Crónica O.Próximo.- Bush predice una paz en Oriente Próximo por la cual serán derrotados los enemigos de EEUU

Actualizado: viernes, 16 mayo 2008 0:31

Los palestinos conmemoran la 'Nakba' o tragedia y reclaman el fin de la ocupación israelí

JERUSALÉN, 15 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, predijo hoy ante el Parlamento de Israel, donde se encuentra de visita para conmemorar el 60 aniversario de la creación del Estado hebreo, que se alcanzará la paz en Oriente Próximo en un escenario en donde los enemigos de Estados Unidos serán derrotados. Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abbas, conmemoró la tragedia palestina o 'Nakba' y reclamó el "fin de la ocupación".

"Es una perspectiva audaz y algunos dirán que nunca se podrá conseguir", añadió Bush, quien definió a Israel como "la patria para el pueblo elegido", sin hacer más que una breve referencia a las aspiraciones de los palestinos de constituir un Estado propio.

Tras sobrevolar en helicóptero la fortaleza de Masada, símbolo en Israel del espíritu de lucha judío, Bush predijo que, dentro de 60 años, "Israel estará celebrando su 120 aniversario como una de las principales democracias del mundo". "Y el pueblo palestino tendrá una patria, un Estado democrático que esté gobernado por la Ley, respete los Derechos Humanos y rechace el terrorismo", añadió.

Estados Unidos es el principal aliado internacional de Israel, un hecho que Bush destacó al indicar que su país "está orgulloso de ser el aliado más estrecho de Israel y su mejor amigo". Así, defendió a Israel hasta el punto de censurar el hecho de la ONU critique a este país por cuestiones relativas a los Derechos Humanos.

"Algunos sugieren que si Estados Unidos rompiese sus vínculos con Israel, todos nuestros problemas en Oriente Próximo desaparecerían (...). Éste es un argumento manido que encaja en la propaganda de nuestros enemigos, y América lo rechaza de plano", resaltó.

Por ello, Bush dijo que, aunque "la población de Israel puede ser algo más de siete millones" de personas, cuando se enfrenta "al terror y al mal", son "307 millones más fuertes" porque Estados Unidos está a su lado.

ENEMIGOS

En este sentido, destacó que Estados Unidos apoya a Israel en su postura de "firme oposición" a las "ambiciones armamentísticas nucleares" de Irán porque permitir que Teherán adquiera armas atómicas "sería una traición imperdonable a las generaciones futuras".

Bush también se refirió de forma más general a los enemigos que rodean a Israel. Criticó las tácticas usadas por los grupos extremistas y reprobó el antisemitismo, especialmente cuando desea incluso la desaparición del Estado hebreo. En cambio, defendió la libertad religiosa, "fundamental en una sociedad civilizada".

El presidente estadounidense está realizando estos días una gira por Oriente Próximo que le llevará también a Arabia Saudí y a Egipto. Haciendo referencia a un idílico escenario regional futuro, Bush preconizó que, "desde El Cairo a Riad, a Bagdad y a Beirut, la gente vivirá en sociedades libres e independientes", e Irán y Siria "serán países pacíficos, donde la opresión actual será un recuerdo lejano".

En este contexto, aseguró que la red terrorista Al Qaeda, el movimiento libanés Hezbolá y el grupo palestino Hamás "serán derrotados, a medida que los musulmanes de toda la región reconozcan la vacuidad de la perspectiva de los terroristas".

FORTALEZA DE MASADA

El presidente estadounidense subió en funicular hasta la fortaleza de Masada, donde en torno al año 66 d.C. 960 hombres, mujeres y niños judíos se suicidaron para no tener que rendirse ante las legiones romanas, que sofocaban una rebelión en la antigua Judea.

Allí visitó las ruinas con el primer ministro israelí, Ehud Olmert. "En este lugar histórico, los soldados israelíes hicieron un juramento: 'La Masada nunca volverá a caer'. Ciudadanos de Israel: la Masada nunca volverá a caer y América estará a vuestro lado", declaró Bush posteriormente en la Knesset, donde los diputados le dedicaron una ovación.

