Crónica Siria.- HRW denuncia que Al Assad no ha hecho "virtualmente nada" por los DDHH en sus diez años en el poder

El presidente sirio Bashar al Assad
Reuters
Actualizado: sábado, 17 julio 2010 12:21

La ONG lamenta la vigencia del estado de excepción y pide a Siria que cambie de actitud aprovechando sus renovadas relaciones diplomáticas

MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El estado de los Derechos Humanos en Siria no ha experimentado un progreso significativo en los diez años que el presidente Bashar Al Assad lleva en el poder, según estima la ONG Human Rights Watch en su último informe sobre la situación de los derechos y libertades, así como la situación de la minoría kurda en el país, y en el que se pide a Siria que actúe acorde con su nuevo estatus de potencia diplomática tras años de "aislamiento internacional".

El veredicto es "lúgubre", según HRW, que estima que ni Al Assad ni su Gobierno "han hecho virtualmente nada" en los últimos 10 años desde su llegada al poder el 17 de julio de 2000 en sustitución de su padre, Hafez, y con la promesa de exhibir una mayor transparencia en el ejercicio de la democracia. Al Assad ha fracasado a la hora de cumplir su palabra, a juicio de la ONG.

En las últimas semanas, los tribunales sirios han condenado por separado a dos importantes abogados pro Derechos Humanos, Haytham al Maleh --de 78 años-- y Muhanad Al Hasani --de 42--, a tres años de prisión cada uno por criticar la situación humanitaria en el país.

La ONG concluye en su informe que la población siria continúa estando sometida a "represión" a pesar del estrechamiento de las relaciones de Siria con Estados Unidos y la Unión Europea, quienes piden a Damasco que preste su cooperación para el proceso de paz en Oriente Próximo y la guerra de Irak, pero cualquier crítica que pudieran formular los gobiernos occidentales sobre la situación interna del país "es simplemente ignorada".

Si bien HRW reconoce que hoy en día "los abusos a los Derechos Humanos son menos severos que los registrados durante los años 80, cuando las fuerzas de seguridad perpetraban asesinatos extrajudiciales a gran escala, en especial los de oponentes islamistas", la ONG recuerda que el país todavía se mantiene bajo el estado de excepción declarado en 1962 "que permite a las agencias de seguridad emprender arrestos sin orden judicial y practicar tortura con total impunidad".

MUERTES SIN INVESTIGAR, CENSURA, ACOSO A LAS MINORÍAS

En este sentido, la ONG ha solicitado una investigación independiente para que se determine las circunstancias de los prisioneros fallecidos en el motín de la prisión de Sednaya hace dos años, cuando hasta 25 presos --según fuentes humanitarias-- murieron por los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad durante una protesta en la penitenciaría, controlada por el Ejército y situada a unos 30 kilómetros al norte de Damasco.

De igual modo, la censura de los medios "prevalece" en la censura de páginas web como Facebook y YouTube, en un país donde "periodistas y bloggers son arrestados y juzgados en un tribunal estatal de seguridad por ejercitar su derecho a la libertad de expresión".

A nivel político, Siria sigue siendo un estado unipartidista donde el Baaz es la única formación política que opera con libertad. En las raras ocasiones en las que responde a las críticas, Al Assad --quien revalidó su mandato presidencial en 2007 a través de un referéndum sin oposición-- culpa del actual estado del país a las circunstancias regionales (como la invasión de Irak y el conflicto con Israel), que le impiden poner en marcha el programa de reformas (en especial de índole económica) que desea.

HRW lamenta también la actual situación de los kurdos en Siria, donde conforman la minoría étnica no árabe más numerosa del país, con una población estimada de 1,7 millones, que "se enfrentan al acoso y la discriminación rutinaria", y que "permanecen todavía sin estado a pesar de las promesas presidenciales realizadas para subsanar tal situación".

Para la directora para Oriente Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson, "el presidente Al Assad no tiene excusa para seguir derogando las reformas necesarias del historial de Derechos Humanos de su país", máxime cuando Siria se encuentra ahora más conectada que nunca con el resto del mundo. "Ahora que el país ha emergido del aislamiento impuesto por el orden internacional, debería iniciar un proceso de aperturismo", recomendó, independientemente de las excusas que haya podido dar el presidente.

"No importa que Al Assad se haya presentado como reformista, que se ha visto bloqueado por la vieja guardia o que simplemente sea otro gobernante árabe más que hace oídos sordos a las críticas; el resultado para el pueblo de Siria es el mismo: nada de libertad y nada de derechos", indicó Leah Whitson. "Tras diez años, el historial de Al Assad es éste: no ha hecho virtualmente nada para mejorar el estado de los Derechos Humanos en el país", concluyó.

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