El Daily Telegraph publica entrevistas con Litvinenko en las que revela su labor como ejecutor para el Kremlin

Actualizado: sábado, 25 noviembre 2006 22:30


LONDRES, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ex espía ruso Alexander Litvinenko reveló en una serie de entrevistas concedidas antes de su muerte por envenenamiento cómo se le ordenó reclutar a poderosos hombres de negocios en la Rusia post comunista, contrató a asesinos para acabar con sus rivales potenciales y asesinar a los posibles informadores que pudieran afectar el proceso de reconstrucción del Kremlin, según un informe publicado hoy sábado en el diario británico 'Daily Telegraph'.

A lo largo de las entrevistas concedidas a los académicos Julia Svetlichnaja y James Heartfield, Litvinenko explicó cómo desempeñó su labor a lo largo de los turbulentos años tras la caída del muro de Berlín.

"Si alguien era víctima de un crimen, como por ejemplo que violaran a su hija, le ofrecías vengarse del criminal", explicaba el ex coronel de la KGB. "Así es como reclutábamos a los asesinos", señalaba Litvinenko a sus entrevistadores.

En las conversaciones se explica también cómo el ex espía entabló relaciones con los chechenos, y cómo estos se convirtieron en elementos claves para la nueva economía rusa hasta que el Kremlin terminó considerándolos una amenaza por su creciente influencia en la región. Conforme pasaba el tiempo, la labor de Litvinenko, según la entrevista publicada por el diario, se centró en "la solución de problemas", como la ejecución de varios recaudadores del Cáucaso para cancelar la deuda pendiente de un antiguo colega, unos asesinatos que fueron considerados, de forma oficial, como parte de la tarea de pacificación en la convulsa región.

"Nuestro departamento se encargaba del llamado 'principio del problema': el Gobierno tenía un problema y nosotros, simplemente, nos ocupábamos de él", explicó Litvinenko.

A finales de la década de los 90, su departamento en la FSB (Servicio Federal de Seguridad) se encargaba de, según el ex agente, "encargarse de los castigos ilegales, o de las también llamadas 'ejecuciones extralegales' de hombres de negocios, políticos u otras figuras públicas".

Finalmente, Litvinenko recordó su relación inestable con el multimillonario Boris Berezovsky, del que llegó un momento en que tenía "demasiado dinero y demasiado poder", según recuerda el fallecido ex espía, por lo que se le ordenó su ejecución. Una orden que desobedeció, sin ampliar detalles. Litvinenko se limitó a explicar a los académicos que "(Berezovsky) y yo somos amigos y me ha ayudado económicamente, por lo que le estoy agradecido".