Crónica Turquía.- Turquía celebra mañana elecciones legislativas para salir de una de sus peores crisis políticas

Actualizado: sábado, 21 julio 2007 17:05

La elección presidencial y el lanzamiento de un ataque contra la guerrilla kurda en el norte de Irak, focos de la campaña electoral

ESTAMBUL (TURQUIA), 21 Jul. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -

Unos 42,5 millones de turcos están llamados mañana a las urnas para votar en unas elecciones legislativas anticipadas con las que el país euroasiático tratará de dar un paso más para salir de la grave crisis política e institucional en la que se encuentra inmerso desde primavera, cuando la oposición boicoteó la elección del ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Gül, como presidente de la República, y obligó al Gobierno a adelantar los comicios generales de noviembre a julio.

Todo comenzó el pasado 14 de abril, cuando en torno a medio millón de personas se manifestaron en Ankara para protestar contra la eventual candidatura a la Jefatura de Estado del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Su Ejecutivo, liderado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), contaba con la mayoría absoluta en el Parlamento, el órgano responsable de elegir al presidente. Aunque Erdogan reculó en sus aspiraciones y delegó en su mano derecha, Abdulá Gül, la oposición se había confabulado ya para impedir su designación.

El conocido como 'establishment' laico, representado por el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el Ejército, un amplio sector de la sociedad y el actual jefe de Estado, no podía permitir que un islamista ocupase la Presidencia, un cargo que representa como ninguno los valores laicos que impuso el fundador de la Turquía moderna en 1923, Mustafá Kemal Atatürk.

La elite 'kemalista' sospecha que si el AKP controla también la Jefatura de Estado, además del Gobierno y el Parlamento, tendría las manos libres para poner en marcha una supuesta "agenda oculta" para islamizar el país. No obstante, el miedo a perder su tradicional cuota de poder es seguramente su mayor temor, ya que los intentos del AKP por virar hacia una 'seriat' (ley islámica) --como castigar el adulterio, restringir la venta de alcohol o introducir el 'hiyab' o pañuelo islámico en los centros públicos-- han sido rechazados por la sociedad turca y oportunamente retirados por las autoridades.

La noche del 27 de abril, horas después de que se celebrara la primera votación parlamentaria de las elecciones presidenciales, en la que Gül se quedó a tan sólo diez votos de ser nombrado jefe de Estado, el Ejército amenazó en su página web con dar un golpe de Estado. La puntilla final la terminaron de poner las masivas manifestaciones populares que se celebraron a continuación a lo largo y ancho del país y la decisión del Tribunal Constitucional de darle la razón al CHP e invalidar la primera votación parlamentaria por falta de quórum (la presencia de dos tercios de los 550 diputados). Así, presionado por todos los frentes kemalistas, al Ejecutivo no le quedó otra alternativa que convocar elecciones generales anticipadas para el verano, cuando en principio estaban previstas en noviembre.

ELECCIÓN PRESIDENCIAL E IRAK

En las semanas siguientes, el AKP consiguió que el Parlamento aprobara una reforma constitucional que deja en manos de la población turca, a través de un referéndum, la decisión de elegir a su presidente en las urnas o de seguir delegando su nombramiento en el Parlamento. No obstante, todavía no está claro si el país euroasiático optará por la vía del plebiscito, apoyada por tres de cada cuatro turcos según un sondeo, o si el Parlamento que salga mañana de la cita con las urnas se encargará de elegir al futuro presidente.

Mientras que Gül ha dejado claro que él seguirá siendo el aspirante a presidente del AKP y que, en caso de que se celebren elecciones por sufragio universal directo, conseguirá el 70% de los votos, el CHP ha propuesto que las partes pacten un candidato al cargo ajeno al Parlamento, es decir, que no esté afiliado a ningún partido político. Incluso, no se ha mostrado en contra de que la esposa del próximo jefe de Estado lleve el 'hiyab'.

Junto al debate sobre la elección presidencial, el otro gran tema que ha dominado la campaña --que terminó a las 18:00 horas (una hora menos en la España peninsular)-- ha sido el eventual lanzamiento de una operación transfronteriza en el norte de Irak para luchar contra el ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

El Ejército argumenta que 3.800 milicianos del PKK campan a sus anchas en el macizo montañoso de Kandil, frontera natural entre Irak y Turquía, de los que unos 2.300 se infiltran periódicamente en la península de Anatolia para cometer atentados ante la pasividad, e incluso la complicidad, de las autoridades de Bagdad y Washington.

En consecuencia, ha reclamado el permiso del Gobierno y el Parlamento turcos para desplegar una amplia ofensiva en el país vecino. Sin embargo, el Ejecutivo de Erdogan ha sabido controlar al sector castrense, apostando por la vía de la diplomacia o postergando, en último caso, el ataque a después de las elecciones.

Precisamente, la oposición ha recurrido durante la campaña al supuesto laxismo del AKP en política antiterrorista para apoyar una inmediata incursión militar en Irak y desacreditar a Erdogan a base de insultos. El líder del CHP, Deniz Baykal, acusó al primer ministro de buscar una coalición con "las prolongaciones del PKK" (el Partido de la Sociedad Democrática, DTP) y el jefe del Partido de Acción Nacionalista (MHP, ultranacionalista), Devlet Bahçeli, advirtió de que "la mentalidad de Erdogan equivale a la de 5.000 terroristas".

Así las cosas, el discurso ultranacionalista y bélico se impuso al debate sobre la cuestión del 'hiyab', que el AKP ha obviado durante toda la campaña para centrarse en sus logros económicos, o de las negociaciones de Turquía con la Unión Europea (UE), que duran ya casi dos años pero que se encuentran prácticamente estancadas por la negativa turca a abrir sus puertos y aeropuertos a Chipre y la llegada al poder en Francia de Nicolas Sarkozy.

PREVISIBLE VICTORIA DEL AKP

Conscientes de que a un mes de las elecciones de mañana uno de cada cuatro turcos no había decidido aún su voto, los 14 partidos políticos y casi 7.400 candidatos se han dedicado durante toda la campaña a insultarse entre sí y a lanzar promesas populistas de lo más rocambolescas. Por ejemplo, Erdogan aseguró que dejará la política si no tiene mayoría absoluta y un independiente prometió llevar la playa a una ciudad que está a casi 200 kilómetros del Mar Egeo.

Sin embargo, decenas de sondeos efectuados y publicados por la prensa local durante las últimas semanas han puesto de manifiesto que el AKP renovará su mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Si en 2002 se hizo con más de un 34% de los votos, ésta vez las encuestas más halagüeñas le conceden hasta un 48%.

No obstante, perderá escaños ya que dos formaciones políticas más conseguirán superar la barrera electoral del 10% para conseguir representación parlamentaria. Se trata del CHP y el MHP, que incluso podrían formar una coalición anti AKP para hacerse con el control del Gobierno, si bien tanto uno como otro partido lo han negado.

Asimismo, los políticos nacionalistas kurdos, que no se presentan bajo las siglas del DTP sino como independientes para sortear las restricciones del sistema electoral turco, podrían obtener entre 25 y 35 escaños, suficientes para formar un grupo parlamentario propio. Así, tendrían incluso la "llave" del futuro Ejecutivo si el AKP no tiene una mayoría suficiente para gobernar en solitario.