SHANGHÁI, 2 Jul. (Reuters/EP) -
Las autoridades de China han asegurado este martes que las acciones de los manifestantes en Hong Kong, donde se atrincheraron en la Asamblea Legislativa y ondearon banderas de la antigua colonia británica de Hong Kong, suponen un "claro desafío" para la fórmula 'un país, dos sistemas' del Gobierno chino, según ha informado la cadena de televisión estatal.
Un representante de la Oficina de Asuntos de Hong Kong ha condenado la violencia y las acciones de algunos de los manifestantes y ha expresado que Pekín apoya al Gobierno de Hong Kong para que lleve a los responsables ante la Justicia.
Por otra parte, el diario chino 'Global Times' ha pedido "tolerancia cero" con los manifestantes. "Por arrogancia y rabia los manifestantes han mostrado una completa falta de respeto por la ley y el orden", señala en un editorial el citado periódico, que es publicado por el Partido Comunista de China.
"La sociedad china es plenamente consciente de que una política de tolerancia cero es lo que hace falta para hacer frente al comportamiento destructivo que hemos presenciado. De otra forma, sin esta política, sería similar a abrir la caja de Pandora", continúa el texto.
Las tensiones han aumentado durante las últimas semanas a raíz de las protestas contra el proyecto de ley de extradición a China. A lo largo de la jornada la Policía ha hecho uso de gases lacrimógenos para sofocar a cientos de personas que ocuparon la Asamblea de la región administrativa especial.
El lunes por la mañana, unas 550.000 personas han participado en una manifestación de celebración de la devolución de Hong Kong a China entre Victoria Park y la calle Chater, en el centro de la ciudad.
Los manifestantes han permanecido toda la noche en la zona con la intención de iniciar las protestas a las 8.00 horas (hora local) para manifestar su rechazo a la ceremonia celebrada este lunes con motivo del vigésimosegundo aniversario de la devolución de Hong Kong a China.
La propuesta de ley plantea la posibilidad de extraditar a China a algunos detenidos en Hong Kong, en lo que sus detractores consideraban una posible amenaza para la seguridad de los arrestados, dada la precaria situación de los Derechos Humanos en el gigante asiático.
