MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 150.000 somalíes se han visto desplazados de sus hogares desde finales de junio, incluidos cerca de 23.000 durante la última semana, a causa de las inundaciones registradas en el sur del país, según ha informado este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El organismo ha detallado en un comunicado que los estados de Banaadir, Galmaduug, Hirshabelle, Jubalandia y Puntlandia figuran entre los más afectados por las inundaciones, que han dejado ya más de 650.000 desplazados en lo que va de año en Somalia.
Así, ha manifestado que "muchos de los nuevos desplazados viven ahora en refugios improvisados y masificados construidos con ropa vieja, bolsas de plástico, cartón y palos en asentamientos para desplazados internos, espacios que previamente ya se encontraban en pésimas condiciones".
ACNUR ha destacado que estos refugios no dan una protección suficiente ante las inclemencias del tiempo y dejan a estas personas ante un elevado riesgo de robos y violaciones, mientras que los alimentos escasean, motivo por el que ha habido un aumento de la desnutrición infantil.
En este sentido, ha enfatizado que en algunas zonas del país el precio de los productos alimenticios básicos, especialmente la leche y las verduras, se ha incrementado entre un 20 y un 50 por ciento.
Por su parte, los socios de ACNUR en materia de salud han advertido del riesgo de diarrea, enfermedades transmitidas por vectores, infecciones de las vías respiratorias y otras enfermedades transmisibles que se propagan rápidamente entre los desplazados.
"Si bien no se ha informado de ningún brote importante de COVID-19, la disponibilidad de test sigue siendo extremadamente limitada, al tiempo que la congestión y las condiciones insalubres se convierten en riesgos de transmisión generalizada", ha destacado.
ACNUR ha hecho hincapié en que ya ha estado entregando ayuda a estas personas y que las tareas continuarán para prestar apoyo a unas 70.000 personas especialmente vulnerables, incluidos hogares encabezados por mujeres o niños, discapacitados, ancianos y enfermos, así como miembros vulnerables de las comunidades de acogida.
Por otra parte, ha hecho hincapié en que, a pesar de que el Gobierno federal ha movilizado 500.000 dólares (cerca de 424.000 euros) para hacer frente a las inundaciones en Somalia Sudoccidental, "se necesita más apoyo humanitario para abordar la inseguridad en materia de alimentación, agua y saneamiento, refugios de emergencia y servicios de salud".
El organismo ha manifestado además que las inundaciones están aumentando en frecuencia e intensidad, con 281.000 desplazados durante 2018 y otros 416.000 el año pasado, algo especialmente duro para unas comunidades que dependen en gran medida de la agricultura y la ganadería.
Por ello, ha reiterado la necesidad de que la comunidad internacional dé un mayor apoyo y ha recordado que hasta la fecha sólo ha recibido el 33 por ciento de los 154,4 millones de dólares (unos 131 millones de euros) necesarios para sus esfuerzos humanitarios en Somalia".
