Crónica Serbia/Kosovo.- La ONU retrasa la presentación del informe del estatus de Kosovo por las elecciones serbias

Actualizado: viernes, 10 noviembre 2006 19:33

Socialistas y nacionalistas serbios pretendían celebrar comicios tras la presentación del informe y aprovechar una posible recomendación de independencia para Kosovo

BELGRADO, 10 Nov. (EP/AP) -

El enviado especial de la ONU para Kosovo, Maarti Ahtisaari, decidió hoy aplazar la presentación del informe sobre el futuro de Kosovo hasta después de la celebración de las elecciones parlamentarias serbias, convocadas hoy por el presidente Boris Tadic para el próximo 21 de septiembre, truncando así las esperanzas de los nacionalistas serbios de que el resultado del informe pudiera influir en los comicios. Antes que que la ONU anunciara esta decisión ultranacionalistas y socialistas serbios habían forzado el aplazamiento electoral hasta enero, pese a que el presidente y los demócratas eran partidarios de celebrarlas en diciembre.

"Tras el anuncio por parte del presidente (Boris) Tadic de que las elecciones parlamentarias se celebrarán el 21 de enero de 2007 y después de consultar hoy con el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia), he decidido aplazar la presentación a las partes de mi propuesta sobre el estatus de Kosovo hasta después de las elecciones parlamentarias de Serbia", afirmó Maarti Ahtisaari en un comunicado.

Ahtisaari hizo este anuncio a través de correo electrónico tras reunirse a puerta cerrada en Viena con representantes de los seis países del Grupo de Contacto, que supervisan las negociaciones sobre el futuro de Kosovo.

El anuncio de Ahtisaari no era del todo inesperado, ya que algunos mediadores de la ONU habían sugerido que el informe final sobre el estatus de Kosovo --que podría incluso abogar por la independencia de la provincia-- debía ser aplazado hasta después de las elecciones serbias. La idea inicial de Ahtisaari era presentar su propuesta al Consejo de Seguridad de la ONU antes de que acabase 2006.

El Parlamento serbio decidió hoy que los comicios legislativos se celebren el próximo 21 de enero, tras una maratoniana sesión en la que se impusieron los intereses del Partido Socialista de Serbia --SPS, al que pertenecía el ex presidente Slobodan Milosevic-- y del ultranacionalista Partido Radical --el grupo más numeroso del Parlamento y cuyo líder, Vojislav Seselj ha sido procesado por crímenes de guerra--.

Se trata de las primeras elecciones que se celebrarán en este país desde la separación de Montenegro y desde la aprobación en referéndum de la nueva Constitución, que proclama oficialmente la independencia de Serbia y declara a Kosovo parte "integral" del país, lo que se traduce en una oposición de Belgrado a cualquier solución que implique la independencia de la provincia.

Tanto el presidente de Serbia, Boris Tadic, como el Partido Democrático eran partidarios de que los comicios se celebrasen en diciembre, mientras que el SPS y el Partido Radical --que reúnen los dos tercios de los votos que se necesitaban para la aprobación de la ley de convocatoria de las elecciones-- preferían el mes de enero, confiados en salir favorecidos por la explosión de nacionalismo que podría surgir en caso de que el informe de la ONU sobre Kosovo, inicialmente previsto para finales de este año, proponga la independencia.

La fecha fue anunciada públicamente por dos participantes en el debate, Zoran Andelkovic, del Partido Socialista de Serbia, y Tomislav Nikolic, del Partido Radical, citados por la cadena de radio independiente B92.

DESCONTENTO POR LAS DOS PARTES

Sin embargo, tras el anuncio de Ahtisaari, las pretensiones de los nacionalistas serbios se han quedado en agua de borrajas. Poco después de conocerse el anuncio del enviado de la ONU, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, manifestó que las elecciones en su país eran "una cuestión exclusivamente interna" y no tenían nada que ver con las negociaciones sobre la provincia albanokosovar.

"El mandato de Ahtisaari no es considerar las elecciones serbias sino facilitar las negociaciones sobre Kosovo, algo que ni mucho menos hemos visto , así como ayudar a encontrar una solución que esté sea acorde con los estatutos de la ONU", declaró el primer ministro claramente molesto por la decisión del enviado de la ONU.

Kostunica aseguró que no cambiará nada en la posición serbia sobre Kosovo que "es y será para siempre una parte inalienable de Serbia, como ha quedado definido por la Constitución y aprobado en referéndum nacional", insistió, recordando que "cualquier Gobierno futuro tendrá la obligación de respetar esta Constitución" y que cualquier decisión que "se lleve el 15 por ciento de nuestro territorio será una atrocidad legal que tendrá consecuencias imprevisibles y desestabilizará la región entera".

Tampoco en Kosovo han aplaudido la decisión de Ahtisaari. Así, el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, afirmó que el equipo kosovar de cinco miembros que negocia el futuro estatus de la provincia serbia "rechaza profundamente" el retraso de la presentación del informe de la ONU sobre el territorio debido a la celebración de elecciones en Serbia.

Sejdiu dijo que es especialmente preocupante que el retraso se deba a la celebración de elecciones parlamentarias en Serbia, después de mantener una reunión de urgencia con los negociadores albanokosovares.

Respeto a la posible nueva fecha para la presentación de las conclusiones del enviado de la ONU, la agencia de noticias austriaca informó de que está previsto que se produzca en marzo de 2007 ante el Consejo de Seguridad. Pese a estas especulaciones, la portavoz de Ahtisaari, Hua Jiang, declinó confirmarlo y aseguró que aún no hay fecha.

"El siguiente paso es seguir trabajando sobre la propuesta y consultar con nuestros interlocutores internacionales", dijo Jiang. "Las posibilidades de más conversaciones directas o asuntos técnicos dependerá de la voluntad de las dos partes para hacer concesiones", afirmó.

Kosovo, que oficialmente sigue siendo una provincia de Serbia, se encuentra bajo administración de la ONU y bajo la protección militar de la OTAN desde la campaña de bombardeos lanzada por la Alianza contra la entonces Yugoslavia en 1999. La mayoría de los kosovares de la comunidad albanesa aboga por la independencia, mientras que la minoría serbia quiere seguir dependiendo de Belgrado.