Crónica Pakistán.-La comunidad internacional comienza a endurecer su discurso hacia Pakistán mientras crece la represión

Actualizado: lunes, 5 noviembre 2007 21:39

Países Bajos se convierte en el primer país que suspende sus ayudas al régimen de Musharraf

MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

La comunidad internacional comienza ya a replantearse sus relaciones y la ayuda que presta a Pakistán tras la proclamación del estado de emergencia y las últimas medidas adoptadas por el Gobierno militar paquistaní. Mientras, las fuerzas de seguridad de Pakistán siguen con su campaña contra la oposición política y podrían haber detenido a entre 1.800 y 3.000 personas desde la noche del domingo y reprimieron con violencia las manifestaciones contrarias a la suspensión de la Constitución, lideradas por los abogados y los jueces.

Países Bajos se ha convertido en el primer país que anuncia oficialmente que suspenderá la ayuda al desarrollo que hasta ahora destinaba al país, mientras Estados Unidos, principal aliado del Gobierno de Pakistán, ha confirmado que, probablemente, mantendrá la ayuda antiterrorista que presta a su aliado, el presidente y general Pervez Musharraf.

El viceministro para el Desarrollo de Países Bajos, Bert Koenders, habría decidido hoy lunes suspender el envío de la partida de 15 millones de euros presupuestada para este año. La mayoría de los fondos, sin embargo, habrían sido ya transferidos.

El apoyo estadounidense a Musharraf en su "guerra contra el terrorismo" contrasta con el discurso de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, quien emplazó a Musharraf a terminar con su relación con el Ejército y a restaurar el Gobierno civil. "Quiero ser muy clara, creemos que lo mejor para Pakistán es regresar rápidamente a la senda constitucional y celebrar elecciones", declaró la jefa de la diplomacia estadounidense desde la ciudad palestina de Ramala.

Rice instó además a Musharraf a cumplir sus propias promesas y "abandonar su uniforme". "Cuanto más rápida y urgentemente actúen el Gobierno paquistaní y el presidente Musharraf en su anunciado deseo de seguir la senda constitucional será mejor para todos", prosiguió.

El propio Musharraf convocó hoy a los diplomáticos extranjeros presentes en Islamabad para dar sus explicaciones por la situación de emergencia. "Pakistán afronta tales retos debido a las decisiones adoptadas por la cúpula judicial, lo que ha provocado un estado de disfunción sobre pilares básicos del Estado. La situación no era aceptable", sentenció.

El dirigente reafirmó su compromiso de avanzar hacia la completa democracia, por lo que se celebrarán elecciones. Además, anunció que en un corto plazo de tiempo se adoptarán varias medidas para responder a la nueva situación legal. En ese sentido, instó a la comunidad internacional a comprender las realidades de Pakistán y las decisiones adoptadas para estabilizar la situación en el país.

También acusó a los medios de comunicación de que, en algunos casos, parecían estar "colaborando" con la causa de los extremistas y los terroristas mostrando las escenas más sangrientas de los atentados suicidas, lo que "envalentona a estos elementos y les anima a perpetrar estos actos atroces".

Musharraf alegó que debían adoptarse decisiones difíciles en favor del interés nacional para asegurar un gobierno efectivo, mantener la judicatura, la ley y el orden y la seguridad en el país e impedir así un declive del crecimiento económico.

REPRESIÓN

Cientos de policías arremetieron hoy con porras y gases lacrimógenos contra miles de abogados que se manifestaban por el estado de emergencia decretado el pasado sábado por el presidente Musharraf. Mientras, las fueras de seguridad bloquearon el acceso a los juzgados de todo el país para evitar otras protestas. Mientras, las autoridades habrían seguido con su campaña de detenciones masivas, con entre 1.800 y 3.000 detenciones sólo desde la noche del domingo.

Cerca de 2.000 abogados se congregaron en las instalaciones del Tribunal Supremo en la ciudad de Lahore, situada en el este del país. Mientras los abogados intentaban salir a la principal calle de la ciudad para continuar con la protesta y desafiar así a la Policía, que les advertía de que no debían violar la prohibición de manifestación, cientos de agentes irrumpieron en el edificio.

En respuesta, la Policía apaleó y utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los abogados, quienes se defendían con piedras y ramas de árboles, gritando "¡Vete Musharraf vete!". Un periodista de la agencia AP vio cómo la Policía detuvo a 250 abogados en una furgoneta, dos de ellos heridos en la cabeza.

El jefe de Policía de la ciudad, Aftab Cheema, afirmó que los abogados fueron los que empezaron los disturbios al tirar piedras a los agentes y ellos tuvieron que responder. Por su parte, el abogado Sarfraz Cheema condenó "la brutal actuación de la policía" y declaró que ésta es "una muestra de cómo el Gobierno de un dictador pretende acallar las protestas de aquellos que están en contra de la dictadura". "No aceptamos la declaración de emergencia", señaló.

También hubo enfrentamientos en las ciudades de Karachi y Multan cuando los abogados iniciaron masivas protestas contra la declaración de estado de emergencia de Musharraf.

DETENCIONES

Un portavoz de la Liga Musulmana de Pakistán-N (LMP-N), el partido del ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, aseguró hoy que las autoridades han hostigado a alrededor de 2.300 de sus seguidores. Asimismo, otros partidos de la oposición y las organizaciones de Derechos Humanos han denunciado la detención de 1.200 personas, además de las 1.800 reconocidas oficialmente por el Gobierno.

También el mayor partido islamista de Pakistán, Jamaat e Islami, aseguró que más de 500 de sus militantes habrían sido detenidos desde el domingo, incluido el máximo dirigente de la formación, según informaron fuentes policiales y desde el propio partido.

Por otra parte, Farhatulá Babar, portavoz del Partido Popular de Pakistán (PPP), formación de la ex primera ministra Benazir Bhutto, denunció la detención de 173 personas vinculadas a su partido. Bhutto negoció con Musharraf su regreso a Pakistán a cambio de la posibilidad de que el PPP pudiera presentarse a las próximas elecciones generales.