Crónica RDCongo.- ICG recomienda prolongar la misión de la MONUC en el país para consolidar el Gobierno de Kabila

Actualizado: sábado, 13 enero 2007 17:08

El grupo de expertos pide que se supervise el proceso de reforma más allá de la desaparición del Comité de Apoyo a la Transición (CIAT)

MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

A pesar del nombramiento de Joseph Kabila, el pasado 6 de diciembre, como primer presidente elegido democráticamente desde la independencia del país, el nuevo Gobierno congoleño depende en gran medida de la ayuda internacional para asentar sus nuevas instituciones. En su último informe, el grupo de estudios International Crisis Group (ICG) llama a la prolongación del mandato de la Misión de Naciones Unidas en Congo (MONUC), y que deberá servir de apoyo para la formación de un Gobierno fuerte mediante su participación en la política del país, y que en ningún caso podrá ver su influencia en el país reducida a mera fuerza de seguridad.

El documento, titulado 'Congo: permaneciendo comprometidos tras las elecciones' destaca que, a pesar de la comodidad con la que Kabila controla tres quintas partes de ambas cámaras y del apoyo popular que le respaldó con un 58 por ciento en la segunda vuelta de las elecciones, la capital Kinshasa se encuentra bajo el riesgo de "desorden civil a gran escala" y que la situación en el este del país es "extremadamente volátil".

El informe se centra en dos temas pendientes: la renovación del mandato de la MONUC, que se discutirá el próximo mes de febrero, y los cambios que se aproximarán tras la disolución del Comité Internacional de Apoyo a la Transición (CIAT), con sede en Kinshasa.

ICG recomienda tres prioridades para la comunidad internacional. La primera de ellas y fundamental es la creación de un foro político internacional, organizado por la MONUC en cooperación con las nuevas instituciones congolesas, en el que sus miembros participen de forma activa en el proceso de paz, mediante la prevención de nuevos conflictos y el desarrollo de ayuda humanitaria.

Relacionada con esta propuesta, el grupo de estudios solicita el establecimiento de una comisión conjunta para la reforma y la reconstrucción del país, que se encargaría de implementar la nueva Constitución de forma activa. Asimismo, recomienda la renovación de la Comisión Conjunta en las Reformas del Sector de la Seguridad (SSR), encargada de gestionar el desarrollo y sostenimiento del Ejército nacional integrado (FARDC).

Finalmente, ICG recomienda que la MONUC mantenga en el país un número de 17.000 efectivos a lo largo de este año, y recomienda que sólo retire sus tropas en aquellas regiones donde "haya tenido lugar un progreso decisivo en la implementación de la autoridad del Estado", particularmente en Ituri, los Kivus y Katanga.

RIESGOS POLÍTICOS

El país vive en un estado de incertidumbre política, según ICG, dada la inexperiencia de la nueva administración, la primera elegida de forma democrática en 40 años. Uno de los primeros problemas a los que se enfrenta el país es el alineamiento de una oposición cuya línea de acción en el Parlamento se encuentra muy limitada por los procedimientos establecidos por el propio Kabila, y que ni siquiera puede participar en comités.

La tensión podría incrementarse hasta un punto peligroso. Uno de los líderes del Movimiento para la Liberación del Congo, el principal partido de la oposición, advirtió de que "si la situación continúa, la oposición dejará de estar en el Parlamento, para estar en las calles".

La propia estructura de coalición en el Gobierno de Kabila está descompensada. El actual presidente depende de 30 pequeños partidos para mantener la mayoría en las asambleas locales. Cuatro grandes partidos poseen más de 25 escaños en el Parlamento. Otros veinte pequeños grupos suman en total 100 escaños más. Este reparto de escaños ha forzado a la creación de un Gabinete con más de 60 ministros y viceministros, con la sombra de la corrupción pesando sobre todos y cada uno de ellos, según ICG.

Así, ICG recomienda iniciar un proceso de descentralización, basándose en la nueva Constitución, que planea aumentar a 26 las provincias existentes, desde las 11 actuales. Mediante este proceso, se evita la creación de un monstruo burocrático centralizado y se otorga a los Gobierno locales una mayor libertad de acción.

RIESGOS DE SEGURIDAD

La República de Congo no solo está sometida a un riesgo político. Un mal entrenado Ejército y una situación "volátil" con las milicias en el este y los desórdenes civiles en el oeste han provocado la aparición de una oposición militar que "requiere de la presencia de las tropas de la MONUC en el país", para contener futuros conflictos.

El este del país está parcialmente controlado por entre 8.000 a 9.000 rebeldes ugandeses y ruandeses, a los que hay que añadir otros 5.000 milicianos congoleses. Son los encargados de iniciar unas guerras locales que no corren el peligro de extenderse, pero que sí impiden la mejora de las relaciones regionales, y son "una fuente permanente de miserias en las comunidades locales", según ICG.

La situación en el oeste no es mucho mejor. Tras los resultados de la primera vuelta en las pasadas elecciones, tuvieron lugar enfrentamientos entre las tropas de Kabila y las fuerzas leales a Jean Pierre Bemba, conflicto que se prolongó los meses siguientes hasta la proclamación de la victoria de Kabila en la segunda vuelta. Sin embargo, a pesar de que la situación actual en la capital es "tranquila", todavía quedan demasiadas armas en la zona. Un problema al que se unen los rebeldes afines a Bemba, en la provincia de Equateur.

SOLUCIONES

Dentro del paquete de soluciones propuesto por ICG, destaca sobre todo la necesidad de proseguir los esfuerzos de la CIAT, institución creada para asegurar el correcto desarrollo del proceso de paz, a través de, entre otros mecanismos, visitas a diferentes localidades para comprobar la evolución del alto el fuego o el envío de comunicados a diferentes líderes políticos e instituciones para garantizar su compromiso con el proceso.

Con la inauguración del nuevo Gobierno, que tendrá lugar este mes, la CIAT se disolverá de manera formal, después de concluir sus relaciones con el Gobierno de forma "amarga", según ICG. "Actúan como conquistadores", señaló Kabila en relación a los miembros de la comisión, durante los últimos días del proceso de transición. Un organismo que, según ICG, se ha visto afectado por una "falta de voluntad y liderazgo político". El presidente no quiere un organismo que sustituya a la comisión, y sólo desea un cuerpo técnico encargado de la coordinación de ayuda humanitaria.

Las propuestas se acumulan encima de la mesa: desde la creación de un borrador, por parte de la UE y el Banco Mundial, para el desarrollo de la creación de instituciones de ayuda al Gobierno; hasta el impulso de pequeños grupos como el anteriormente mencionado SSR. Para ICG, sin embargo, la alternativa más fiable supone la asociación con la Comisión de Pacificación de Naciones Unidas (PBC), un cuerpo creado en diciembre de 2005, diseñada para fortalecer los Gobiernos aparecidos tras un conflicto bélico, y que cuenta con la colaboración de agencias especializadas de Naciones Unidas, así como la Unión Africana, la Unión Europea y el Banco Mundial.

Finalmente, IGC concluye el documento valorando el "momento histórico" que vive el país, pero recomienda no desestimar los "desafíos" a los que se enfrenta, dado el "poco compromiso genuino mostrado" por algunos de sus líderes.