'NAKBA'

Mientras, en las calles de Ramala (Cisjordania), los palestinos rememoraron la 'Nakba', cuando 700.000 palestinos huyeron o fueron obligados a abandonar su tierra por los enfrentamientos con motivo de la creación del Estado israelí, en 1948. Con el sonido de fondo de una lúgubre sirena, se soltaron miles de globos negros --uno por cada día de ocupación-- que se elevaron en el cielo.

Entretanto, el presidente palestino, Mahmud Abbas, reclamó el fin de la ocupación israelí y reiteró el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus tierras. "La seguridad de Israel depende de nuestra independencia y seguridad. La continuación de la ocupación y la catástrofe que trajo consigo nunca traerán la seguridad a nadie", aseveró.

"Ya es hora de que la ocupación llegue a su fin y que la celebración de la desgracia en la historia humana llamada 'Nakba' palestina también toque su fin", añadió, subrayando que Israel debería suspender sus proyectos de asentamientos si no quiere perder la oportunidad de tener paz.

Así, dijo que en nombre de los palestinos extiende una mano de paz a los israelíes que no es un signo de debilidad. "Si Israel quiere una verdadera paz, la Iniciativa de Paz Arabe lanzada en la cumbre de la Liga Arabe en Beirut en 2002 representa la mejor oportunidad", indicó.

OCUPACIÓN Y DERECHO DE RETORNO

Al igual que sus líderes políticos, miles de palestinos se congregaron en el centro de Ramala para conmemorar la 'Nakba' y reclamar el derecho de los refugiados a regresar a sus casas en lo que actualmente es Israel.

Los manifestantes se congregaron primero en un campo de refugiados ficticio, bautizado como 'Awda' (retorno), colocado frente a la Muqata, sede de la Autoridad Palestina, y a continuación se trasladaron a la plaza central Al Manara.

Por su parte, el negociador jefe palestino, Saeb Erekat, subrayó que más de 418 localidades dentro de lo que hoy es Israel fueron destruidas entre 1947 y 1949. "Hoy en día, los asentamientos ilegales están construidos dentro de nuestras ciudades, nos causan violencia y miseria en todos los aspectos", aseveró.

"Estamos siendo testigos de la confiscación de nuestras tierras y propiedades, especialmente dentro y en torno a Jerusalén Este. Israel está construyendo muros que rodean nuestras comunidades, separándonos a unos de otros e impidiendo a la gente que tenga acceso a educación y servicios de emergencia sanitarios", subrayó.

"Hace 60 años, un intento de destruirnos como nación fracasó. Sesenta años después, todavía seguimos viviendo esta catástrofe. Intentaron destruirnos políticamente, socialmente, económicamente, culturalmente y educativamente", prosiguió en su mensaje.

"Sesenta años después, la comunidad internacional no puede seguir observando la miseria y la catástrofe que se nos está infligiendo desde los desiertos de Irak y Siria hasta Brasil, Chile y Sudán. Ha llegado el momento de que los palestinos tengan su propia patria", aseveró tajante.

Al igual que Abbas, llamó a Israel a aceptar la iniciativa de paz árabe porque constituye "una oportunidad histórica". "Sesenta años de exilio es un largo periodo de tiempo. Cuarenta años de ocupación es suficiente para nosotros. Finalmente, ha llegado el momento de dar a los palestinos lo que se merecen y necesitan: dignidad, libertad y derechos históricos y nacionales", concluyó.

Antes de que Bush pronunciase su discurso, el primer ministro israelí dijo estar "convencido" de que, cuando la Knesset tenga que valorar la propuesta de una solución basada en el establecimiento de dos Estados, uno palestino y uno israelí, "viviendo en paz uno al lado del otro", ésta será aprobada por "una amplia mayoría" de los diputados y contará con el respaldo de "la inmensa mayoría" de la población israelí.

Sin embargo, los legisladores se quedaron en silencio, sólo interrumpido por alguna que otra risa nerviosa, a la predicción de Olmert, y dos de ellos incluso salieron de la Cámara.