La guerra por el poder entre los dos candidatos a las primarias preocupa a muchos 'históricos' y ya hay nombres en reserva
LISBOA, 27 Sep. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El principal partido de la oposición portuguesa vive una de sus mayores crisis de los últimos tiempos, aunque parece que no será la última. En todo caso, las elecciones directas para la elección del presidente del Partido Social Demócrata (PSD), mañana viernes, se han convertido en una guerra abierta entre los dos candidatos.
La lucha del actual líder, Luis Marques Mendes y el alcalde de Gaia, Luis Filipe Menezes, ha abierto una grieta profunda entre las bases y ha puesto en causa la credibilidad pública del partido, que aspira a que de estos comicios internos salga el candidato que logre acabar con la mayoría absoluta del socialista José Sócrates en 2009.
Desde el inicio se sabía que no iba a ser una campaña fácil, puesto que ya se habían enfrentado hace dos años en las mismas circunstancias y al final ganó Marques Mendes por un pequeño margen. Además, los dos candidatos cuentan con apoyos importantes y bastante igualados dentro del grupo de 'notables' del partido.
Sin embargo, pocos se esperaban una pelea en la que ha valido todo, insultos, burlas, descalificaciones políticas y personales, acusaciones de fraude y de manipulación electoral, amenazas y ultimátums.
LA GUERRA DE CUOTAS
La tensión se palpó desde que ambos políticos anunciaron su candidatura, pero la 'gota que colmó' el vaso y que abrió la caja de los truenos y el 'todo vale' fue un problema procesual: el pago de las cuotas por parte de los militantes para poder votar.
Primero se discutió si en las islas Azores tenían que cumplir esa condición o no, porque tradicionalmente nunca lo habían hecho y nadie les había avisado. Después, Menezes denunció a Mendes de "limitar y condicionar el voto" y de "alterar las listas", retirando de ellas a militantes que habían pagado sus cuotas e incluyendo a otros. Éste se defendió diciendo que fue el consejo judicial del partido el que retiró de las listas a algunos militantes por pago masivo y desmiente el resto de las acusaciones.
Al final, Menezes dio un ultimátum a la presidenta de la mesa del Congreso, la ex ministra de finanzas con José Manuel Durao Barroso, Manuela Ferreira Leite, para que tome una decisión sobre las listas de militantes del PSD con derecho a voto en las elecciones directas. El plazo acabó y tras una reunión con los dos candidatos, la respuesta fue el compromiso de dar indicaciones al Consejo para que "permita un acto electoral digno".
Estas condiciones, que se desconoce cuáles son, han sido aceptadas por Menezes, que aunque reconoció que las elecciones "ya están algo distorsionadas", aceptará el resultado de las mismas y "no recurriremos a los tribunales, ni antes ni después", de los comicios internos. "No lo haremos --dijo-- porque el PSD es más importante que nosotros como individuos". Sin embargo, "vamos a luchar con honra y dignidad porque se respete la voluntad de los militantes" a los que pidió que "luchen votando" porque "el voto es el arma de la democracia", concluyó el candidato, tras reunirse con Ferreira Leite.
Ante esta situación, son muchos los militantes históricos que han levantado la voz para recordar que esta situación no beneficia en nada la imagen pública del PSD. Aunque reconocen que "este no es el peor momento, las cosas seguirán su rumbo y el partido seguirá siendo una institución imprescindible para el país", asegura Manuel Dias Loureiro, ex secretario general del partido. Otros, como el ex presidente del partido y ex primer ministro, Pedro Santana Lopes, han pedido que se aplacen las elecciones.
El militante número uno y fundador del partido, Francisco Pinto Balsemao, que ha dado su apoyo a Menezes, afirmó que lo importante es el partido. "El país necesita de una alternativa al proyecto de Sócrates" y por eso "el PSD tiene que estar unido y no dejarse envolver en juegos de secretaria y en cuestiones banales", consideró.
LOS OTROS CANDIDATOS
Pero a pesar de esta situación, no son pocos los que creen que es 'un momento de pausa", y que independientemente de quién sea el ganador mañana, éste será un líder de paso, porque el PSD está a la espera de que las circunstancias políticas cambien. Y, ahí sí, surgirá un líder con el perfil adecuado para tomar las riendas del partido y plantar cara al partido socialista, que es el gran beneficiado con esta situación.
De hecho, algunos miembros del PSD creen que, tanto con Mendes como con Menezes, al frente del partido en las legislativas de dentro de dos años, Sócrates podría renovar la mayoría absoluta.
Aunque se desconoce si esas circunstancias favorables se producirán antes o después de las elecciones generales de 2009, en el interior del partido ya se barajan nombres sobre quién deberá ser el líder que acabe con la 'era Sócrates'. Hay tres que suenan con más fuerza, Manuela Ferreira Leite, Alexandre Relvas y Rui Rio, todos herederos de Aníbal Cavaco Silva, actual presidente de la República.
De hecho, algunos analistas políticos como Carlos Magno, consideran que todo este revuelo en torno a las elecciones de mañana puede ser una estrategia de algunos 'pesos relevantes' para llamar la atención sobre el partido a sus militantes y así surjan nuevos candidatos a la presidencia del PSD.
