VIENA, 13 May. (de la enviada especial de EUROPA PRESS Clara Pinar) -
El vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, se mofó hoy de los nulos efectos que tuvieron "para la Revolución" las sanciones diplomáticas que la UE impuso a la isla en 2003 y decidió suspender en junio de 2005 y aseguró que a su país no le importa si el mes que viene los Estados miembros acuerdan restaurarlas.
"Se van a reunir para ver si mantienen la suspensión, ya les dijimos que por nuestra parte no perdieran tiempo y ni se reúnan, que las dejen, las suspendan, las guarden, hagan lo que les dé la gana que a Cuba no le interesan esas sanciones", dijo Lage ante el enfervorizado público que asistió este sábado a la clausura de la cumbre alternativa que celebraron movimientos sociales de Europa y América Latina en paralelo a la Cumbre de Viena.
Acompañado en el escenario por los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez, el vicepresidente cubano indicó que la UE sancionó a Cuba "porque considera que en Cuba se violan los derechos humanos, que Cuba es un país no democrático".
Aseguró que estas medidas no han tenido ningún efecto en Cuba y se refirió a "lo dolidos que estamos nosotros con esas sanciones, estamos desesperados por que las levanten, no podemos vivir con esas sanciones".
Lage hizo un comentario a cada una de las tres medidas impuestas por la UE y "suspendidas unos meses", según dijo. En primer lugar, recordó que "está prohibido que los dirigentes cubanos vayan a las recepciones de las embajadas europeas", en alusión a la medida que recomendaba que los Estados miembros invitasen también a la disidencia cubana a sus fiestas nacionales. "Una sanción dolorosísima", dijo.
En segundo lugar, "están prohibidos los intercambios culturales" entre los Gobiernos europeos y el cubano, algo que para Lage tiene "un olor nazi, fascista, me recuerda a las quemas de libros en la Segunda Guerra Mundial".
Por último, se refirió a la medida por la que la UE restringió las visitas de alto nivel a la isla. "No tenemos el privilegio de recibir en Cuba a ministros europeos porque está prohibido", explicó.
POSICIÓN COMÚN
Las sanciones diplomáticas fueron impuestas por la UE en 2003 después de la oleada de detenciones de opositores en Cuba y decidió suspenderlas en junio de 2004 a instancias de algunos Estados miembros, particularmente España. En su lugar, la UE decidió establecer un "diálogo crítico" con el Gobierno de la isla y potenciar sus lazos de comunicación con la disidencia pacífica en Cuba.
Como cada año desde que la UE restaurara en 1996 su posición común hacia Cuba, los 25 volverán a analizar la situación política y el respeto de los derechos fundamentales en la isla. Para la restauración de las sanciones diplomáticas sería necesario que hubiese una propuesta en firme al respecto y que unanimidad entre los Estados miembros.
Lage consideró que "lo más grave de esto no son las sanciones, lo más grave es la doble moral" que, según dijo, practica la UE y que le impide "condenar a Estados Unidos por el genocidio de Irak".
Denunció asimismo que Europa "suspendió su ayuda" a los palestinos porque eligieron un Gobierno -liderado por Hamás- "que no les gusta", igual que "quieren prohibir el derecho de Irán y de cualquier otro país al uso pacífico de la energía nuclear".
CALUMNIAS DE FORBES
En otro orden de cosas, Lage se refirió a las "calumnias" que publicó la revista estadounidense Forbes, que incluyó al presidente de Cuba, Fidel Castro, en su clasificación de los mandatarios más ricos del mundo. Según recordó el vicepresidente, la publicación le asignó el séptimo puesto con una fortuna valorada en "alrededor de 1.500 millones de dólares".
"Más que una ofensa a Fidel es una ofensa al pueblo de Cuba, a la verdad, a cuantos tienen dignidad en el mundo", dijo Lage, que aseguró que "es verdad, Fidel tiene una gran fortuna, de haber vivido por la justicia y por haber vivido para hacer realidad los sueños".
