Crónica Somalia.- Gedi entra triunfalmente en Mogadiscio a la espera de nuevos combates en el sur del país

Actualizado: viernes, 29 diciembre 2006 18:43

IRIN denuncia ataques a voluntarios de Médicos sin Fronteras mientras los milicianos de la UTI se preparan para resistir en Chisimaio

MADRID, 29 Dic. (EP/AP) -

El primer ministro de Somalia, Ali Mohamed Gedi, realizó el viernes un retorno triunfal a la capital Mogadiscio, protegido por una caravana de 22 vehículos con soldados fuertemente armados, un día después que los milicianos de la Unión de los Tribunales Islámicos (UTI) huyeran de Mogadiscio tras una ofensiva de las fuerzas militares del Gobierno, a pesar de que el presidente ejecutivo de los Tribunales Islámicos prometiera hoy que sus hombres continuarán combatiendo, y que la lucha está todavía lejos de terminar.

Poco importaban las declaraciones del jeque a los miles de personas que saludaron a Gedi, quien hizo un recorrido por el puerto de Mogadiscio en medio de fuerte escolta, mientras los camiones con altavoces circulaban por la ciudad, difundiendo marchas patrióticas para dar la bienvenida al mandatario, seis meses después de la toma de posesión de la capital por parte de los islamistas, que intentaron establecer un Gobierno coránico.

Pero incluso antes del surgimiento de estos guerrilleros, el Gobierno de Gedi había sido capaz de controlar Mogadiscio debido a la violencia entre clanes rivales, los mismos que durante un vacío de autoridad de 24 horas en la capital, provocando disturbios que ayer se cobraron la vida de entre cuatro y trece personas, según cifras estimadas por testigos presenciales y por la agencia de información de Naciones Unidas, IRIN. De hecho, Gedi ya sobrevivió a un intento de asesinato durante un inusual viaje a la ciudad, en noviembre del 2005. Muchos lamentaron que Gedi lograra salir con vida.

Así, la entrada del primer ministro en Mogadiscio coincidió con una marcha de miles de personas que protestaron en el norte de la capital contra la presencia de tropas etíopes en la zona. Los manifestantes lanzaron piedras, quemaron neumáticos y utilizaron vehículos para bloquear una de las principales carreteras que conducen a la capital. Posteriormente, la multitud fue dispersada.

Horas antes, soldados etíopes a bordo de tanques habían hecho disparos de advertencia al aire después de que docenas de jóvenes lanzaron piedras mientras la caravana se desplazaba por la ciudad. Gedi atravesó en su caravana el aeropuerto internacional, mientras tanques etíopes custodiaban la pista de aterrizaje y miles de personas se alineaban en la ruta.

Muchos en Somalia, de abrumadora mayoría musulmana, expresaron su escepticismo por la dependencia del Gobierno de Etiopía, un país de mayoría cristiana, un rival tradicional con uno de los ejércitos más grandes de Africa, acuciados por el recuerdo de la devastadora guerra librada entre Etiopía y Somalia en 1977.

Entretanto, el jeque Sharif Sheik Ahmed, presidente ejecutivo de la UTI, expresó también hoy que sus combatientes no saldrán de Somalia. "No huiremos de nuestros enemigos. Nunca saldremos de Somalia. Permaneceremos en nuestra tierra", manifestó desde la ciudad portuaria de Chisimaio, en el sur del país, donde sus fuerzas llegaron tras abandonar Mogadiscio.

Hasta ahora, Gedi había gobernado desde Baidoa, la única población somalí que el Gobierno controlaba antes de que llegaran las fuerzas etíopes en su ayuda.

"Ahora comienza la difícil tarea de reconstruir el país", declaró Gedi. "Queremos restaurar la ley y el orden", señaló, mientras confirmó su objetivo de llevar la paz al país, mediante el "desarme de toda la población del país. Nuestra gente está cansada de la guerra civil y de la inestabilidad", indicó.

Posteriormente, algunos grupos de soldados de Etiopía y del gobierno comenzaron a visitar instalaciones claves de la capital el viernes, incluyendo el aeropuerto y el puerto marítimo. Se espera asimismo que el Parlamento somalí vote el sábado para imponer tres meses de ley marcial, a fin de terminar con la violencia. El Gobierno pidió a través de la radio a los policías a que vuelvan a sus trabajos.

El presidente de Somalia, mientras tanto, prometió enfrentarse a los insurgentes en Chisimaio. "Vamos a ir hacia allí (Chisimaio) para enfrentarnos a ellos (a los milicianos islámicos)", expresó Abdulahi Yusuf a la prensa. "Si los capturamos, los llevaremos ante la justicia".

Prometió también viajar a Mogadiscio, ciudad que no visita desde 1977. No dijo, sin embargo, cuando irá a la capital. Yusuf manifestó que los soldados etíopes seguirán en Somalia "por ahora".

El movimiento islámico tomó el control de Mogadiscio hace seis meses y luego se extendió por la mayor parte del sur del país, con frecuencia sin enfrentamientos armados. Luego, los soldados etíopes y aviones de combate los atacaron, para respaldar a las fuerzas del Gobierno, la semana pasada.

Antes de que los milicianos islámicos, que querían imponer un sistema coránico en todo el país, tomaran el control de la capital, Mogadiscio estaba gobernada por tribus que se unieron para respaldar a los combatientes musulmanes. Y el peligro reside ahora en que las tribus podrían ahora comenzar a combatir entre sí nuevamente rechazando la autoridad del Gobierno, apra conseguir parcelas de poder que hasta ahora les estaban vedadas.

TENSA CALMA

Hasta el momento, y en medio de una tensa calma, se ha registrado un incidente contra los voluntarios de Médicos sin Fronteras, cuando tropas somalíes y etíopes asaltaron un hospital en la ciudad de Dinsor, a 130 kilómetros de Baidoa, donde amenazaron a la plantilla del hospital y confiscaron todos los informes médicos de los pacientes, según informó el director de la misión de MSF-Suiza en Somalia, Gustavo Fernández, un día después de que las tropas se hicieran con la ciudad.

"No sabemos por qué robaron los archivos, que son de naturaleza confidencial y no contienen más información que la relacionada con los pacientes", añadió Fernández, tras un acto que ha desatado las protestas de MSF ante somalíes y etíopes por igual.

La lucha en el norte de Mogadiscio, con Yaqshid como epicentro de los enfrentamientos, dejó ayer 13 muertos según IRIN, pero hoy viernes la situación "es mucho más tranquila", toda vez que las milicias han desaparecido de las calles, según informó un residente local a IRIN.

Se cree, sin embargo, que al menos 21.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus casas esta semana con destino a Galka'ayo sur, según las últimas cifras publicadas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH). En el norte, cerca de 1.000 personas han abandonado Belet Weyne, y otras 14.000 la región de Bay, a las que hay que sumar otros 8.000 desplazados que han llegado a Bajo Shabelle.

Los que han elegido quedarse viven en un ambiente de tensa calma. Si bien parece que las milicias han huído ante la presencia de las fuerzas somalíes y etíopes, "los guerrilleros no están seguros de a qué se enfrentan, por lo que están ocultos hasta que las cosas se aclaren", según un periodista local, bajo el anonimato.

El Gobierno, sin embargo, garantiza que prosigue con las tareas de pacificación, y para completar la recuperación de Mogadiscio. "La situación está en calma, y es mucho mejor que ayer jueves", informó el portavoz gubernamental Abderramán Dinari, que estimó que la ciudad entera se encontrará bajo control "para la noche de hoy".