El presidente de la República se estrena en el cargo mientras la prensa le insta a cumplir su juramento de respetar el laicismo
ESTAMBUL (TURQUIA), 29 Ago. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El presidente de la República de Turquía, Abdulá Gül, aprobó esta tarde el nuevo gabinete que le presentó el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en el que Ali Babacan, hasta ahora responsable de la cartera de Economía, se convertirá en superministro.
Babacan, de 40 años y principal artífice de la superación de la grave crisis económica que sufrió el país euroasiático en 2001, pasará a encargarse de Asuntos Exteriores, el puesto que había ocupado con éxito Gül durante los últimos cuatro años y medio.
Babacan, master en administración y dirección de empresas (MBA) por la prestigiosa Universidad estadounidense de Northwestern, seguirá llevando las negociaciones con la Unión Europea (UE), con la que Ankara inició conversaciones para su adhesión en octubre de 2005.
Precisamente, acelerar las reformas políticas y económicas que Bruselas le exige a Ankara para ingresar en el club comunitario será la principal labor del nuevo Ejecutivo del Partido de la Justicia y el Desarrollo (el islamista moderado AKP).
Se trata de un gabinete formado por 24 ministros, frente a los 22 de la anterior legislatura, en el que no hay muchos nombres nuevos pero que, según los analistas, presenta un marcado carácter moderado y reformista. Con todo, sólo habrá una mujer, Nimet Çubukçu, que repite como ministra de Estado.
Después de una reunión de una hora entre Erdogan y Gül, el primer ministro ofrecía una rueda de prensa en la que anunciaba que el presidente había dado su visto bueno al nuevo Gobierno. El antecesor de Gül, Ahmet Necdet Sezer, rechazó aprobar la lista que le llevaba Erdogan, argumentando que prefería delegar la decisión en el futuro jefe de Estado.
La acción de Sezer, que vetó centenares de iniciativas legales y nombramientos propuestos por el AKP durante el último lustro, fue interpretada como un nuevo desplante por la mayoría de los analistas, a pesar de que Erdogan lo vio como un "acto de cortesía" hacia Gül.
De hecho, la prensa local especuló hoy que, con Sezer fuera de la Presidencia y Gül en ella, en los próximos meses se van a aprobar todas las medidas, hasta 60 según el diario 'Zaman's Today', que el ex presidente boicoteó sin que le temblara el pulso.
MÁS LIBERTADES Y BIENESTAR
En su intervención, Erdogan prometió "más libertades y más bienestar económico" de la mano del nuevo Gobierno. Ayer ya había dejado claro que el objetivo del nuevo Gobierno sería doblar el actual Producto Interior Bruto (PIB) de 400.000 millones en los próximos cinco años.
"Hemos hecho una serie de reformas para el desarrollo económico y la democratización (de Turquía) durante los últimos cuatro años y nueve meses. Tenemos un ideal de una Turquía libre y próspera para el nuevo período. Creo que la libertad y el bienestar son elementos indispensables. La libertad allana el camino para más bienestar y el bienestar conduce a más libertad", argumentó.
Asimismo, el primer ministro adelantó que una de sus máximas prioridades será salvaguardar la actual atmósfera de confianza y estabilidad por la que atraviesa Turquía. "Seguiremos nuestra senda con un nuevo entusiasmo, un nuevo dinamismo y con la sangre nueva que hemos unido a la de los más experimentados. Hemos formado un equipo fuerte", anotó el primer ministro, agregando que superarán cualquier problema "a base de unidad y solidaridad". "Espero que tengamos un futuro brillante", auguró.
RESPETAR EL LAICISMO
La aprobación del sexagésimo Gobierno fue la primera acción de Gül como nuevo presidente de la República. El hasta ahora ministro de Exteriores se convirtió ayer en el primer político ex militante de partidos de claro corte islamista que llega a la Jefatura de Estado de Turquía, un país que se declara laico desde su fundación en 1923 por Mustafá Kemal 'Atatürk'.
Por ello, la mayoría de los diarios turcos subrayó hoy el compromiso con los valores constitucionales, especialmente con el secularismo, que hizo Gül durante su discurso ante el Parlamento inmediatamente posterior a la sesión de investidura. "Su primera declaración se centra en el secularismo" ('Hurriyet'), "Descripción del secularismo en su primer discurso" ('Milliyet'), "Énfasis en las libertades y el secularismo" ('Radikal') fueron los principales titulares de la prensa local, que instó a Gül a cumplir con sus promesas en el futuro.
Otro de los temas que ocupó incluso más líneas en los periódicos turcos de hoy fue que ningún alto mando de las Fuerzas Armadas asistió ayer a la toma de posesión de Gül en el Parlamento y a la ceremonia privada que se desarrolló a continuación en el Palacio presidencial. Sin embargo, mañana se verán inevitablemente las caras durante la recepción que ofrecerá el Ejército con motivo del Día de la Victoria Nacional.
"La (falta de los militares a sendos actos) revela que su Presidencia es una fuente de tensión desde el comienzo (*) Tendremos que esperar para comprobar si la tensión se convierte en una crisis o si se alcanza una suerte de armonía", valoró anoche, en declaraciones a la cadena de televisión NTV, el especialista en Islam político Rusen Cakir.
Quien tampoco acudió fue su esposa Hayrünnisa, la primera mujer con velo islámico o 'türban' --un símbolo del peligroso ascenso del Islam político en opinión de los laicistas-- que se convierte en primera dama. Por ello, prefirió no estar presente en ninguna de las ceremonias de ayer y no herir así la susceptibilidad de nadie.
