La noticia llega en plena tensión entre Hamás y Al Fatá, agravada por la nueva fuerza de seguridad del Gobierno de Haniyeh
GAZA, 19 May. (EP/AP) -
Las fuerzas de seguridad palestinas requisaron hoy más de 600.000 euros al portavoz del Movimiento para la Resisencia Islámica (Hamás) en la franja de Gaza, Sami Abu Zuhri, en el momento en que intentaba hacer pasar esta cantidad por el paso fronterizo de Rafá, que comunica Gaza con Egipto.
La noticia ha llegado en pleno clima de tensión entre Hamás y Al Fatá. El primer ministro palestino y dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró hoy que no desmantelará la nueva fuerza de seguridad, formada por milicianos armados leales, pese al veto del presidente palestino, Mahmud Abbas.
Hacia las diez de la mañana, hora local (nueve de la mañana, hora peninsular española), la Guardia Presidencial palestina detectó --en presencia de los supervisores de la UE-- un bulto sospechoso en el equipaje del portavoz de Hamás en la franja de Gaza, Sami Abu Zuhri, y "tras practicar el registro se comprobó que llevaba 639.000 euros", según indicó a Europa Press el portavoz de los observadores de la UE, Julio de la Guardia.
Posteriormente, el portavoz permaneció detenido una hora, hasta que llegaron las fuerzas de seguridad palestinas y se llevaron el dinero, que fue entregado al Fiscal General de la Autoridad Palestina, "que será quien decida qué se hace con el dinero", prosiguió.
El propio presidente Mahmud Abbas ha pedido al fiscal general que investigue el suceso, según informó el negociador palestino, Saeb Erekat. "Se ha convertido en un caso legal que requiere una investigación", añadió.
Tras conocerse la detención del portavoz y la intercepción del dinero, decenas de milicianos de Hamás se concentraron en apoyo de Abu Zurhi en el exterior del paso de Fafá, pero, según De la Guardia, "rápidamente se dispersaron y en estos momentos no hay nadie, no hubo ningún conato de violencia, ningún disparo al aire, han asumido que debe ser la Fiscalía la que decida qué se hace con el dinero".
Según De la Guardia, en un primer momento el portavoz no quiso explicar el destino del dinero, que traía consigo procedente de Qatar, cuyo Gobierno ha prometido 50 millones de dólares a la Autoridad Palestina para sanear sus arcas después de que los países suspendieran su ayuda financiera al Ejecutivo palestino, en poder de Hamás.
No obstante, un diputado de Hamás explicó posteriormente que el dinero "iba destinado para pagar salarios de profesores y funcionarios y para el reparto mensual que se hace entre los presos", explicó el portavoz de la UE.
Al respecto, De la Guardia recordó que las normas internacionales obligan a que toda persona que lleve una cantidad superior a los 2.000 dólares declare el dinero en la aduana, pero el portavoz de Hamás "intentó meterlo de contrabando".
LA NUEVA FUERZA DE SEGURIDAD
La noticia ha llegado en un momento particularmente delicado en el equilibrio de fuerzas en el seno de la Autoridad Palestina. El primer ministro, Ismail Haniyeh aseguró hoy que no desmantelará la nueva fuerza de seguridad creada esta semana y formada por milicianos armados leales a su movimiento.
"Os aseguro que no pretendemos dar ningún paso atrás. La fuerza permanecerá y se integrará en la fuerza de Policía y estará activa dentro de este sistema", declaró Haniyeh durante un discurso pronunciado en una mezquita en Gaza.
La nueva unidad especial, compuesta por 3.000 hombres, fue desplegada este pasado miércoles pese a la oposición de Abbas, que ha pedido que se desmantele y que ha ordenado el despliegue de las fuerzas oficiales de seguridad en los territorios.
Como consecuencia de ello, anoche se produjeron enfrentamientos delante del Parlamento palestino en Gaza entre milicianos del partido de Al Fatá y la nueva fuerza de seguridad de Hamás, que causaron al menos cuatro heridos, dos policías, un miembro de la fuerza de Hamás y un partidario de Al Fatá.
En estas circunstancias, el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, afirmó hoy en una entrevista concedida al diario 'New York Times' que la obligación del presidente de la Autoridad Palestina es hacer que Hamás reconozca la existencia de Israel y disuelva su nueva fuerza de seguridad.
"Abbas debe forzar a Hamás un cambio, tiene que imponerles que acepten a Israel y que reconozcan todos los acuerdos firmados, porque en caso contrario el daño a la Autoridad Palestina puede ser devastador", afirmó el primer ministro.
A pesar de que Olmert se ha negado a mantener conversaciones con Mahmud Abbas, por considerar que carece de poder para poner en práctica ningún tipo de acuerdo, reconoció que la primera misión de Abbas para lograr un acercamiento entre las partes es lograr el desarme de Hamás, así como de otras "organizaciones terroristas".
Sin embargo, Olmert señaló que no pretende forzar a Abbas a que inicie una guerra civil. "No es una llamada a la guerra civil, pero al mismo tiempo me pregunto: ¿Quién permitiría la existencia de tantos grupos armados luchando entre ellos en las calles?", añadió, en referencia a las luchas de poder entre Hamás y Al Fatá.
