Decenas de muertos durante el intento por parte del ISIS de tomar Baquba

Actualizado: martes, 17 junio 2014 14:50

Miles de chiíes se presentan como voluntarios para combatir a los yihadistas suníes

BAGDAD, 17 Jun. (Reuters/EP) -

Decenas de iraquíes han muerto este martes durante la batalla por Baquba, la capital de la provincia de Diyala, al norte de Bagdad, mientras que el cierre de la principal refinería del país como consecuencia de la violencia han dejado a amplias zonas del país sin combustible ni electricidad.

Fuerzas gubernamentales aseguran haber repelido un intento por parte de los insurgentes de tomar Baquba en medio de intenso combates durante la noche. Algunos residentes y responsables han indicado que entre los muertos hay decenas de prisioneros de una cárcel local, si bien hay versiones enfrentadas sobre cómo han muerto.

La televisión estatal ha informado de que las fuerzas de seguridad han repelido ataques contra tres barrios de Baquba durante la noche. Diyala es una provincia mixta tanto étnica como religiosamente que fue escenario de buena parte de la pero violencia que se registró en el país durante la ocupación entre 2003 y 2011.

Por otra parte, los milicianos también han atacado la localidad de Basher, en el norte del país y a 15 kilómetros de Kirkuk, habitada por turcomanos chiíes, pero fueron repelidos, según la Policía.

Los milicianos del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), que la semana pasada tomaron Mosul, la segunda ciudad del país, y han lanzado una ofensiva por el valle del Tigris al norte de Bagdad, están consiguiendo el respaldo de otras facciones suníes, incluidos antiguos miembros del partido Baaz del derrocado Sadam Husein, que comparten el malestar de la minoría suní por la supuesta opresión del Gobierno del chií Nuri al Maliki.

Los países occidentales, incluido Estados Unidos, han instado a Al Maliki a dialogar con los suníes para reconstruir la unidad nacional como única vía para evitar la desintegración de Irak. Sin embargo, Hassan Suneid, un estrecho aliado de Al Maliki, quien consiguió hace dos meses su reelección, ha advertido este martes de que la gobernante Alianza Nacional chií boicoteará cualquier trabajo con el principal bloque suní, Mutahidoon.

"No es posible que ningún bloque dentro de la Alianza Nacional trabaje con el bloque Mutahidoon debido a su última actitud sectaria", ha comentado en declaraciones al canal de televisión del partido de Al Maliki.

CIERRE DE REFINERÍA

Entretanto, la mayor refinería de Irak, Baiji, fue cerrada y su personal extranjero está siendo evacuado, según han informado este martes funcionarios de la instalación. El personal local sigue en la refinería y los militares aún están en control de la instalación.

Milicianos del ISIS capturaron la semana pasada Mosul, y otros grupos armados suníes han avanzado hacia la localidad de Baiji y rodeado su refinería, que cerró durante la noche, según fuentes.

Baiji es una de tres refinerías de crudo en Irak que sólo procesa petróleo del norte. Las otras dos están localizadas en Bagdad y en el sur y están operativas bajo fuerte control gubernamental.

"Debido a los recientes ataques de milicianos con morteros, la administración de la refinería decidió evacuar a trabajadores extranjeros por su seguridad y también cerrar completamente las unidades de producción para evitar daños extensos que pudiera resultar", ha indicado un ingeniero jefe de la refinería bajo condición de anonimato.

La fuente ha precisado que hay suficiente gasóleo, gasolina y queroseno para abastecer más de un mes de demanda interna.

VOLUNTARIOS

Decenas de miles de chiíes se han congregado en los centros de voluntarios en los últimos días, respondiendo a la llamada hecha por el principal clérigo chií del país para defender a Irak. Muchos de los reclutas han sido enviados a recibir entrenamiento en bases militares.

Pero con un Ejército de un millón de hombres que pierde terreno pese a que es armado y entrenado por Estados Unidos a uno coste de 25.000 millones de dólares, el Gobierno está dependiendo cada vez más de milicias chiíes al margen de la ley para combatir en su nombre, restableciendo grupos que lucharon durante la ola de violencia sectaria de 2006-2007.

Según un islamista chií que trabaja en el Gobierno, combatientes bien entrenados de las organizaciones chiíes Asaib Ahl Haq, Jetaeb Hezbolá y la Organización Badr están siendo desplegados como la principal fuerza de combate, mientras que nuevos voluntarios civiles serán usados para mantener el terreno una vez se tome el control.

Leer más acerca de: