Crónica Rusia.- Conmoción en el mundo del periodismo tras el asesinato de la reportera Anna Politkovskaya

Actualizado: domingo, 8 octubre 2006 16:02

La muerte de la reportera provoca la condena internacional y supone un duro golpe a la libertad de prensa en Rusia

MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

Organizaciones periodísticas de todo el mundo y líderes políticos han lamentado profundamente el asesinato ayer sábado de la periodista rusa Anna Politkovskaya, una de las voces más críticas contra el Gobierno de Vladimir Putin y su actuación en la guerra de Chechenia, y que ha despertado una fuerte inquietud sobre el estado de la libertad de prensa y expresión en la antigua República soviética

El cuerpo de la reportera, de 48 años, fue hallado a las 15:00 h.,hora peninsular española, en el ascensor del edificio de apartamentos en el que residía. Junto al cadáver fueron hallados una pistola modelo 'Makarov' y cuatro casquillos. Según informó posteriormente la Policía, la reportera recibió tres disparos, el segundo en la cabeza. Según el director del Centro de Periodismo en Situaciones Extremas, Oleg Panfilov, Politkovskaya había recibido numerosas amenazas y hacía pocos meses, dos asaltantes desconocidos intentaron entrar en el coche que conducía su hija Vera.

El pasado año 2001, Politkovskaya residió en Viena durante varios meses tras recibir amenazas por correo electrónico, supuestamente procedentes de un agente de policía ruso al que había acusado de cometer atrocidades sobre civiles. El agente, Sergei Lapin, fue detenido en 2002 pero la causa contra él fue sobreseída al año siguiente.

El asesinato ha provocado la condena unánime de la comunidad internacional y ha obligado al Gobierno de Vladimir Putin a iniciar una rápida investigación para llevar a sus asesinos ante la justicia. El Fiscal General de Rusia, Yury Chaikahas, ha anunciado hoy que se ocupará personalmente de la investigación, según informó su responsable de prensa, Marina Gridneva a la agencia de noticias Interfax. Gridneva afirmó que la investigación será llevada a cabo por el departamento de Investigaciones Especiales, dirigido por Chikahas.

El ayudante del fiscal, Vyacheslav Rosinsky afirmó que una de las teorías que maneja el equipo de investigación relaciona el asesinato de la periodista con "las tareas sociales y profesionales que desempeñaba la víctima".

La periodista rusa preparaba un reportaje sobre torturas y secuestros en Chechenia, según declararon hoy sus compañeros de profesión. "No sabemos quien la mató", asegura el diario para el que trabajaba, Novaya Gazeta, en su edición digital, pero apuntando a dos posibilidades. Una de ellas, "pudo ser una revancha de Ramzan Kadyrov -- el primer ministro checheno respaldado por el Kremlin--, sobre cuyas acciones ella escribió y habló mucho".

REACCIONES Y PELIGRO PARA LA LIBERTAD DE PRENSA

La reacciones no se han hecho esperar. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha descrito el asesinato como un acto "indignante que conmocionará a los periodistas del mundo entero", según un comunicado emitido por la organización, que exige al Gobierno que se investigue el suceso de forma inmediata. El Comité para la Protección de los Periodistas con sede en Nueva York, condenó ayer el crimen y dedicó palabras de orgullo a la reportera. "Cuando salía la cuestión sobre si existe periodismo honesto en Rusia, el primer nombre que venía a la cabeza era Politkovskaya".

Por su parte, el ex presidente soviético Mijail Gorbachov describió el asesinato como "un crimen salvaje, y un golpe a la prensa democrática e independiente en Rusia". El Departamento de Estado norteamericano también expresó "su profunda tristeza" por la muerte de la periodista.

El presidente checheno, Alu Aljanov, no solo tuvo palabras de recuerdo para la reportera, sino para sus colegas fallecidos. "Era una mujer que tenía sus propias opiniones sobre la situación en Chechenia y era su opinión personal, a la que todo el mundo tiene derecho. Se une a Dimitri Jolodov, Vladislav Listyev y otros periodistas que han muerto a manos de criminales", afirmó.

Según un informe publicado por el CPP, la expansión del capitalismo en Rusia y el avance de la inversión privada ha impulsado la corrupción en el país, lo que ha provocado que "una nueva raza de periodistas se dedique a investigar las conexiones entre el dinero, el crimen y la política". El informe denuncia, sin embargo, que las autoridades rusas "dan la espalda" a los motivos relacionados con la labor profesional en las investigaciones de los asesinatos de los periodistas rusos. Según la organización al menos cuatro asesinatos desde el año 2000, han sido considerados "crímenes callejeros, a pesar de las pruebas".

UNA VOZ CRÍTICA EN RUSIA

Nacida en Nueva York en 1958 e hija de padres ucranianios que desempeñaban una labor diplomática en Estados Unidos como representantes de la antigua Unión Soviética, Politkovskaya regresó a su país de nacimiento para ingresar posteriormente en una de las escuelas más prestigiosas del país, la facultad de Periodismo de la Universidad de Moscú. El empleo de sus padres le permitía importar libros prohibidos por el régimen comunista, y pudo escribir su tesis sobre la poeta exiliada, Marina Tsvetayeva.

Tras la graduación, la reportera comenzó a trabajar para el diario Izvestia, para ofrecer sus servicios al diario de la línea aérea estatal Aeroflot. "Todos los periodistas podíamos viajar gratis siempre que quisiéramos. Gracias a eso pude ver nuestro gran país. Era una chica procedente de una familia de diplomáticos, una lectora, un poquito empollona; no sabía nada de la vida", reconocía la reportera en una entrevista.

La labor de la periodista adquirió reconocimiento internacional con la segunda guerra de Chechenia, iniciada en 1999 por la invasión de las tropas rusas bajo las órdenes de Vladimir Putin, y que costó a la reportera su matrimonio y posteriormente, casi la vida. En 2004, mientras se dirigía a Osetia del Norte para participar en las negociaciones de la situación de crisis provocada por el asalto de milicianos chechenos a la Escuela Infantil de Beslan -- y que a la postre acabó cobrándose la vida de casi 350 personas-- la reportera estuvo a punto de morir tras beber de una taza de te envenenada.

Conforme aumentaba su postura crítica sobre la guerra de Chechenia y su implicación en los enfrentamientos entre los guerrilleros y el Ejército ruso, las amenazas se multiplicaron. La reportera no mostró jamás recelo alguno a hablar de las ocasiones en las que abandonaba su trabajo de periodista para convertirse en una negociadora más. "Sí, fue más allá de mi labor periodística, pero aprendí mucho más durante estas situaciones que si hubiera sido solo una reportera, en la multitud, con todos los demás", afirmó.

Detrás de toda su cobertura, y de toda su labor profesional, se encontraba una profunda amargura contra la labor desempeñada por el presidente ruso, Vladimir Putin y su actuación en el conflicto checheno, lo que la llevó a ganar el I Premio Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán de 2004 por sus libros 'Terror en Chechenia', 'Una Guerra Sucia' y 'La Deshonra Sucia'. La periodista señalaba a Putin como principal responsable de la escalada del conflicto y de los actos terroristas chechenos en suelo ruso.

"La verdad es que los métodos empleados por la política antiterrorista de Putin están generando una ola de terrorismo sin precedentes", afirmaba la periodista en una entrevista concedida al diario 'The Guardian. "Tras el comienzo de la 'Guerra contra el Terror' iniciada por Bush y Blair, Putin comenzó a demostrar al mundo que también podía luchar contra terroristas internacionales, que también forma parte de esta 'guerra de moda'", señalaba.