Crónica RDCongo.- La MONUC acusa a Ejército y Policía del aumento de la violencia a pocos días de las elecciones

Actualizado: jueves, 27 julio 2006 22:13

MSF denuncia que la RDC sufre "una de las crisis humanitarias más olvidadas del mundo" pese al "discurso oficial"

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Misión de la ONU en la República Democrática del Congo (RDC) ha asegurado, en un informe presentado a pocos días de la celebración de las elecciones generales del próximo domingo, que el Ejército y la Policía son responsables del "aumento significativo" en los últimos meses de las violaciones de Derechos Humanos, tales como detenciones arbitrarias e ilegales, uso de la violencia física o acosos a los periodistas.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras recordó hoy que la RDC sufre "una de las crisis humanitarias más olvidadas del mundo", pese al "discurso oficial que habla de una 'transición democrática en medio de una situación normalizada'", y denunció que en regiones como Ituri y los Kivus, en el este, los grupos armados continúan atacando a poblaciones civiles.

El informe de la MONUC, de 24 páginas, apunta directamente al Ejército y a la Policía como responsables del incremento de las violaciones de Derechos Humanos. En el documento se denuncia que los atentados a la libertad de prensa llegan al extremo de que incluso algunos presentadores de radio han sido "amordazados" en aplicación de una estricta ley sobre libertad de expresión procedente de la dictadura de Mobutu Sese Seko.

La MONUC lamenta también "la incapacidad y la falta de voluntad" del Gobierno para "investigar y perseguir" las graves violaciones de Derechos Humanos, aun reconociendo que ha habido algunos "avances positivos" en este sentido. Este clima de impunidad, según el informe, se debe en gran parte a las "injerencias" de las autoridades políticas y militares en la justicia militar, con la consiguiente "parálisis de esta institución".

La Misión está presente en la RDC desde 2000, pero desde entonces, señala el informe, "no han cesado" las ejecuciones sumarias, los golpes y heridas y las violaciones por parte de las fuerzas armadas congoleñas contra civiles acusados de complicidad con los grupos armados activos o en el curso de operaciones militares contra estos movimientos rebeldes.

El informe de la MONUC invita a los partidos políticos a incluir en sus programas electorales "una agenda clara y realizable" en materia de Derechos Humanos a fin de mejorar la situación del país y de reforzar la lucha contra la impunidad.

UNA CRISIS SIN RESPUESTA

Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) manifestó hoy que los testimonios tanto de las víctimas como de los trabajadores humanitarios que operan en las regiones del este del país revelan que la RDC "sufre una de las crisis humanitarias más olvidadas del mundo". Asimismo, denunció que los grupos armados continúan atacando a la población civil y que "incluso en algunos centros de atención donde está presente MSF se siguen realizando sin descanso cirugías de guerra".

La malaria, la desnutrición y las barreras existentes para el acceso a los servicios de salud ("gran parte de la población tiene que pagar por recibir atención") son parte de las causas de la alta mortalidad existente en el país, según la organización.

"Se trata de una emergencia que está detrás de un discurso oficial que habla de una 'transición democrática en medio de una situación normalizada' en espera de las elecciones del próximo 30 de julio", advirtió MSF, que "ha urgido numerosas veces a las autoridades nacionales e internacionales para que, sin menoscabo de los proyectos de desarrollo ni de los esfuerzos que conlleva el período de transición, se atienda urgentemente la enorme crisis humanitaria que causa la mortalidad y la violencia que sufre la población del este de RDCongo".

En las últimas dos semanas un equipo sanitario de emergencia de MSF está asistiendo en el sur de Bunia, en el distrito de Ituri, a 39.000 personas en una localidad que ha duplicado su población debido a la llegada de miles de desplazados en los últimos días que han huido a esa zona del país a causa de la violencia.

Según MSF, la situación de los desplazados es muy precaria y las condiciones sanitarias muy graves, especialmente en el caso de los niños, cuya tasa de mortalidad es elevadísima. En un solo día murieron 16 niños de desnutrición y otras enfermedades en un área de 16.000 personas. En una semana, 130 niños con desnutrición severa fueron trasladados al hospital de Bunia --donde trabaja MSF-- para ser atendidos de urgencia.

KATANGA

En la región de Katanga, en el sureste del país, la situación de inseguridad se ha incrementado en los últimos meses a raíz de un operativo militar del Ejército congoleño --llevado a cabo sin la debida coordinación con la MONUC-- en la zona en contra de los grupos armados locales conocidos como Mai-Mai. "Es un capítulo más en la historia de un conflicto que continúa, a pesar de la firma de los acuerdos de paz que dieron fin en 2002 a una guerra que había dejado más de tres millones de muertos en seis años", denunció MSF.

En Katanga, según la organización, se han registrado en los doce últimos meses cerca de 92.000 desplazados, todos ellos víctimas de las agresiones de los grupos armados y de la falta de alimentos, de abrigo y de asistencia médica. La mortalidad, tanto en la población desplazada como en la local, es "alarmante", según MSF.

Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, miles de civiles desplazados por la violencia han empezado a regresar a sus aldeas en Katanga. Estos regresos, según el director de la OCHA en Kinshasa, Daniel Augstburger, se están produciendo de forma espontánea, sin el apoyo de los agentes humanitarios.

El director de la división de Derechos Humanos de la MONUC, Fernando Castañón, informó hoy de que este regreso de desplazados se ha incrementado desde la reciente rendición del líder de los Mai Mai, conocido como 'Gedeón', y de 400 de sus combatientes. En cualquier caso, la OCHA estima en 170.000 el número de personas que siguen desplazadas en el centro de Katanga, también conocido como el 'triángulo de la muerte'.

ACUERDO EN ITURI

Por otra parte, el Gobierno de Kinshasa ha llegado a un acuerdo con el último grupo armado de Ituri, el Movimiento Revolucionario Congoleño (MRC), para que se permita a los electores de esta convulsa provincia del noreste del país acudir a las urnas en las elecciones generales, según informaron fuentes locales a la agencia misionera de noticias MISNA.

El MRC reúne a todos los elementos armados que no habían participado en el programa de desarme y reintegración dirigido por la ONU y por Kinshasa el año pasado, que prevé una amnistía para los acusados de crímenes contra el Estado a cambio de un tregua durante todo el periodo electoral.

Según MISNA, de momento no están claros los contenidos del acuerdo, pero según algunas fuentes debería conducir al fin definitivo de las hostilidades y a la integración de los combatientes del MRC en el nuevo Ejército unificado congoleño.

La provincia de Ituri es una de las zonas más inestables de la RDC y ha sido escenario de continuos enfrentamientos armados y actos de violencia contra la población civil desde el final "oficial" de la guerra de 1998-2003. Hasta la fecha, 15.578 antiguos combatientes han participado en el programa de desarme, pero en la provincia sigue habiendo entre 3.000 y 4.000 hombres armados.

Según MISNA, muchos de ellos son milicianos que han abandonado las viejas rivalidades étnicas para unirse entre sí y hacerse con las riquezas que aporta el sector minero, con la complicidad y apoyo de empresas internacionales --algunas europeas-- y de los Gobiernos de los países vecinos.