La digitalización de documentos en India deja fuera de juego a los más pobres

Proceso de obtención de la tarjeta Aadhaar en India
REUTERS / SAUMYA KHANDELWAL
Actualizado: sábado, 15 septiembre 2018 19:53

RAMGARH (INDIA), 15 Sep. (Reuters/EP) -

La creación de un nuevo documento de identidad en India, la tarjeta Aadhaar, ha dejado fuera de juego a una parte de la población que se ha quedado sin ayudas alimentarias, lo que ha llevado a las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos a advertir de las perversas consecuencias de un sistema basado en la digitalización de datos.

En el estado de Jharkhand, en el este de India, al menos 14 personas han muerto de hambre desde que las autoridades cancelaron las antiguas cartillas de racionamiento --escritas a mano--, por un nuevo documento de identificacion biométrico con el que supuestamente se quiere evitar el fraude, según activistas.

Un miembro de la Campaña Derecho a Comida, Taramani Sahu, ha advertido de que el Gobierno de Jharkhand no está cubriendo a tiempo la cancelación de un millón de tarjetas antiguas. Para quienes dependen de las ayudas, el retraso puede acarrear graves consecuencias e incluso la muerte.

Muchos pobres no se han incorporado al nuevo programa o sus huellas no coinciden con las que hay registradas en la base de datos del Gobierno, la mayor del mundo. Otros son incapaces porque el sistema de identificación precisa de electricidad, conexión a Internet y servidores operativos, algo que no siempre está garantizado en la zona interior de India.

En julio, tres hermanas de menos de diez años murieron de hambre en la capital, Nueva Delhi, y su caso fue tomado como ejemplo por las ONG de la situación límite en la que viven miles de personas. La oposición también ha intensificado las críticas contra el Gobierno de Narendra Modi por su supuesta mala gestión de la crisis social.

Prem Malhar siente que su padre estaría vivo de haber contado a tiempo con la documentación necesaria. "Mi padre murió porque no pudo obtener la tarjeta Aadhaaar mientras vivía y yo no consigo comida porque la mía no está vinculada con la tienda de racionamiento", ha explicado a Reuters desde su precaria vivienda en Ramgarh, en el estado de Jharkhand.

Seis miembros de una misma familia dependen para substir de lo que consigan Prem y su hermano recogiendo basura o trabajando en arrozales cercanos. Los dos ganan al día una cifra que oscila entre los 70 centavos de dólar y los 2,70 dólares, insuficientes para todos.

Tres propietarios de establecimientos en esta zona han explicado que no pueden dar ayuda subsidiada a quienes no posean la tarjeta actualizada o no cumplan el proceso de identificación biométrico. En el caso de los Malhar, han asegurado que no están vinculadas al sistema de ayudas porque es necesario gestionarlo a través de otro departamento del Gobierno.

El ministro de Alimentación de Jharkhand, Saryu Rai, ha ordenado a todas las autoridades locales que garanticen el reparto de comida a los pobres aunque éstos no estén en posesión de la Aadhaar, pero los activistas han asegurado que este mensaje aún no ha llegado a las tiendas.

DIGITALIZAR PARA EVITAR EL FRAUDE

La tarjeta Aadhaar se enmarca dentro del ambicioso plan del Gobierno para digitalizar la economía y de ella dependerán en un futuro la mayoría de las gestiones más básicas, también las bancarias o las fiscales.

Entre otros objetivos, las autoridades prevén combatir el fraude en un sistema de ayuda alimentaria que permite a 1.300 millones de personas obtener arroz y trigo a precios mínimos y cuesta al año de 23.630 millones de dólares. Casi un tercio de esta comida se perdería cada año por su desvío al mercado libre, según cálculos de los economistas.

El Gobierno ya ha detectado casi 30 millones de documentos falsos o duplicados, lo que habría supuesto un ahorro de 2.350 millones de dólares.

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