Crónica Vaticano/Turquía.- El Papa pide un "diálogo verdadero" con el Islam y que ninguna religión justifique la violenc

Actualizado: martes, 28 noviembre 2006 21:19

El máximo líder religioso turco denuncia ante Benedicto XVI que sus palabras en Ratisbona fomentan la islamofobia

ANKARA, 28 Nov. (por Ildefonso González, EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI subrayó hoy en Ankara la "necesidad vital" de un diálogo "sincero basado en la verdad" entre católicos y musulmanes y exigió que ningún líder religioso justifique la violencia como "expresión legítima" de su fe. El primer día de su visita oficial a Turquía, muy apretada en agenda y sin incidentes reseñables, estuvo marcada por los choques dialécticos entre el Pontífice y el máximo responsable turco de Asuntos Religiosos, Alí Bardakoglu, quien denunció que las declaraciones del jefe de la Iglesia Católica en Ratisbona fomentan la islamofobia.

En un discurso pronunciado por la tarde después de entrevistarse con Bardakoglu, el Pontífice valoró que del diálogo interreligioso "depende en gran medida nuestro futuro", al tiempo que recordó que católicos y musulmanes comparten "el carácter sagrado de la dignidad de la persona, base del respeto y estima recíproca y de la colaboración al servicio de la paz entre naciones y pueblos".

"Los cristianos y los musulmanes pertenecen a la familia de los que creen en un único Dios y que, según las respectivas tradiciones, hacen referencia a Abraham. Esta unidad humana y espiritual de nuestros orígenes y nuestros destinos nos impulsa a buscar un camino común", sostuvo.

Poco después, en otro discurso en la Nunciatura Apostólica, Su Santidad instó a los líderes religiosos a que renuncien "absolutamente" a justificar el recurso a la violencia "como expresión legítima" de su fe. Igualmente, valoró que las religiones "no deben pretender ejercitar directamente el poder político". El Pontífice hizo esta valoración al hilo del laicismo en Turquía, un país al que describió como "moderno" por adoptar este sistema.

Sin embargo, el Papa criticó también de forma velada a las autoridades turcas por la falta de libertad religiosa en este país donde el 95% de la población es musulmana. De hecho, Turquía es, junto a Bielorrusia y Bosnia, una de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que no respeta plenamente el derecho a la libertad religiosa que recoge su Constitución. En su opinión, la libertad de credo "garantizada y respetada institucionalmente" es una condición necesaria para la edificación de la sociedad, "especialmente para los más vulnerables y pobres".

Oriente Próximo y la lacra del terrorismo también ocuparon buena parte de sus palabras. Benedicto XVI estimó que el conflicto en esta región "perdura de una forma inquietante, pesando sobre toda la vida internacional, con el riesgo de expandirse en conflictos periféricos y de difundir acciones terroristas". Por ello, invitó a la comunidad internacional a que, dado el "reciente desarrollo del terrorismo" y la "evolución de ciertos conflictos regionales", respete "las decisiones de las instituciones internacionales" y las apoye, "dotándolas de medios eficaces para prevenir los conflictos y mantener zonas de neutralidad entre los beligerantes".

DE NUEVO RATISBONA

Por su parte, Alí Bardakoglu, que había asegurado hace unos días que no sacaría a relucir las palabras del Papa en Ratisbona, indicó frente al mismo Benedicto XVI que declaraciones como éstas fomentan la islamofobia y ofenden a los musulmanes. "La supuesta convicción de que la espada es utilizada para expandir el Islam por el mundo aumenta la islamofobia y daña a todos los musulmanes", afirmó.

En este sentido, el gran mufti llamó a los líderes religiosos a actuar con responsabilidad y no servirse de las "diferencias para encontrar a nuevos seguidores para sus propias religiones". "Los líderes religiosos deberían actuar conforme a las enseñanzas de todas las religiones, que piden la paz sin miedo o prejuicio", estimó Bardakoglu, agregando que el Islam denuncia "todas las formas de terrorismo, independientemente de la identidad de las víctimas".

APOYO A LA UE

El Papa aterrizó pasadas las 13:00 hora local (una hora menos en España) en el aeropuerto internacional de Esenboga, en Ankara, donde fue recibido calurosamente por el primer ministro turco, Recep Tayiip Erdogan. Ambos celebraron un encuentro de algo más de 20 minutos en el que el Pontífice aseguró que apoyará la entrada del país en la Unión Europea (UE) y coincidió con Erdogan en que el Islam es "una religión de paz, tolerancia y amor".

"Turquía se ha convertido en un puente entre religiones. Es un país democrático, islámico y un puente. Quería venir a Turquía desde que soy Papa porque amo su cultura. Quiero reiterar la solidaridad entre culturas", anotó el Santo Padre.

Mientras, Erdogan expresó a Su Santidad "su felicidad" por verle en Turquía, agregando que su visita tenía lugar en un momento "muy importante", en referencia a la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones que el Gobierno de Ankara patrocina junto al de Madrid y que se presentará en la sede de la ONU en Nueva York el próximo mes.

En una rueda de prensa posterior al encuentro, el primer ministro explicó que se había excusado ante el Papa por no poder atenderle durante más tiempo, ya que después de recibirle partió a la cumbre de la OTAN que comienza hoy mismo en Riga (Letonia).

MAUSOLEO DE ATATURK

Posteriormente, Benedicto XVI rindió tributo al fundador de la República de Turquía en 1923, Mustafá Kemal Ataturk, en el mausoleo que lleva el mismo nombre y está situado en el centro de Ankara. Todos los jefes de Estado que viajan a Turquía acostumbran a visitar este monumento, que tiene forma de templo y al que se accede por una escalinata.

Flanqueado por soldados, depositó ante la tumba una corona de flores con los colores rojo y blanco de la bandera turca. Acto seguido, firmó en el libro de oro del mausoleo, donde dejó la siguiente frase en inglés: "En esta tierra, cruce de caminos de las diferentes culturas y religiones y puente entre Asia y Europa, hago mías las palabras del fundador de la República turca, Ataturk, para expresar mi deseo: 'Paz en patria, paz en el mundo".

La siguiente parada fue el Palacio de Çankaya, donde analizó junto al presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, "las formas de reforzar el entendimiento mutuo y la cooperación", según informaron las autoridades locales. Se trató de una visita de cortesía ya que fue el jefe de Estado otomano quien cursó la invitación formal al Vaticano para que Benedicto XVI visitase el país. En el mismo palacio Su Santidad se encontró con el viceprimer ministro turco, Mehmet Ali Sahin.

SEGURIDAD

Los numerosos actos previstos en la agenda del Papa obligaron a que muchos de ellos empezaran con retraso. Por lo demás, todo fue sobre ruedas, gracias sobre todo al impresionante dispositivo de seguridad dispuesto por las autoridades turcas, con unos 16.000 policías desplegados por todo el país.

A pesar de ello, decenas de personas se manifestaron esta mañana ante el edificio que alberga la Dirección General de Asuntos Religiosos en Ankara para protestar contra su visita y trasladarle que no es bienvenido en Turquía. El Papa cenará esta noche con los miembros de la Conferencia Episcopal de Turquía y pernoctará en la Nunciatura.