Crónica UE (Añadida).- Alemania y Reino Unido, en contra de crear un regulador europeo de la Energía

Actualizado: martes, 14 marzo 2006 20:05

España reclama tener en cuenta las "especificidades" de los Estados y no sólo la competencia en el debate sobre energía

BRUSELAS, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

La propuesta de la Comisión Europea de crear un regulador europeo de la energía para mejorar el funcionamiento del mercado interior y garantizar el suministro energético tropezó hoy con la oposición de Alemania y Reino Unido, que mostraron sus dudas sobre esta iniciativa durante el consejo extraordinario de Energía que celebraron en Bruselas los ministros de Industria de los Veinticinco.

Durante la reunión, en la que se debatió el llamado 'Libro Verde' sobre la energía, la batería de medidas presentadas por el Ejecutivo comunitario para hacer frente a los retos que tiene la Unión Europea en el sector energético, la delegación alemana esgrimió el hecho de que ya hay instrumentos que regulan el mercado del gas y el petróleo y que no merecía la pena crear un nuevo mecanismo.

En esta misma línea, los británicos pusieron el acento en el buen funcionamiento de los instrumentos ya existentes y la República Checa, se dijo partidaria de la "prudencia". No obstante, no todas las delegaciones tomaron la palabra para explicitar su punto de vista sobre una iniciativa que divide a los Veinticinco y que fue sólo defendida abiertamente por Bélgica e Irlanda.

El ministro español de Industria, José Montilla, aseguró ayer al respecto que ve "lejos" la existencia de un regulador europeo porque antes habría que dar prioridad a las interconexiones de las redes eléctricas, para crear un auténtico mercado interior. La urgencia de reforzar las interconexiones fue reclamada por los países bálticos, en este momento una auténtica isla energética que depende del exterior para garantizar su propio suministro. Estonia llegó incluso a ofrecerse para almacenar energía en su territorio.

Los Veinticinco mostraron también disparidad de pareceres sobre cuál debe ser la prioridad de la política energética de la Unión Europea, que algunos situan en el desarrollo del mercado interior, como Reino Unido, Holanda, Bélgica o Grecia, y otros colocan en la seguridad del suministro y la solidaridad entre Estados, como es el caso de Polonia, que llevó a la reunión una petición para crear un mecanismo de solidaridad en caso de crisis.

El comisario de Energía, Andris Piebalgs, recordó a Varsovia que la idea de la solidaridad está perfectamente recogida en el Libro Verde de la Comisión. Además, algunos países del arco mediterráneo, como Grecia y Malta, pusieron el acento en la creación de un mercado paneuropeo de energía. Por lo demás, los ministros dieron su visto bueno general al texto de la Comisión que plantea reformar el sector energético para hacerlo menos dependiente, más competitivo y caminar hacia una completa liberalización del mercado.

Aunque tiene su origen en la crisis ruso-ucraniana que, a principios de año, dejó sin gas a buena parte de la Europa del Este, el debate energético se ha visto animado por las tentativas de fusión protagonizadas por gigantes del sector y las decisiones políticas de algunos gobiernos, como el francés o el español, para proteger a sus compañías de los intentos de compra de empresas extranjeras.

Al respecto el ministro Montilla defendió que el sector no se analice sólo desde una óptica de mercado y competencia, porque se parte de una situación "de falta de armonización, de reciprocidad y de asimetría", sino que tenga en cuenta tanto los nuevos factores internacionales como las "especificidades" de los distintos Estados miembros.

El consejo de Energía puso de relieve que la difícil situación del mercado del petróleo y del gas, y el aumento cada vez mayor de la dependencia de las importaciones, así como la necesidad de diversificar y aumentar la transparencia de los mercados o la importancia cada vez mayor del cambio climático, obliga a desarrollar una nueva política energética para Europa.

Para intentar responder a estos retos, se apuesta por contribuir de forma equilibrada a la seguridad del abastecimiento, la competitividad y la sostenibilidad medioambiental, así como garantizar la transparencia y la no discriminación de los mercados o ser coherentes con las normas de la competencia y con las obligaciones del servicio público.

Además, se reclama respetar plenamente la soberanía de los Estados miembros sobre las fuentes primarias de energía y la elección que éstos hagan sobre cómo diversificar sus fuentes energéticas, en lo que se interpreta como una velada referencia al uso de la energía nuclear.

Algunos Estados, como Francia o Italia, defendieron la energía nuclear como fuente alternativa de suministro y también lo hizo Bulgaria, Rumania, que asistieron al encuentro en calidad de países observadores, así como los miembros que cuentan con centrales nucleares. En el caso de España este debate está organizado en torno a una Mesa sobre el futuro de la opción nuclear, en la que están representados todos los grupos políticos, las comunidades autónomas, los municipios afectados, los ecologistas, la patronal y los sindicatos.

El consejo escuchó también la petición polaca de crear un mecanismo de asistencia en caso de crisis energética y las conclusiones de la presidencia sobre el plan de acción de la biomasa y la estrategia de la UE para la generación de biocarburantes que los ministros de Agricultura y Pesca debatieron el pasado 20 de febrero en las que se indica que la contribución de la biomasa es esencial para cumplir, a final de 2010, el objetivo de 12% de energía renovable.

NUEVAS BASES

Martin Bartenstein, presidente en ejercicio del consejo y ministro austriaco de Energía, consideró que "se han sentado las bases para una nueva política energética europea" que debería garantizar la seguridad del suministro y la competitividad. "Europa debe hablar con una sola voz frente a sus socios internacionales", dijo al término del encuentro. Por ello, consideró "esencial" diseñar una política exterior europea de energía e intensificar el diálogo con países productores, como Rusia.

Según Bartenstein, Europa deberá invertir del orden de 1.000 millones de euros en infraestructuras y tecnologías necesarias para diversificar sus fuentes energéticas, tanto en lo que se refiere a países productores como de tránsito, además de apostar por el uso de la energía renovable. "Debemos aprovechar esta oportunidad para hacerle sitio a una política energética capaz de responder a los retos del siglo XXI".

EFICIENCIA ENERGETICA

Los ministros adoptaron también la Directiva sobre eficiencia energética, con lo que se comprometen a disminuir anualmente un porcentaje de su consumo energético, en concreto a rebajarlo un 9% en un periodo de nueve años, un paso que la presidencia juzgó importante si se quiere alcanzar el objetivo de economía energética del 20% de aquí a 2020.

Para lograrlo, los Estados miembros deben a partir de ahora elaborar tres planes de acción en materia de eficiencia energética. El primero tiene que presentarlo la Comisión antes de junio de 2007 y los otros dos entre el 30 de junio de 2011 y 2014. Los países deberán definir en cada uno de ellos las medidas que aplicarán en materia de eficiencia. Además, la directiva crea las bases para el desarrollo de un mercado de servicios energéticos y define también la función del sector público.