El mecanismo permitirá realizar pagos directos en las cuentas bancarias de los más necesitados
BRUSELAS, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La puesta en marcha del mecanismo de ayuda a los palestinos obligará a la Unión Europea a autorizar contactos con el Gobierno de Hamás, aunque éstos se llevarán a cabo en el nivel técnico "más bajo posible" y no incluirán en ningún caso al personal político, según explicaron hoy fuentes comunitarias. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, actuará como punto de contacto para firmar y autorizar todos los documentos y acuerdos legales necesarios.
La comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, se encuentra en la región para explicar a israelíes y palestinos el funcionamiento de este mecanismo, cuyo objetivo es que la ayuda internacional llegue directamente a los palestinos, sin pasar por las manos del Gobierno de Hamás. Pese a ello, una de las precondiciones para poner en marcha el sistema será ponerse en contacto con los niveles más bajos de la administración.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veinticinco decidieron en abril suspender las ayudas a la Autoridad Palestina y no mantener ningún contacto con Hamás ante la negativa de la organización radical palestina a cumplir las exigencias de la comunidad internacional: renuncia a la violencia, reconocimiento de Israel y respeto de los acuerdos anteriores. La decisión sobre el mecanismo supone una corrección de esta política, aunque de momento se desconoce su alcance.
"Este mecanismo tiene dos objetivos", explicó la comisaria de Relaciones Exteriores. Por un lado, "evitar el peligro de una crisis humanitaria" y, además, "señalar claramente a este nuevo Gobierno que no puede haber una relación normal con un Gobierno que no ha aceptado aún los principios fundamentales de la paz". El Ejecutivo comunitario reconoce que el mecanismo será "superfluo" si Fatah y Hamás llegan a un acuerdo que implique el reconocimiento de Israel, y subraya que este es el "deseo" de la UE.
El mecanismo, con una duración inicial de tres meses, constará de tres partes: una dedicada al sistema sanitario, otra a las facturas del agua y la energía, y la tercera, la más novedosa, de pagos a los sectores más necesitados de la población palestina. En el primer caso, se financiará la compra de equipos médicos y de fármacos, así como pagos no salariales a médicos y enfermeros. Ello se hará a través de un Fondo del Banco Mundial ya existente, que deberá ajustarse para limitar las relaciones con el Gobierno y centrar su punto de contacto en el presidente Abbas. La Comisión hará una aportación de 10 millones de euros para que los primeros pagos lleguen a principios de julio.
El segundo componente del mecanismo será el pago de las facturas del agua y la energía, algo que la UE ya hace desde principios del año. Para ello se enviarán 40 millones de euros adicionales, que pueden empezar a llegar a partir de la semana que viene, según un alto funcionario del Ejecutivo comunitario.
Finalmente, la parte más original del mecanismo es la que se dedicará a enviar pagos directos a los palestinos más necesitados. La Comisión empezó este lunes los trabajos para definir de manera concreta los criterios de selección de los beneficiarios y ya ha decidido poner otros 40 millones de euros. Se espera que parte del dinero vaya a los trabajadores de la educación, que en principio se habían contemplado como posibles receptores de dietas, pero que fueron descartados para dar prioridad absoluta a la sanidad.
El nuevo programa se pondrá en marcha "lo antes posible" en cooperación con el Banco Mundial. El dinero irá directamente a las cuentas bancarias de palestinos de acuerdo con la evaluación de necesidades que se haga. Para ello, un prerrequisito será también la participación de bancos internacionales en el sistema. "Claramente, la cuestión de la elegibilidad de los beneficiarios tendrá que controlarse con cuidado", declaró Ferrero-Waldner, prometiendo transparencia y fiabilidad en los pagos.
De momento, Estados Unidos, como miembro del Cuarteto, ha apoyado el diseño del mecanismo, aunque no está nada claro que vaya a utilizarlo para hacer llegar su ayuda a los palestinos. Israel ha dicho que lo analizará con detalle. La UE espera contribuciones de otros donantes tradicionales, como Noruega o Suiza, así como de los países árabes.
No obstante, el Ejecutivo comunitario enfatiza que ningún mecanismo podrá resolver la situación humanitaria palestina, que se debe a la mala gestión, a las posiciones políticas del Gobierno de Hamás, y a la decisión de Israel de restringir los movimientos en Gaza y Cisjordania y de retener los ingresos fiscales que cobra en nombre de los palestinos. La UE cree que la crisis sólo se resolverá si israelíes y palestinos vuelven a la mesa de negociaciones para llegar a un acuerdo de paz.
