La Cruz Roja pide al Gobierno de Sri Lanka y a los Tigres Tamiles que respeten a los civiles

Actualizado: miércoles, 2 agosto 2006 21:21


OSLO, 2 Ago. (EROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está profundamente preocupado por los civiles heridos, muertos y desplazados en el actual conflicto entre las fuerzas de seguridad de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), según informó hoy la organización en un comunicado.

El CICR recuerda a ambas partes su obligación de cumplir la ley humanitaria internacional y pide que respeten a la población civil. "Estamos muy preocupados con la situación de los civiles atrapados en medio de la lucha, y exigimos a ambas partes que protejan a la población civil contra los efectos de las hostilidades", dice el jefe de la delegación de la CICR en Colombo, Toon Vandenhove.

El CICR mantiene conversaciones confidenciales con ambas partes y está observando la situación sobre el terreno. Está preparado para proteger a aquellos que no participen en las hostilidades y a proveerles de atención médica, alojamiento y otras necesidades vitales.

AL MENOS UN NIÑO MUERTO Y TRES MUJERES HERIDAS POR UN PROYECTIL

Un niño de 8 años murió y tres mujeres resultaron heridas al caer un proyectil de artillería en la iglesia de San Antonio en Muttur, en el este de Sri Lanka, donde más de 600 civiles tamiles se habían refugiado anoche para huir de los combates entre el Ejercito gubernamental y los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), según informa la web pro-rebelde 'Tamilnet.com'.

Según esta web, que cita fuentes civiles, las mujeres heridas han tenido que recibir tratamiento en la iglesia ante la imposibilidad de ser trasladadas a un hospital debido a la reanudación de los combates tras una breve tregua. 'Tamilnet' no indica si el proyectil fue disparado por los Tigres Tamiles o el Ejército.

El Ejército de Sri Lanka y los rebeldes tamiles mantienen desde hace dos días intentos combates, por tierra, mar y aire, después de que Colombo lanzara una ofensiva militar para facilitar el suministro de agua a las localidades que controla en torno a Trincomalee después de que el LTTE bloqueara una presa que abastece a estas, en represalia porque el Gobierno no ha construido una torre de agua en las zonas bajo control rebelde.