Crónica Portugal.- El título del "ingeniero" José Sócrates pone en tela de juicio el sistema educativo

Actualizado: jueves, 12 abril 2007 20:52

El primer ministro se defiende en televisión y la oposición no saca provecho político

LISBOA, 12 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

La polémica sobre la forma en que el primer ministro de Portugal José Sócrates logró su licenciatura de Ingeniería Civil en la Universidad Independiente y la decisión del gobierno de cerrar ésta institución por falta de legitimidad, reabre el debate sobre el tráfico de influencias y pone en tela de juicio el sistema de la enseñanza superior en un país en donde ser "doctor" o "ingeniero" es sinónimo de prestigio social.

La noticia sobre la "dudosa" forma en que el primer ministro del país logró su titulación de ingeniero industrial en la privada Universidad Independiente de Lisboa, lanzada por el diario 'Público' hace poco más de veinte días, cuando el referido centro universitario estaba siendo objeto de una investigación judicial tras la cual el Gobierno decidió cerrarlo, todavía está candente en los medios de comunicación portugueses, lo que choca con el poco relieve que ha tenido en la esfera política.

Este "espinoso" asunto de la vida personal del primer ministro ha causado hasta tal punto revuelo en la sociedad portuguesa de los "doutores" e "ingenieros" que anoche se asistió a un hecho como mínimo curioso. Por primera vez el jefe de un gobierno democrático europeo ha dado durante más de 45 minutos todo tipo de detalles y explicaciones sobre su formación académica y ha presentado todos sus papeles académicos, en una entrevista a la televisión pública que fue seguida por uno de cada tres portugueses.

Lo más curioso del caso es que el primer ministro se ha ido a defender de insinuaciones ya que "no existen" pruebas de que haya sido beneficiado en su último año para obtener la licenciatura, solamente especulaciones. Aunque no deje de resultar curioso, que decidiese cambiarse de la universidad pública a la privada para acabar la titulación, que se matriculase siendo diputado y obtuviese la licenciatura cuando ya era ministro.

Las dudas sobre cómo logró la licenciatura eran principalmente cuatro. Por qué se cambió a la Independiente para cursar el último año cuando la licenciatura por esa universidad no es reconocida por el colegio de ingenieros; por qué le convalidan las asignaturas antes de que llegara el certificado de estudios de su anterior centro, el Instituto Superior de Ingeniería de Lisboa (ISEL), que sólo llegó un año después; por qué su título fue emitido un domingo; y por qué cuatro asignaturas fueron impartidas por el mismo profesor.

A todo Sócrates dio una explicación. Se cambió de centro porque éste tenía horario para trabajadores y en aquella época se reconocía la titulación, le convalidaron las asignaturas porque finalmente llegó el certificado, si no hubiera llegado no lo habrían hecho, el mismo profesor, al que no conocía de antes y con el que no tuvo trato posterior aunque era de su mismo partido, le dio cuatro asignaturas porque eran de cursos diferentes, y ni él, ni ningún alumno, es responsable de las fechas de los procesos administrativos de la universidad.

Pero independientemente de sí recibió un trato de favor para obtener su titulación, la cuestión más importante, al menos desde el punto de vista político, es si utilizó el título de ingeniero antes de obtenerlo, tal como consta en la biografía del primer ministro en el Parlamento. Aunque todo indica que fue un error de interpretación, tal como consta en los documentos rectificados presentados y firmados por el propio Sócrates y por las palabras de la responsable de ese servicio en el Parlamento que aseguró que fue un error de interpretación ajeno al actual primer ministro.

LA TRANQUILA OPOSICIÓN

A pesar del revuelo y de que Sócrates haya ido a la televisión a explicarse, los partidos de la oposición apenas han levantado la voz sobre el asunto, escudándose en que lo personal no se mezcla con lo político y que lo importante es su labor como primer ministro y no su formación académica, sus críticas han sido las justas.

De hecho, hasta que el primer ministro habló apenas se pronunciaron, solamente se pedía saber si "Sócrates había beneficiado a la Independiente o la Independiente a Sócrates" como planteó el líder del Bloco de Esquerda, Francisco Louça, que después de oír las explicaciones recordó que "no hay pruebas que sustenten las acusaciones" y que "no se debe desviar el debate político sobre otras cuestiones".

Un poco más crítico fue el líder del principal partido de la oposición, el conservador Luiz Marques Mendes, que consideró las explicaciones "poco aclaratorias" y recordó que aunque "la legitimidad de un primer ministro viene de los votos y no de los títulos académicos" utilizar "un título que no se tiene y hacerse pasar por aquello que no se es, revela falta de carácter, mina la credibilidad y afecta a su autoridad".

Por ello, aconsejó al líder socialista que pida "una investigación sobre todo el proceso a una entidad independiente". La Fiscalía General del Estado ya se mostró disponible a investigar y se lo solicitan.

Pero toda esta situación, sumada al cierre de la Universidad Independiente por parte del Ministerio de Enseñanza Superior, Mariano Gago, debido a la "manifiesta degradación pedagógica" que en ella se registraba, además de los escándalos financieros con las subvenciones estatales que recibía, pone sobre la mesa la credibilidad de toda la enseñanza universitaria en Portugal y debería de abrir un debate sobre la formación académica en este país, en el que el abandono escolar alcanza el 40% y según datos de Eurostat, se está degradando la educación del la enseñanza superior.