Espinosa insiste en su oposición a eliminar superficie cultivable en España
BRUSELAS, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Estados miembros se mostraron hoy de manera general a favor de acometer una "profunda" reforma de la organización común del mercado (OCM) del vino tal y como planteó la Comisión Europea, aunque también de manera mayoritaria se opusieron a que el arranque de viñedos quede en mano de los productores y no sea gestionado por los Gobiernos y demandaron más tiempo para eliminar las medidas de apoyo al mercado y el esquema de derechos de plantación.
Los ministros de Agricultura de la UE volvieron a debatir este lunes sobre los elementos que debería incluir la reforma del sector vitivinícola en base a las ideas que mencionó la Comisión en el primer documento que publicó el pasado mes de junio.
Fuentes del Consejo de la UE advirtieron que todavía no es "una fase decisiva" para reforma. De momento no hay una propuesta legislativa en firme y el portavoz de Agricultura de la Comisión, Michael Mann, indicó que el documento probablemente no estará preparado en enero, cuando estaba previsto, y que de momento no hay fecha concreta.
A este respecto, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, señaló esta mañana después de una reunión bilateral con la comisaria del ramo, Mariann Fischer Boel, que la Comisión aplazaría la presentación de la propuesta legislativa, que en ningún caso será durante este año 2006. Mann afirmó que "no será en enero" y que "no sea sabe cuándo será". Posteriormente, Espinosa
En cualquier caso, las conversaciones continúan y el intercambio de opiniones que celebraron los ministros este lunes reflejó que hay un grupo mayoritario de países se alineó con la Comisión y apostó por una reforma "en profundidad" del sector. Así se manifestaron Alemania, Francia, Austria, Hungría, Chipre, Eslovenia, Italia, Malta Portugal, Letonia, Suecia, Grecia, Bélgica y Finlandia, enumeraron fuentes del Consejo.
En el otro grupo, más reducido en el que se inscribe España, se encuentran los países favorables también a la reforma profunda, pero combinada con algunos elementos propios de la reforma de la PAC, como la introducción de un esquema de pago único, mayor flexibilidad o el abandono de medidas de mercado acompañado de ayudas desacopladas a la producción.
Según explicó la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, la segunda opción recoge aspectos que "valoramos positivamente", como la simplificación del etiquetado o nuevas prácticas enológicas, pero España no la apoyó completamente porque también contempla el arranque de 400.000 hectáreas de viñedo.
Por eso, "la posición española es que no nos vale ninguna (opción) pero aprovechar de la primera elementos que puedan servir para colocar vinos en mercado internacional y competir con países emergentes".
ARRANQUE DE VIÑEDOS
Por otra parte, las fuentes indicaron que el punto más polémico del documento de la Comisión que ya se conoce es su intención de eliminar 400.000 hectáreas de viñedos en toda la UE, algo que podrían elegir voluntariamente los productores. Asimismo, Bruselas planteó la reducción de esta superficie en un periodo de cinco años y con una ayuda total de 2.400 millones de euros.
Las fuentes indicaron que el argumento de delegaciones como la española a favor de que sea el Gobierno el que gestione el abandono de tierras es que de esta forma el arranque estará "equilibrado" entre las distintas regiones.
Aunque hoy no se presenció una división nítida entre países productores y no productores, las fuentes indicaron que sí es cierto que los primeros, también España, se negaron a que "el eje" de la reforma sea precisamente el arranque de viñedos.
Mann puntualizó que la comisaria Fischer Boel volvió a explicar la idea del arranque de viñedos en la reunión de los ministros, donde aseguró que el objetivo es "precisamente evitar los problemas sociales". El planteamiento del Ejecutivo comunitario es "favorecer a la gente necesitada de ayuda social que tiene que parar" su actividad y que puede "para con algo (de dinero) o con nada", indicó Mann en alusión a las palabras de la comisaria.
"Se trata de dar la posibilidad de que los que no pueden enfrentarse a una competencia más dura a abandonar el sector", dijo Fischer Boel en conferencia de prensa.
DERECHOS DE PLANTACIÓN
La intención de Bruselas es compaginar la reducción de superficie cultivable con la eliminación del esquema de derechos de plantación para que se extinga definitivamente en 2013. De esta forma, los vinos menos rentables dejarían de producirse porque sus productores habrían cesado su labor y los productores más exitosos podrán seguir expandiéndose -y con ello sus caldos más competitivos_con la compra sin restricción de tierra. Todo esto, a "riesgo propio" de los más competitivos, porque Bruselas quiere también eliminar las ayudas a la destilación, apuntó la comisaria.
También aquí el grupo donde se incluye España fue minoritario, formado también por Francia, Hungría, Alemania, Austria, Eslovaquia y Luxemburgo.
En su documento la Comisión también propuso la eliminación de medidas de apoyo al mercado y los Estados miembros se pronunciaron hoy mayoritariamente en contra de "una supresión general de medidas", sino solamente de las "ineficaces".
Aquí España volvió a defender la ayuda a la destilación de crisis y se sumó a "la condena general" de la idea de la Comisión de suprimirla, ya que, junto con las ayudas a la destilación de crisis y al almacenamiento es considerado por Bruselas como uno de los problemas del sector vitivinícola actual.
Por último, los países de la UE se pronunciaron sobre la idea de transferir parte de los fondos con que se dota al sector hacia políticas de desarrollo rural, en una discusión en la que, una vez más, no hubo una diferencia evidente entre productores y no productores.
Así España se mostró en contra de restar fondos para utilizarlos en desarrollo rural igual que Francia, Alemania, Hungría, Italia, Grecia y Eslovaquia. Por el contrario, se mostraron más favorables las delegaciones de Reino Unido, Suecia, Bélgica, Letonia, República Checa, Chipre, Países Bajos, Luxemburgo y Portugal.
