MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Túnez han anunciado este miércoles la detención de 15 personas sospechosas de mantener lazos con grupos terroristas o ensalzar el terrorismo, en el marco de las numerosas operaciones contra grupos armados que operan en el país.
En la mayor operación, nueve personas han sido detenidas en la provincia de Susa (noreste) por supuestos lazos con un terrorista buscado por las autoridades, tal y como ha desvelado el Ministerio del Interior.
En su comunicado, ha resaltado que los sospechosos planeaban perpetrar ataques contra una comisaría y otros "lugares sensibles", sin dar más detalles al respecto.
Asimismo, ha agregado que otras dos personas han sido detenidas por sus presuntos lazos con un "peligroso terrorista" detenido el martes en una "una operación preventiva".
El ministerio ha señalado que los detenidos son ciudadanos de "un país del Magreb", al igual que dijo en el caso del sospechoso detenido el martes. Además, ha señalado que otros dos tunecinos han sido detenidos en el marco de este mismo caso.
Por último, fuentes de seguridad citadas por la agencia estatal tunecina de noticias, TAP, han indicado que dos personas han sido detenidas en Manuba por compartir vídeos y mensajes en las redes sociales incitando al terrorismo y a unirse a grupos terroristas.
Las autoridades del país africano han informado de decenas de detenciones en operaciones antiterroristas en los últimos meses, dando datos sobre arrestos de forma prácticamente diaria.
El presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi, aprobó recientemente una nueva prórroga del estado de emergencia en el país, en lo que supuso una nueva extensión de la medida decretada por primera vez en noviembre de 2015.
El estado de emergencia fue declarado el 24 de noviembre de 2015, después de un atentado contra un autobús de la Guardia Presidencial en la capital, Túnez, y desde entonces ha sido extendido en numerosas ocasiones.
La medida da poderes excepcionales a las fuerzas de seguridad, permitiendo, entre otras cosas, limitar el movimiento de la población o prohibir manifestaciones o huelgas susceptibles de derivar en desórdenes.
Pese a que está considerada como una medida excepcional, Túnez ha estado bajo el estado de emergencia durante tres años y medio desde el derrocamiento de Zine el Abidine ben Alí en enero de 2011.
Desde el levantamiento de 2011 contra Ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para las autoridades del país.
Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría Libia como paso intermedio.
