Crónica Vaticano/Polonia.- Benedicto XVI visita Auschwitz y denuncia los "crímenes masivos sin precedentes" del nazismo

Actualizado: domingo, 28 mayo 2006 19:58

Cerca de un millón de polacos participa en Cracovia en una Misa dedicada al recuerdo de Juan Pablo II

CRACOVIA (POLONIA), 28 May. (EUROPA PRESSS) -

El Papa Benedicto XVI, que se encuentra en el último día de su visita oficial a Polonia, realizó hoy una simbólica vista al campo de concentración de Auschwitz, símbolo del terror y el Holocausto, a donde entró caminando sólo, con las manos entrelazadas y en silencio. A continuación se desplazó al campo de concentración de Birkenau, donde dedicó una oración a las víctimas del Holocausto y denunció "los crímenes masivos sin precedente" que en estos lugares se llevaron a cabo durante el régimen nazi.

El Papa manifestó que su visita a Auschwitz y Birkenau se produce como "un hijo del pueblo alemán". "Hablar en este lugar de horror, en este lugar donde se llevaron a cabo crímenes masivos sin precedentes contra Dios y el hombre, es casi imposible, y es particularmente difícil y perturbador para un cristiano, para un Papa alemán", dijo.

"En un lugar como éste, fallan las palabras; al final, sólo puede haber un silencio sobrecogedor, un silencio que a la vez es un clamor del corazón a Dios: ¿Por qué, Señor, permaneciste en silencio?" , declaró el Sumo Pontífice tras orar en memoria de las víctimas del Holocausto.

Asimismo, recordó que, como su predecesor Juan Pablo II quien visitó el lugar como polaco, él lo hacía como "hijo del pueblo alemán". "Los jefes del Tercer Reich querían aplastar a todo el pueblo judío, borrarlo de la nómina de los pueblos de la tierra", denunció.

"Al destruir a Israel con la Shoá, querían en última instancia destrozar la fuente de la fe cristiana y reemplazarla por una fe inventada por ellos", continuó Benedicto XVI.

Benedicto XVI ingresó al campo con actitud solemne y las manos unidas luego de pasar bajo la infame puerta como una solitaria figura de blanco. El séquito papal vestido de negro se mantuvo a distancia cuando Benedicto XVI cruzó la puerta bajo el letrero 'Arbeit Macht Frei', o 'El trabajo libera'.

La visita está cargada de significado para las relaciones católico-judías, un tema prioritario tanto para Benedicto XVI y de su predecesor Juan Pablo II.

Así, Benedicto XVI, de nacionalidad alemana y que se vio obligado a servir a las Juventudes Hitlerianas durante la II Guerra Mundial, tras saludar brevemente al obispo local, se recogió en oración ante el 'muro de la muerte' de Auschwitz, pared de ejecución y símbolo del exterminio nazi. Allí, Benedicto XVI encendió una vela en memoria de los asesinados.

Después, el Pontífice se dirigió a saludar lentamente y uno por uno a un grupo de 32 supervivientes del campo de exterminio. Tras esto, Benedicto XVI se desplazó hasta el bloque 11 en el que vivieron los prisioneros judíos, y salió del complejo en coche, para trasladarse al campo de concentración de Birkenau, donde oró ante el Monumento Internacional a las víctimas construido al lado del horno crematorio número dos.

"HONRAR A JUAN PABLO II"

Por la mañana, cerca de 900.000 polacos ataviados con los colores amarillo y blanco de la bandera vaticana se reunieron este domingo en la explanada del parque Blonie de Cracovia donde participaron en una emotiva Misa oficiada por Benedicto XVI que calificó el encuentro de "la mejor manera de honrar a Juan Pablo II". "Os pido, finalmente, que compartáis con los otros pueblos de Europa y del Mundo, esta manera de honrar la memoria de vuestro compatriota, que como sucesor de San Pedro llevó a cabo su legado con un poder y una efectividad extraordinarios", indicó Benedicto XVI al término de su homilía durante la Santa Misa.

Asimismo, el Papa instó a los polacos a "permanecer firmes" en su fe y amor y pidió a los congregados que le recordasen en sus oraciones "al igual que recuerdan a su gran predecesor" de manera que "pueda llegar a cabo la misión" que Cristo le ha encomendado. Benedicto XVI pidió a los polacos que se conviertan en "faro de la fe" en una Europa cada vez más secular.

En este sentido, el Sumo Pontífice recuperó las palabras pronunciadas por Juan Pablo II en su viaje a Polonia de 1979 con las que instaba a los polacos a "permanecer firmes en vuestra fe". "Debéis ser fuertes con el impulso de la fe. Debéis tener fe porque hoy, más que hace años, necesitáis esta fortaleza", indicó Benedicto XVI haciéndose eco de las palabras de su predecesor. "Yo también os pido que miréis al cielo y a la tierra y levantéis los ojos hacia aquel en el que muchas generaciones han descubierto el último significado de la vida", expresó.

Asimismo, agradeció a todos los congregados las muestras de cariño recibidas a lo largo de los cuatro días que ha durado su visita. "Doy la bienvenida a todos los polacos, a la comunidad religiosa y a las autoridades", expresó el Sumo Pontífice. "Os agradezco con todo mi corazón la invitación a Cracovia.

Cracovia, la ciudad de Karol Wojtyla y de Juan Pablo II es también mi Cracovia", añadió. "Deseaba respirar el aire de su tierra, deseaba conocer los lugares en los que creció y quería especialmente conocer a los hombres y mujeres de su país para comprobar que seguís firmes en esa fe", prosiguió.

Benedicto XVI ha recogido numerosas muestras de apoyo por parte de la población polaca a lo largo de su viaje que termina hoy, especialmente desde que ayer expresase su deseo de que Juan Pablo II sea canonizado "en un futuro próximo".

Polonia ha recibido con cariño al Sumo Pontífice. Un total de 900.000 personas se congregaron en la explanada de Cracovia en la que se ofició la Homilía, según datos de la Policía.