LA HABANA, 5 Ago. (EP/AP) -
Los boxeadores estralla de Cuba, Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, detenidos en Brasil con sus visas vencidas y que habían abandonado la delegación cubana durante los Juegos Panamericanos, no sufrirán represalias cuando regresen al país, aseguró hoy el presidente Fidel Castro. "Carecían de documentación", explicó Castro en una de sus habituales reflexiones publicadas en el periódico Juventud Rebelde.
El gallo Rigondeaux, bicampeón olímpico y mundial de boxeo amateur y el welter Erislandy Lara, también campeón mundial, fueron el centro de una serie de incidentes que comenzaron cuando ambos no se presentaron para el pesaje en sus categorías durante los pasados Juegos Panamericanos y quedaron desclasificados.
Un empresario alemán de la firma promotor "Arena" aseguró haber ganado su confianza y logrado un contrato con ellos por cinco años para que abandonaran el equipo de Cuba y de ahí pasaran al campo profesional.
Finalmente, fueron localizados esta semana en una playa cercana a Río de Janeiro donde la Policía asegura que estuvieron de fiesta y acumularon una exorbitantes facturas.
"No fueron trasladados a una prisión. Permanecieron en el mismo hotel donde se alojaban bajo control de la Policía Federal. Los boxeadores le comunicaron que habían cometido un error y estaban arrepentidos. Se negaron a recibir a un ciudadano alemán, que de inmediato se interesó por ellos, cumpliendo instrucciones de la empresa mafiosa", explicó Castro.
El presidente cubano escribió una columna de opinión anterior en la cual acusaba a los púgiles de ser deportistas mercenarios seducidos con dinero para abandonar al equipo de su país. Ambos eran medallas de oro seguras para Cuba.
Según el gobernante, se han realizado los trámites consulares, mientras incluso parlamentarios alemanes trataron de intervenir a favor de la empresa germana que dijo haber gastado dos millones de dólares para organizar el abandono de los boxeadores. Durante los días previos se mencionó que ambos atletas se encontraban en Turquía.
En Cuba no existe el boxeo profesional, pero el nivel del deporte es elevado, por lo que muchos de los púgiles suelen ser tentados con ganar fortunas tras abandonar la isla.
"A estos ciudadanos no los esperan arrestos de ningún tipo ni mucho menos métodos como los que usa el Gobierno de Estados Unidos en Abu Ghraib y Guantánamo, jamás utilizados en nuestro país", manifestó Castro.
Los planes provisionalmente trazados por las autoridades, manifestó Castro, contemplan que una vez deportados a Cuba se los aloje en una casa de protocolo, para permitirles ver a sus familiares, y hasta facilitar su contacto con la prensa.
Posteriormente, se "les ofrecerán tareas decorosas y en favor del deporte de acuerdo con sus conocimientos y experiencia", señaló el mandatario para tranquilizar también a las autoridades brasileñas sobre el futuro de estos jóvenes.
Castro, quien cumplirá 81 años la semana que viene, se encuentra fuera del Ejecutivo desde hace más de un año debido a una serie de operaciones intestinales que le obligaron a delegar el poder en su hermano, Raúl.
