Crónica O.Próximo.- Israelíes y palestinos seguirán intentando alcanzar un acuerdo de paz en 2008

Actualizado: jueves, 31 julio 2008 22:11

Consideran que el hecho de que Olmert deje el Gobierno en septiembre no supondrá un problema para las negociaciones

JERUSALÉN, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los negociadores israelíes y palestinos tienen previsto continuar con las negociaciones para intentar alcanzar un acuerdo de paz este año, objetivo que se fijó Estados Unidos en la conferencia de Annapolis, a pesar de la decisión del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de renunciar a su cargo en septiembre. Así de claro lo dejaron las dos partes en una reunión con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, en Washington, donde han decidido "seguir intentado" alcanzar un entendimiento antes de 2009.

"Cualquier acuerdo al que llegue con los palestinos no será un acuerdo personal y se garantizará que el próximo líder del Kadima esté informado" e implicado en el diálogo de paz, explicaron fuentes próximas a Olmert.

El primer ministro anunció ayer en rueda de prensa que renunciará a su cargo cuando, en las elecciones primarias del próximo 17 de septiembre, su partido Kadima elija al que será su nuevo líder, ya que no se presentará como candidato a las mismas.

Durante su intervención, Olmert destacó que continúa creyendo que la paz es el camino que debe seguir Israel, y afirmó que durante el tiempo que le queda en el poder seguirá trabajando para alcanzar este objetivo.

Además, la presión para conseguir un pacto aumenta cada día. El diario israelí 'The Jerusalem Post' publicó hoy que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, considerará suspender las negociaciones con Tel Aviv si ambas partes no alcanzan un acuerdo de paz este año.

Así lo indicó el jefe de personal de Abbas, Rafik Huseini, quien aseguró que negociarán "hasta finales de año y luego el presidente revisará las opciones" que hay.

Sin embargo, consideró "inaceptables" las declaraciones de Olmert en las que dijo que se podría llegar a un entendimiento en los próximos meses excepto en lo referente a Jerusalén. "Sin un acuerdo sobre Jerusalén, no habrá ningún acuerdo de paz", sentenció. Esta misma opinión fue manifestada por el jefe negociador Ahmed Qorei, quien subrayó que "Olmert y el resto del mundo deben entender que Jerusalén es el centro del problema".

Desde 1950, la zona occidental de Jerusalén es la capital oficial de Israel, pero el estatus de la parte oriental de la ciudad, conquistada en 1967 por Israel, se encuentra disputado, ya que en este sector es donde los palestinos pretenden establecer la capital de su futuro Estado. El Estado hebreo no acepta las reclamaciones palestinas y desde la guerra de 1967 considera la ciudad como un todo unificado y como su capital indivisible.

Asimismo, el portavoz de Abbas, Nabil Abu Rudeina, acusó a Olmert de no cumplir el compromiso que alcanzó en la conferencia de paz de Annapolis del pasado noviembre. "A menos que alcancemos un acuerdo antes de finales de año, el proceso de paz perderá su credibilidad. También urgimos a los americanos a que ejerzan presión sobre Israel para que cumpla los acuerdos con los palestinos", señaló.

A pesar de lo incierto de la situación política israelí, no sólo Olmert se ha comprometido en Israel a acelerar la búsqueda de un acuerdo. La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, aseveró que ha estado luchando por firmar un pacto con los palestinos en 2008 y que continuará haciéndolo.

LA SALIDA DE OLMERT NO AFECTARÁ AL PROCESO

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Miguel Ángel Moratinos, y su homólogo palestino, Riad Malki, que se reunieron hoy en Madrid, expresaron su confianza en que el proceso de negociación iniciado en Annapolis continuará después de que Olmert abandone su cargo. Asimismo, coincidieron en que independientemente de que se logre un acuerdo en 2008, lo importante es que se mantenga el "compromiso de la comunidad internacional" con el proceso de paz.

Moratinos consideró que la marcha de Olmert "no debe afectar" al proceso, entre otras cosas porque existe "un compromiso de la comunidad internacional y del Gobierno israelí" de negociar con la Autoridad Palestina. Asimismo, destacó que la Autoridad Palestina está "comprometida" con "encontrar una solución definitiva" y "sus negociadores están haciendo todo lo necesario" para que en Oriente Próximo se pueda llegar a la "paz tan anhelada por todos y sobre todo por aquellos que sufren".

Por su parte, Malki incidió en que la decisión de negociar con la Autoridad Palestina "no es una decisión personal, sino del Gobierno israelí", por lo que "debe mantenerse después de la salida de Olmert y la llegada de otro primer ministro". Por eso, añadió, "los palestinos no estamos tan preocupados, porque sabemos que Israel está comprometido".

No obstante, el ministro palestino lamentó que, siete meses después de la conferencia de Annapolis, "no se puede decir" que las partes hayan "logrado algo". "Hemos perdido mucho tiempo y todavía no hay acuerdo en ningún tema", reconoció.

Pero si finalmente no fuera posible alcanzar dicho acuerdo, añadió Malki, "para nosotros lo importante es que el interés de la comunidad" por la resolución del conflicto palestino-israelí "se mantenga". A este respecto, se mostró convencido de que el acuerdo se va a alcanzar, "ya sea en 2008, 2009 o 2010", aunque "lo mejor" sería tener un acuerdo este mismo año. Sin embargo, lamentó, "Israel se niega a trabajar para encontrar una solución a los temas conflictivos en 2008".

Moratinos consideró que la marcha de Olmert y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos --que impulsó el proceso iniciado en Annapolis-- no van a suponer un "parón" en el proceso. Así, dijo que no hay que empezar "de cero" al producirse cambios en los gobiernos, como ocurriera tras la conferencia de Taba en 2000, cuando hubo relevo gubernamental tanto en Estados Unidos como en Israel.

SITUACIÓN DELICADA EN ISRAEL Y EN LOS TERRITORIOS PALESTINOS

Mientras, la situación política tanto en Israel como en los territorios palestinos atraviesa un momento delicado, algo que no beneficia al proceso de paz. Así, el líder del partido opositor israelí Likud, Benjamin Netanyahu, pidió hoy, a raíz del anuncio realizado ayer por Olmert, que se convoquen nuevas elecciones generales en Israel.

"Este Gobierno ha alcanzado el final y no importa quien encabece el Kadima", sentenció Netanyahu en referencia al partido gubernamental. "La responsabilidad nacional requiere un regreso al pueblo y unas nuevas elecciones", añadió.

Por su parte, el ministro de Comunicaciones y miembro del partido ultraortodoxo Shas, Ariel Attias, aludió directamente al papel de Olmert en las conversaciones de paz con los palestinos y con Siria: "No tiene legitimidad, ni entre la gente, ni en la Knesset (Parlamento), ni en el Gobierno para lograr un entendimiento con los palestinos o con Siria que vincule al Gobierno".

Mientras, en los territorios palestinos se han agudizado las tensiones entre la facción de Abbas, Al Fatá --que gobierna en Cisjordania-- y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) --que gobierna 'de facto' en la Franja de Gaza-- con motivo de las últimas detenciones de activistas de ambos grupos.

De hecho, el portavoz de Hamás en Cisjordania, Sami Abu Zuhri, advirtió de que su facción no descarta dar un golpe de Estado en Cisjordania si Al Fatá continúa su "política de detenciones" contra los miembros y simpatizantes del movimiento islámico. Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza en junio de 2007.