ICG entiende que observadores y partidos deben garantizar, respectivamente, apoyo al ganador y un Gobierno sin corrupción
MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Sierra Leona celebra elecciones presidenciales y legislativas el próximo mes de agosto, unos comicios que el grupo de analistas ICG sean "pacíficos" y "justos" para asegurar que los resultados sean aceptados por todos los participantes.
El presidente sierraleonés, Ahmed Tejan Kabbah, que obtuvo una victoria abrumadora en 2002 al término de la guerra civil, dividió el partido gubernamental, el Partido Popular de Sierra Leona (SLPP), nombrando a un sucesor, el entonces vicepresidente Solomon Berewa. Cuando el abogado Charles Margai conformó el Movimiento Popular por el Cambio Democrático (PMDC), la escisión no sólo rejuveneció la política, según ICG, sino que además incrementó la tensión entre las filas del SLPP.
Esta división podría ser aprovechada por el Congreso de Todo el Pueblo (APC), vencedor de las elecciones municipales en 2004. El regreso a un sistema de votación parlamentario por circunscripciones ha reforzado el papel de los jefes locales en la política nacional y ha producido una "viciosa competencia", de acuerdo con el grupo de expertos.
Sierra Leona es un estado frágil en el que la paz no estará consolidada hasta que el resultado de las elecciones sea aceptado por todas la partes. Además, ICG pide a las autoridades que se encarguen con "fuentes de descontento", como la corrupción, el abuso del poder que ejercen los jefes locales y el alto nivel de desempleo entre la juventud".
De momento, la nueva Comisión Electoral ha comenzado "con buen pie" e inspira "una amplia confianza". De momento, las pruebas son palpables: ya ha completado el censo de votantes y dispone de un mes para distribuir las papeletas. Tanto los observadores nacionales e internacionales deben, según los analistas de ICG, señalar con rapidez y justicia a aquellos responsables de fraude o negligencia, si los hubiera.
OBSERVADORES
De esta forma, el primero en apelar a la conducta democrática en los próximos comicios ha sido el representante ejecutivo del Secretario General de la ONU en Sierra Leona, Víctor Angelo.
En declaraciones a Radio ONU desde Freetown, la capital del país, Angelo dijo que el desafío es conseguir que las elecciones fueran entendidas por la comunidad internacional y por los propios sierraleoneses como pacíficas y creíbles.
"Lo que es fundamental en este momento es que el proceso electoral siga siendo creíble, un proceso electoral que sea aceptado por los partidos políticos como un proceso que está bien organizado y es aceptable. Un proceso que permitirá a los electores expresar su voluntad. Esto es lo que es más importante y mantener la credibilidad del proceso electoral, tal y como ha ocurrido hasta ahora", dijo.
TENSIONES
Sin embargo, la tensión entre partidos ha aumentado desde principios de año, comenzando con un incendio provocado en una barriada del distrito de Pujehun, del que nadie ha sido hecho responsable pero que, según ICG, es símbolo de "la falta de confianza en la ley tras el final de la guerra civil". De esta forma, el grupo de expertos considera que, a pesar de que la Policía ha calmado al situación en el país, es "esencial" una mayor responsabilidad para "desinteresar" a los ciudadanos atraídos por la violencia.
En cualquier caso, todos los partidos están apostando por ganarse el voto de la juventud. Por el momento, los esfuerzos de reconstrucción han hecho bien poco para combatir la marginalización de los jóvenes de Sierra Leona. Es imperativo, según ICG, que el nuevo Gobierno encuentre una nueva forma de aproximarse a la política económica, potenciando el crecimiento del PIB e incrementando las oportunidades para generar ingresos.
Pero a pesar de que es necesario "atacar con fuerza" la mala gestión económica en el país, ICG considera que cada uno de los principales candidatos tiene encima de sí "el peso de la historia". Berewa es una parte integrante y esencial del sistema actual, Margai fue miembro de la administración hasta 2005; Ernest Koroma, del APC, no ha servido en el gobierno pero el líder del partido, Siaka Stevens, es conocido por ser un autócrata que presentó en los comicios la idea de crear un estado unipartidista.
De todas formas, si las elecciones se desarrollan con normalidad y si la nueva administración encara un "agresivo" programa de reformas, Sierra Leona podría beneficiarse de la buena voluntad de la comunidad internacional, ejemplificada en el compromiso de la Comisión de Pacificación de Naciones Unidas en el país, así como el mostrado por Reino Unido y otros socios europeos. De lo contrario, ICG considera que el regreso al conflicto es "una posibilidad real".
RECOMENDACIONES
De esta forma, el grupo de expertos solicita que todos los partidos respeten el Código de Conducta establecido de forma tácita para estos comicios, educando a todos los funcionarios y a partidarios por igual para evitar la violencia o denunciar cualquier acto violento, caso de que pudiera darse.
Además, ICG pide "el despliegue de testigos" en los colegios electorales de todo el país para asegurar la transparencia de la votación.
La Comisión Nacional Electoral debe, en palabras del ICG, desarrollar "una estrategia comunicación proactiva" a la hora de denunciar cualquier déficit de la administración, para mantener un ambiente "seguro, libre, y justo" a través de la campaña electoral .
ICG pide al Gobierno de Sierra Leona que de todos los pasos necesarios, entre los que se incluye aproximarse a los jefes locales así como efectivos de las fuerzas de seguridad, para asegurar una campaña equilibrada en beneficio de los candidatos y de los partidos. En ningún caso los fondos del Gobierno serán empleados para apoyar la campaña del Gobierno, y los medios de comunicación estará obligados a cubrir las elecciones de forma completamente imparcial.
Finalmente, ICG recomienda a la comunidad internacional que aporte sus conocimientos técnicos y logísticos durante el período electoral, para minimizar el riesgo durante el conflicto, abriendo relaciones inmediatas con la administración resultante tras las elecciones para aclarar la idea de que el apoyo a largo plazo al Ejecutivo debe ser correspondido con el final de la corrupción.
