Crónica Portugal.- Kate y Gerry, sospechosos tras cuatro meses buscando a Madeleine

Actualizado: sábado, 8 septiembre 2007 20:34

Las autoridades trabajan con la hipótesis de la muerte accidental de Madeleine tras ser medicada con somníferos por sus padres

PRAIA DA LUZ (PORTUGAL), 8 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

Kate y Gerry McCann han pasado de ser víctimas y testigos a sospechosos, junto con Robert Murat, en la investigación de la desaparición de su hija, Madeleine McCann. La Policía Judicial (PJ) sigue sin dar muchas explicaciones, pero todo parece indicar que ahora la única línea de investigación es la muerte de la pequeña, posiblemente de forma accidental.

El caso de Madeleine ha tenido una repercusión a nivel internacional sin precedentes debido a la campaña que sus padres iniciaron al día siguiente de su desaparición el pasado 3 de mayo en la Praia da Luz, en el sur de Portugal, cuando la pequeña dormía con sus hermanos gemelos de dos años en la habitación que sus padres habían alquilado para pasar las vacaciones en el complejo turístico Ocean Club. Kate y Gerry, dos médicos católicos, iniciaron una peregrinación por toda Europa para localizar a su hija y llegaron a entrevistarse con el Papa Benedicto XVI, que les dio su bendición.

Pero ahora, eso parece muy lejano. En las últimas 72 horas todo ha dado un giro de 180 grados y en vez de un sospechoso, el conocido Robert Murat, aunque nunca se supo porqué, ahora hay dos más, Kate y Gerry. Los padres han sido sometidos, por separado, a maratonianos interrogatorios, 16 horas Kate y siete horas Gerry, y han pasado de ser víctimas y testigos a ser "sospechosos formales" en la investigación de la desaparición de su hija.

Al parecer, este cambio de estatuto se ha debido a que ambos se han negado a responder, porque podría incriminarles, a una serie de preguntas respecto a la aparición de restos de sangre, que podrían ser de Madeleine, en el coche que alquilaron 25 días después de que la pequeña desapareciese.

Este estatuto de "argüidos", en portugués, no existe en la legislación española, pero según los letrados del país vecino es una garantía de la presunción de inocencia, una vez que no son ellos los que tienen que demostrar su inocencia, es el ministerio público el que tiene que probar que son culpables. Además, tienen derecho a guardar silencio y al contrario que los testigos no declaran bajo juramento, por lo que pueden mentir sin ser acusados de falso testimonio. De hecho, es un estatuto que puede solicitar el testigo para protegerse cuando tiene indicios de que la policía quiere incriminarle, aunque parece que no es el caso.

UNOS PADRES ENTEROS

Kate y Gerry han demostrado desde el inició una gran entereza, lo que ha sido criticado y calificado por muchos de frialdad, y en ningún momento han dado una imagen pública de padres llorosos y destrozados, siempre serios, con semblante triste, pero sin facilitar las lágrimas y el morbo que muchos hubieran deseado. Ahora, cuando empiezan a perder el apoyo de la gente e incluso de algunos medios de comunicación de su país, siguen estando unidos y enteros.

Horas antes de ser declarados "sospechosos" afirmaban que estaban convencidos de que su hija seguía viva, apelaban a los supuestos secuestradores para que la devolvieran y aseguraban que no pararían hasta encontrarla.

En su entrada a las dependencias judiciales el viernes oyeron por primera vez silbidos en vez de aplausos, aunque estos también se oyeron, y tanto Kate como Gerry estuvieron serios pero serenos.

Después de conocer su nueva condición, el matrimonio, que tenía pensado abandonar Portugal mañana, domingo, no lo hará. Aunque podrían hacerlo, ya que la medida de caución mínima que se les ha impuesto, término de identidad y residencia, les permite circular libremente. Al menos eso es lo que afirmó esta mañana su portavoz, Justine McGuinness, y el abogado de la familia Carlos Pinto de Abreu. "No abandonarán Portugal porque no quieren perjudicar la investigación, aunque podrían hacerlo sin problemas porque han dado como residencia oficial su casa en Inglaterra", matizó el letrado.

LA TEORÍA DE LA MUERTE

Aunque, sin ser oficial, parece que la investigación ahora se centra exclusivamente en la muerte de Madeleine. Eso sí, accidental. De hecho, muchos diarios portugueses destacaban hoy que el matrimonio era sospechoso de la muerte accidental y ocultación del cadáver de su hija, aunque nada de esto ha sido confirmado por las autoridades.

No es oficial porque el secreto de sumario impide a la PJ hablar con claridad. Oficialmente se sabe que a principios de agosto la investigación de la policía se centraba en una nueva teoría, la muerte de la pequeña. Aunque como, bien matizaron las autoridades, eso no quería decir que descartasen definitivamente la hipótesis del secuestro, que fue la que se barajó como prioritaria desde el principio.

Sin embargo, las filtraciones realizadas por la PJ permiten deducir que la convicción de las autoridades portuguesas es que la niña está muerta y que murió la misma noche del 3 de mayo en la habitación en la que dormía.

Este giro en la investigación surge después de que la PJ recibiese parte de los resultados de los análisis de los vestigios biológicos, como sangre, recogidos en el apartamento de los McCann y en varios coches. De hecho, aunque no se conocen públicamente, la policía dijo estar "muy satisfecha" con el trabajo realizado por el laboratorio de Birmingham y pocas horas después comenzaban los interrogatorios a los padres de la pequeña de cuatro años.

PRUEBAS, PRUEBAS

De hecho, parece que éstos fueron bastante importantes, al menos eso se deduce de las palabras de Justine McGuinness. "La policía cree que tiene pruebas que demuestran que Kate de alguna forma está envuelta en la muerte de su hija, lo que es completamente ridículo. Sugieren que fue encontrada sangre en un coche que el matrimonio alquiló 25 días después de que Madeleine desapareciese", afirmó la portavoz.

Ahora, los medios de comunicación portugueses y británicos han entrado en una rueda de especulaciones y fuentes no identificadas, sobre cuáles son las pruebas que los incriminan: sangre en el apartamento y en el coche, contradicciones en las declaraciones de los amigos que cenaban con ellos, olor a cadáver en la ropa de Kate y el peluche de Maddie del que su madre no se separa. Además, de avanzar con posibles causas de la muerte.

La más común, que los padres habían medicado a la hija para dormir con Sopol. De hecho, aseguran, que el padre de Madeleine lo reconoció durante el interrogatorio. También insinúan que la policía le dijo a Kate que si confesaba le reducirían la condena. Pero todo son rumores sin confirmar. La única realidad es que hace 129 días que no hay rastro de Madeleine.