Cumbre.- Correa pide a la XVII Cumbre Iberoamericana una condena "radical" contra el racismo y la xenofobia

Actualizado: viernes, 9 noviembre 2007 18:01

SANTIAGO, 9 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme)

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, pidió hoy a la XVII Cumbre Iberoamericana que se pronuncie "de manera radical en su condena al racismo y a la xenofobia".

Esta petición ocurre a un mes del ataque del que fue víctima una inmigrante ecuatoriana que fue brutalmente agredida por un joven español en el metro de Barcelona, acto que fue condenado por autoridades españolas y también del país centroamericano.

"No podemos olvidar al gran Neruda, que proclamaba que 'antes de la peluca y la casaca, esta América era una civilización maravillosa, de antorchas y petroglíficos' ", dijo el presidente Correa .

En su discurso en la sesión plenaria inaugural de la cumbre que se realiza desde ayer y hasta mañana en Santiago de Chile, el gobernante señaló que "América Latina es la región más desigual del mundo. Y ese debe ser el punto de partida para cualquier discusión sobre cohesión social", al comentar el tema que reune a 22 presidentes y jefes de gobierno.

"En América Latina podemos encontrar pobres más pobres que en África y ricos más ricos que en Suiza", precisó. Asimismo, dijo que "durante la larga y triste noche neoliberal que sufrió nuestro continente, la destrucción de la cohesión social se exacerbó. También, aquel excecrable defecto humano, el egoísmo, se convirtió en la máxima virtud social. La competencia se transformó en el modo de vida. Supuestas manos invisibles eran las que nos iban a dar la máxima felicidad".

Agregó que, "en ese contexto, entonces, ¿para qué tener un proyecto social en común, para qué tener cohesión alguna?. No nos engañemos, tal vez el más nefasto legado del neoliberalismo ha sido la destrucción de la cohesión social en América Latina".

Para Correa, "mientras impere el evangelio del mercado, será muy difícil alcanzar una verdadera cohesión social; mientras sociedades, vidas y personas estén sometidas a la entelequia del mercado, donde los excluidos, los pobres y miserables son considerados poco menos que daños colaterales, muy dificilmente habrá cohesión social".

"Si algo nos enseñó el Siglo XX, es que los países más prósperos ya no son aquellos que tienen más abundancia de recursos naturales, trabajo humano o capital físico, sino que aquellos que tienen mayor talento humano, puesto que sin un proyecto de vida en común o recursos que tenga un país, sencillamente de comunidad social poco podrá salir adelante", puntualizó.

Correa hizo un llamamiento a escuchar la voz de los pueblos, pues, según explicó, "hablar de cohesión social sólo puede ser entendido mediante la consagración a los intereses de las mayorías, con sistemas que rompan las profundas asimetrías económicas y sociales y que dé voz a aquellos que nunca la tuvieron".

Por último, pidió sentar las bases de "una democracia que encause la transformación social que demandan nuestros pueblos y que logre para todos el acceso a la justicia, al trabajo y a la dignidad".