Crónica Somalia.- La OCHA critica el descenso de las contribuciones humanitarias en Somalia a lo largo de 2009

Actualizado: sábado, 7 noviembre 2009 11:56

Hasta ahora, la OCHA ha recibido menos de la mitad del dinero obtenido el año pasado por la grave situación de inseguridad en el país

NAIROBI (KENIA), 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las organizaciones humanitarias que trabajan en Somalia ha criticado que los principales países contribuyentes a su labor han reducido significativamente los fondos de ayuda este año al desconfiar del impacto de la labor de las ONG especialmente en las zonas más violentas del país africano.

"Algunos de los que han sido los contribuyentes más importantes de 2008 han dado menos apoyo este año, y otros no han contribuído en absoluto", lamentó el director de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) para Somalia, Kiki Gbeho en declaraciones a la agencia de información de Naciones Unidas, IRIN.

Extensas zonas del sur y el centro del país -- dominadas en su práctica totalidad por los islamistas-- se encuentran a un paso del nivel 5 de hambruna que suelen emplear los analistas alimentarios. Todavía se registra tal grado de inseguridad en estas regiones que los países contribuyentes temen que sus esfuerzos económicos caigan en saco roto.

Hasta este mes de noviembre, el total de ayuda humanitaria disponible para Somalia se mantiene en 571 millones de dólares, en comparación con los 615 millones disponibles en 2008, según el Sistema de Rastreo Financiero de la OCHA. Sin embargo, casi la mitad de la cantidad actual procede del dinero que no se gastó el año pasado, por lo que en realidad este año la OCHA sólo cuenta con poco más de 200 millones de dólares cedidos en 2009.

Ghebo instó a una mejora inmediata de la cantidad de fondos aportados. De lo contrario, la región entera podría sufrir un grave impacto negativo, añadido a la enorme cantidad de desplazamientos que se está registrando actualmente. "Según uno de los peores escenarios posibles que barajamos, cerca de 283.000 somalíes podrían huir a países vecinos, que se sumarían a los más de 530.000 que viven ya en distintos países de la región", declaró el director para Somalia de la OCHA.

La tibia respuesta de los contribuyentes se debe en parte a la falta de confianza que generan las operaciones de ayuda en las zonas controladas por grupos armados, principalmente la milicia islamista Al Shabaab, quienes podrían apropiarse de la ayuda o "gravar" impuestos sobre su distribución. A todo esto hay que añadir la presión adicional que supone la crisis financiera global y las acusaciones que pesan sobre distintas organizaciones de la ONU.

Por ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM), está desarrollando una investigación interna sobre las recientes acusaciones de fraude que pesan sobre sus proyectos, después de que el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional (DFID) expresara su "grave preocupación sobre las alegaciones de que se está vendiendo ayuda humanitaria en Somalia".

"Cualquier contribución futura al PAM será examinada bajo el filtro de los hallazgos de esta investigación en relación el presunto delito cometido con la distribución de la ayuda", declaró un portavoz del departamento, quien de todos modos ratificó el "compromiso" de Reino Unido con el Gobierno somalí. "Sólo este año vamos a destinar 23 millones de libras para combatir el hambre y aportar cuidados sanitarios y educación", declaró.

Fuentes diplomáticas se muestran igualmente escépticas. "Los contribuyentes tienen que tener mucho cuidado con el dinero que dan a Somalia", aseguran desde el anonimato. "Hay muchos problemas con la falta de observación dentro del país, debido a la actual situación de seguridad... y en algunos ámbitos se teme que parte de ese dinero acabe en las manos equivocadas", añadieron.

CUESTIÓN DE CREDIBILIDAD

Las agencias humanitarias que trabajan en el país aseguran que el mejor ejemplo de la credibilidad de su labor es que el que proporcionan las vidas de sus trabajadores. Según datos aportados por la OCHA, 42 voluntarios han muerto desde enero de 2008, y otros 10 permanecen bajo cautiverio. Hay parte de su personal, incluso, que se encuentra continuamente destacado en el centro y en el sur del país, cerca de zonas que no se encuentran permitidas siquiera a trabajadores nacionales.

Para el portavoz de Oxfam, Alun McDonald, la falta de seguridad no es excusa para restringir los fondos. "Sólo porque sea difícil, no significa que tengas que anular la ayuda. Insistimos a los contribuyentes en que trabajamos con socios locales desde hace mucho tiempo y que son completamente de fiar", añade. "Oxfam les visita continuamente y estamos seguros de que la ayuda está siendo distribuida correctamente", añadió.

Otro trabajador humanitario aseguró que su organización se siente "capacitada para responder, a pesar de la situación". Reprocha, sin embargo, que las condiciones "absurdas" que pretenden imponer los contribuyentes dificultan enormemente que sus compañeros puedan "ir de un punto A a un punto B", sobre todo en las zonas controladas por milicianos.

ESTADOS UNIDOS

Estados Unidos sigue siendo el principal contribuyente humanitario para Somalia en 2009. No obstante, el envío de ayuda estadounidense se ha visto enmarañado en su complicada legislación antiterrorista. "La ayuda que se envíe a Somalia depende de que concuerde con las leyes estadounidenses, redactadas para impedir que los terroristas (de Al Shabaab) reciban recursos económicos", según un portavoz del Departamento de Estado.

El subsecretario general de Naciones Unidas, Lynn Pascoe, dio a entender cierto impulso en el envío de ayuda humanitaria, pero también insinuó que los enormes problemas de desgobierno en el país africano provocan un círculo vicioso del que es prácticamente imposible escapar. "Presumo que intentaremos pedir más dinero en los meses siguientes. Será necesario para incrementar la seguridad y para facilitar al Gobierno su labor social. Pero claro, una de las dificultades a la que se enfrenta el país es que sin el desarrollo humanitario apropiado, es complicadísimo que el Gobierno haga su función", declaró.

Y mientras tanto, el espacio humanitario se reduce. Esta semana, Al Shabaab prohibía el acceso a cualquier ayuda humanitaria con bandera estadounidense en las zonas bajo su control. Precisamente grupos como Al Shabaab podrían fortalecerse por la falta de ayuda, como advertía el representante especial del secretario general de Naciones Unidas, Walter Kälin. Con la cancelación de ayuda "no sólo se castiga al sector más vulnerable de las comunidades locales, que ya de por sí están completamente hechas añicos, sino que se otorga el control a los elementos más radicales, perfectamente capacitados para explotar esta situación".