Crónica Pakistán.- Bhutto no cederá en la lucha por restablecer la democracia en su país aunque arriesgue su vida

Actualizado: viernes, 19 octubre 2007 22:27

Bhutto reconoce que los rebeldes han "ganado fuerza", pero insiste en que no se deben retrasar las elecciones previstas para enero

KARACHI, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La ex primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, aseguró hoy que había advertido previamente al Gobierno de que terroristas suicidas intentarían atentar contra su vida en su regreso al país tras su exilio, y que hubo al menos dos atacantes en el atentado que causó la muerte de 136 personas. Bhutto informó también de que uno de sus guardias encontró a un tercer hombre armado con una pistola y un chaleco bomba, y señaló que sus guardias evitaron un desastre mayor.

En una comparecencia ofrecida en su casa de Karachi, la ex primera ministra desveló que un país "amigo" le había hecho llegar números de teléfono de miembros de grupos terroristas y que alertó de ello al presidente, Pervez Musharraf, en una carta fechada el 16 de octubre.

Especificó que sus informaciones apuntan a que cuatro grupos terroristas planeaban un atentado contra ella: "Había un grupo de elementos talibán, un grupo suicida relacionado con Al Qaeda, otro grupo suicida talibán paquistaní y un cuarto grupo que creo que era de Karachi", dijo.

Además, Bhutto reveló que existen planes de un próximo atentado contra ella que tendría como objetivos sus casas en Karachi y en su ciudad natal, Larkana, y sería perpetrado por terroristas que se harían pasar por seguidores de una facción política rival.

Se manifestó segura de que el Gobierno tomará medidas para evitar un nuevo atentado, pero señaló que tenía la sospecha de que la iluminación de las calles falló ayer al anochecer, cuando su convoy avanzaba por las calles de Karachi. Según Bhutto, los intentos para contactar con el consejero nacional de seguridad para reestablecer la iluminación fracasaron, al parecer las líneas telefónicas tampoco funcionaban.

"No estoy acusando al Gobierno, sino a ciertos individuos que abusan de su posición y poderes", quiso aclarar a los periodistas en su casa de Karachi. "Estábamos vigilando a la multitud, pero era difícil vigilar a la multitud porque estaba demasiado oscuro".

DEFENSA DE LA DEMOCRACIA

Culpó del atentado a los extremistas que están intentando arruinar las reformas democráticas. "Una minoría quiere secuestrar el destino de esta gran nación y nosotros no nos dejaremos intimidar por esa minoría", sentenció.

"Ésta es una batalla por la democracia, nos gustaría que fuera pacífica. Nos gustaría que fuera política, por eso mi partido y yo hemos entrado en negociaciones con el régimen de Musharraf", dijo Bhutto en defensa de su decisión de colaborar con el líder paquistaní, que tomó el poder con un golpe de Estado en 1999. En el mismo sentido añadió: "Tenemos que hacer todo lo posible por restablecer la democracia, para que la gente pueda erigirse en los guardianes de su sociedad"

Bhutto insistió en su defensa de la democracia: "Nosotros creemos que la democracia es lo único que puede salvar a Pakistán de la desintegración y del control de los militantes". "Estamos preparados para arriesgar nuestras vidas y estamos preparados para arriesgar nuestra libertad, pero no estamos preparados para entregar nuestra gran nación a los extremistas", añadió.

Bhutto reconoció que los rebeldes han "ganado fuerza", pero insistió en que el deterioro de la seguridad en Pakistán no debe llevar a retrasar las elecciones, previstas para enero.

El jefe de seguridad de Sindh, provincia a la que pertenece la ciudad de Karachi, insinuó que los seguidores de Bhutto no se tomaron en serio la necesidad de seguridad al llevar a cabo la celebración de su regreso tras ocho años en el exilio.

Bhutto dijo que aceptó el riesgo de ser víctima de un atentado. La ex primera ministra sobrevivió ilesa al atentado de ayer, aunque las explosiones se produjeron cerca del furgón blindado que la transportaba junto con algunos dirigentes de su partido por las calles de Karachi.

ATENTADO CON MÁS DE CIEN FALLECIDOS

Sólo diez horas después de su llegada a Pakistán, su homenaje de bienvenida se convirtió en una escena de sangre con decenas de víctimas desmembradas y una bola de fuego lanzada al cielo. Bhutto escapó por poco de la explosión, que destrozó las ventanas del furgón en el que viajaba.

El presidente paquistaní condenó firmemente el atentado y lo calificó de "conspiración contra la democracia". No obstante, hizo un llamamiento a la calma en todo el país y prometió una exhaustiva investigación y un duro castigo para los responsables. Musharraf telefoneó a la ex primera ministra para comunicarle su consternación y su dolor, según el portavoz presidencial, Rashid Qureshi.

"El presidente y Bhutto manifestaron su inquebrantable determinación para hacer frente al azote del extremismo y del terrorismo. Igualmente coincidieron en que la nación entera necesita permanecer unida con el fin de librarse del peligro del terrorismo y el extremismo", dijo Qureshi.

Ninguna organización se atribuyó el atentado, donde, según fuentes hospitalarias, murieron 136 personas y otras 250 resultaron heridas. Según el jefe de Policía, Azhar Farooqui, 113 personas murieron, entre las que se encontraban 20 policías, y hubo 300 heridos. Fue imposible igualar las cifras de muertes inmediatamente después del atentado.

En vísperas de la llegada de Bhutto, el Gobierno provincial había informado al partido de Bhutto de que tres terroristas vinculados al líder talibán de Pakistán, Abdulá Mehsud, se encontraban en Karachi. No obstante, un colaborador de Mehsud negó la implicación de su grupo en el atentado. El Gobierno local también había advertido de que Bhutto podía ser objetivo de ataques por parte de los talibán y de Al Qaeda.

El marido de Bhutto, Asif Ali Zardari, declaró a la cadena de televisión 'Dawn News' que sospecha que "personas dentro del Gobierno", que podrían perder terreno si la ex primera ministra volviera al poder, están detrás de los ataques de ayer.

Por su parte, la propia Bhutto se expresó de forma contundente en una entrevista al semanario francés 'Paris Match': "Sé exactamente quién quiere matarme", dijo. A este respecto, Bhutto acusó directamente a "los mandatarios del antiguo régimen del general Zia, que están hoy en día detrás del extremismo y el fanatismo" y, por tanto, se deben "purgar". "Para ellos, represento un peligro: si yo traigo la democracia al país, perderán su influencia".

Karachi, en el sur de Pakistán, estaba hoy tranquila. Las escuelas cerraron y el tráfico era escaso, ya que la gente no se aventuraba a salir. Sólo rompió la tranquilidad un pequeño grupo de seguidores de Bhutto que lanzaron piedras contra algunos vehículos y comercios, mientras acompañaban a una caravana fúnebre con dos de las víctimas del atentado de ayer.