayores mejoras en la reforma fiscal, según los propios donantes. "La comunidad donante, particularmente los europeos, primero invirtieron miles de millones en el desarrollo institucional de la Autoridad Palestina, y durante el pasado año, invirtieron en una política que básicamente ha desmantelado los avances logrados", estimó un analista de International Crisis Group, Mouin Rabbani.

Sin embargo, el analista israelí, Gerald Steinberg, aseguró que en su opinión las sanciones han forzado a Hamás a compartir el poder y enviado un mensaje claro a los palestinos. "Muchos palestinos reconocen que están pagando un precio muy alto por tener como líderes a los radicales de Hamás, y por eso, yo diría sí, (las sanciones) son efectivas", opinó.

"UN PAIS INSOSTENIBLE"

Los economistas palestinos advierten de que algunos de los daños inflingidos por las sanciones son irreversibles, incluidas las pérdidas de los inversores de vuelos, pérdida de la confianza en la economía y debilitamiento de las instituciones gubernamentales. "No hay inversión, nada", lamentó el presidente de la Federación palestina de Industrias, Bassim Joury, que añadió que se está creando "un país que no será sostenible en el futuro".

Las sanciones, vigentes desde la pasada primavera, han detenido la mayoría de los proyectos de desarrollo en la zona, congelado la ayuda a la Autoridad Palestina, y provocado que Israel se quede con más de 376 millones de euros correspondientes a impuestos palestinos, que debería haber transferido. A causa del boicot, el Gobierno de Hamás ha tenido problemas para pagar a sus funcionarios, que son un cuarto de la población activa palestina. Asimismo, existen problemas para facilitar servicios públicos, como sanidad, pensiones o educación.

Por su parte, la ONU que había presupuestado en un principio 162 millones de euros en ayuda para distribución de alimentos y servicios básicos para 2006, se vio obligada tras las sanciones a aumentarla a 289 millones. En 2007, la ONU pretende aportar 341 millones en contribuciones de emergencia para los palestinos. Sólo Sudán y la RDC van por delante en la lista de aportaciones de emergencia.

El mundo árabe envió millones, parte de ellos, unos 51, introducidos en efectivo a través de maletas por miembros de Hamás, según el ex ministro de Economía palestino, Samir Abu Eisha.Pese a las contribuciones, el Producto Interior Bruto palestino cayó el pasado año en un 6,6 por ciento.

BOICOTEAR O NO BOICOTEAR

Mientras, los países donantes continúan barajando si mantienen el boicot al nuevo Gobierno de unidad palestino, integrado por Al Fatá y Hamás, o retoman la emisión de ayudas para paliar la grave crisis humanitaria a la que está sometida la población. Muchos críticos afirman que estas sanciones han costado a los donantes más dinero del que aportaban y además, han causado daños graves y a largo plazo a la ya empobrecida economía palestina.

Israel por su parte continúa presionando a Occidente para que mantenga las sanciones, alegando que el nuevo Gobierno en el que participa Hamás, no cumple con las condiciones establecidas por el Cuarteto para Oriente Próximo --Estados Unidos, Rusia, UE y ONU-- y necesarias para retomar la negociación de paz: abandono de la violencia, reconocimiento de Israel y aceptación de todos los tratados previos. Hasta ahora el Gobierno de unidad sólo ha aceptado claramente este último condicionante.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores hebreo, Mark Regev, aseguró hoy que su país apoya "con entusiasmo los esfuerzos de la comunidad internacional para mejorar el apoyo al pueblo palestino".

La perspectiva de que se produzca un cambio de actitud internacional respecto al Gobierno palestino es sin embargo incierta. La UE y Estados Unidos ya han afirmado que están dispuestos a negociar con algunos de los miembros de la coalición palestina que no pertenezcan a Hamás. Como prueba de ello, el cónsul estadounidenses en Jerusalén, Jacob Walles, se reunió con el nuevo ministro de Economía palestino, Salam Fayyad, un respetado economista.

Pero hoy, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, confirmó que Estados Unidos reducirá la ayuda en concepto de seguridad a la AP a la mitad (de 86 a 43 millones de dólares) para asegurar que dichas partidas económicas no caigan en "las manos equivocadas" en alusión a los palestinos de Hamás.

Más lejos ha llegado Noruega, uno de los mayores donantes, que ya ha retomado los contactos con el Gobierno palestino al completo. Asimismo, el enviado de Unión Europea de Oriente Próximo, Marc Otte, se reunió hoy con Fayyad y los ministros de Exteriores de Suecia y Bélgica han planeado encuentros con ministros del Gabinete palestino esta semana.